Buscan incentivar tasa de interés en México
El recorte de la tasa de interés acometido por el Banco de México, que la situó en el nivel del 4 % por primera vez desde 2016, funcionará como un aliciente a un consumo debilitado por la crisis derivada de la covid-19 y especialmente afectado por el cierre de actividades no esenciales.
“A las empresas les saldrá más barato tomar un crédito, a la población le saldrá más barato tomar un crédito. Y de ahí se asume que habrá un incentivo al consumo y a la inversión fija, y por tanto al crecimiento económico”, dijo este viernes a Efe la directora de análisis económico y financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
El abaratamiento de los préstamos se dará, explicó la especialista, porque la tasa de interés “es la referencia para las demás tasas de la economía”, aunque el cambio en los precios de créditos hipotecarios o automotrices “no es inmediato”.
Además, la experta destacó el impacto positivo que la reducción puede tener en la inversión fija bruta, que “se relaciona con el crecimiento económico de largo plazo” y que en México hila 22 meses consecutivos con bajas anuales.
El economista de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) José Ignacio Martínez apuntó en la misma dirección, y añadió que el efecto mariposa del empujón al consumo y a la inversión debe reflejarse también “en empleo”.
“En estos dos meses del primer trimestre (enero y febrero), la economía ha tenido un comportamiento que no se avizoraba en octubre o noviembre, en el sentido de que ya creíamos que habíamos salido del semáforo epidemiológico rojo (que incluye cierre de actividades) y 15 estados se encuentran en esta situación. Por tanto, la tasa de interés es un aliciente muy importante”, expresó.
INFLACIÓN CONTROLADA
Los economistas coincidieron en que el principal riesgo del recorte en las tasas de interés, la inflación, es un aspecto controlado ahora mismo en México, un país cuya economía cayó un 8,3 % en 2020, su peor desplome desde la Gran Depresión de 1932.
Siller aseveró que el país afronta “moderadas presiones inflacionarias” por el aumento del precio de la gasolina debido al alza en el coste del petróleo y por “el precio de las mercancías alimentarias, que se ha incrementado” a nivel internacional.
Sin embargo, enfatizó que el regulador todavía ve una “gran holgura” económica, es decir, que la inflación se mantiene ampliamente por debajo de la tasa de interés.
“En esta disyuntiva de ver cómo va la inflación y la holgura económica, el Banco de México tiene un solo objetivo distinto al resto de bancos centrales, que es mantener el poder adquisitivo de la moneda (el peso mexicano) bajo un esquema de baja inflación, de alrededor del 3 %”, indicó.
Según el emisor mexicano, la inflación general anual se redujo de 4,09 % en octubre, su mayor nivel del 2020, a 3,54 % en enero de 2021.
Pese a esa moderación en la inflación, Siller mencionó que el Banco de México podría aguardar hasta abril para acometer una nueva baja en el precio del dinero, mientras Martínez dijo esperar “otra reducción de 25 puntos base” en el próximo anuncio, previsto para el 25 de marzo.