Sopitas.- Recientemente uno de los candidatos a la alcaldía de Ahome, en Sinaloa, arrancó su campaña usando un rosario y un chaleco antibalas. Desde que arrancó el proceso rumbo a las elecciones del 2024 en México ha estado marcado por la violencia.
Pero ¿cuál qué es lo que se está viviendo en contra de los que aspiran a un cargo público?
La violencia electoral rumbo a las elecciones del 2024
A principios de abril Gisela Gaytán, candidata de Morena a la alcaldía de Celaya, en Guanajuato, fue asesinada a los pocos minutos de iniciar un mitin. Recién había presentado su plan de seguridad.
El martes 9 de abril pasado Julián Bautista Gómez, candidato del PRI a la alcaldía de Amatenango del Valle, en Chiapas, fue asesinado por un grupo de personas armadas.
El 23 de marzo pasado Jaime González Pérez, candidato de Morena a la alcaldía de Acatzingo, en Puebla, fue asesinado cuando se encontraba en su negocio de venta de autos.
Decenas de aspirantes, precandidatos y candidatos a un cargo de elección popular han sido amenazados, atacados y asesinados en lo que va del proceso electoral 2023/2024.
De acuerdo con el reporte sobre violencia electoral de Laboratorio Electoral, publicado a principios de abril, este proceso electoral ya superó la cifra de aspirantes a una candidatura, precandidatos o candidatos asesinados en el proceso de 2018.
A partir de los datos analizados y registrados, esta organización elaboró un mapa de riesgos de la elección que muestra la situación de agresiones y violencia en cada estado.
Los estados que aparecen en rojo, el nivel más alto, por el número de agresiones y asesinatos contabilizados son Michoacán, Guerrero, Morelos y Chiapas.
Hasta la fecha de publicación de este informe (el 2 de abril de 2024), se contabilizaron 51 personas asesinadas, de las cuales 27 eran aspirantes y 24 personas relacionadas con el proceso electoral.
Además se registraron 106 agresiones que incluyen amenazas, ataques o incluso secuestros.
Ahora, de acuerdo con un reporte de Integralia de este mismo tema pero publicado dos meses antes, en febrero de 2024,
En este proceso electoral se notará la intervención del crimen organizado como nunca antes por tres motivos principales:
- Una gran cantidad de grupos criminales en conflicto armado
- La proliferación de mercados ilícitos además del narcotráfico
- La mayor cantidad en la historia de presidencias municipales en disputa
Además también se identificó a 6 estados con un riesgo muy alto: Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco, Chiapas y Morelos.
Integralia explica que si bien es posible reducir los riesgos de violencia político-electoral para funcionarios, aspirantes y partidos políticos, actualmente las autoridades electorales, las instituciones de seguridad y los tribunales judiciales no tienen capacidad para “frenar significativamente la intervención del crimen organizado en las elecciones”.
Votar entre balas: la violencia en las elecciones 2024
Hace unos días Animal Político, Data Cívica y México Evalúa presentaron Votar entre Balas, un proyecto que tiene como objetivo poner sobre la mesa la violencia político-criminal en México.
De acuerdo con estos datos, Guerrero es el estado más peligroso para aspirar a un cargo público y es así aún cuando las campañas para las alcaldías comienzan hasta el 20 de abril.
Se reconoce que a diferencia de los procesos electorales del 2018 y del 2021, la violencia dejó de concentrarse en las regiones del sur para extenderse a todo el país.
Por ejemplo, los ataques se registraron en 581 municipios, mismos que concentran hasta 75 millones de personas, es decir, el 61% de la población mexicana.
Y no es lo único escalofriante: resulta que en México 8 de cada 10 ataques del crimen organizado contra actores políticos son letales.
Toda esta situación ha provocado que decenas de aspirantes a diversos cargos políticos en el país hayan renunciado a las campañas, para protegerse a ellos mismos y a sus familias.
Los partidos políticos, locales y nacionales, han exigido al gobierno que garantice la seguridad de los candidatos pero, en muchas zonas que son controladas por el crimen organizado, la corrupción controla por quién se vota.
No es la primera vez que escuchamos de la repartición de cargos, acuerdos que ya están planchados desde antes con el crimen organizado para que se siga permitiendo el control de todo.