Expertos afirman que los candidatos a la Presidencia de la República se basan no solo a lo racional, sino a lo emocional para buscar votos. El objetivo es capitalizar electoralmente el miedo.
Expansión.- La polarización y el miedo son los sentimientos bajo los que se están desarrollando las campañas para elegir al presidente número 66 de la historia de México.
“Estoy aquí porque es el lugar donde la gente tiene más miedo y quiero mandar un mensaje de esperanza”, afirmó Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México” en los primeros minutos del 1 de marzo desde Fresnillo, Zacatecas, el municipio donde el 96.4% de los habitantes se sienten inseguros. En la Ciudad de México, el aspirante de Movimiento Ciudadano Jorge Álvarez Máynez también apeló al mismo sentimiento: “Necesitamos salir de este horror”. Mientras que la candidata Claudia Sheinbaum, de la coalición “Sigamos Haciendo Historia” evoca al retroceso puede representar el regreso a la guerra contra el narcotráfico de años pasados.
Politólogos y estrategas electorales consultados por Expansión Política advierten que la campaña por la Presidencia de la República se desarrolla en un ambiente marcado por la polarización, en la que cada uno de los aspirantes, y sobre todo los de oposición, busca apelar al “miedo” de vivir en un país marcado por la violencia.
“¿Por qué se usa la campaña de miedo? ¿Por qué se utiliza la polarización? Porque es rentable políticamente. El tema es que cuando tú tienes un país dividido, cuando tienes un país polarizado, es muy difícil construir. Por eso hay una diferencia entre lo que es comunicación normalmente de campaña y comunicación de gobierno. En la comunicación de campaña se utiliza la polarización, se logra el objetivo y normalmente cuando tú llegas al gobierno tratas de construir un discurso más conciliador”, destaca Dorian Ávalos, consultor político egresado del Centro Interamericano de Gerencia Política de Miami.
Para ganar una campaña, una clave es apelar a los sentimientos del ciudadano y capitalizarlos electoralmente. Por ese motivo, en sus discursos, los candidatos deben elegir cuidadosamente las palabras y conceptos con los que quieren mover la parte emocional de quienes los escuchan y no necesariamente lo racional.
“En las campañas políticas, no solamente incide lo racional, también el tema emocional. Y ambas cosas, las personas, las utilizamos para tomar decisiones. Entonces, de manera racional, las candidatas y los candidatos nos podrán decir cuáles han sido los logros del partido en el gobierno y cuáles han sido los fracasos. Nosotros, racionalmente podemos tomar o no en cuenta esa información, pero es mucho más rápido cuando eso se traslada a una emoción”, comenta Azucena Rojas Parra, decana Regional de Occidente y profesora del Tecnológico de Monterrey.
“Por un México sin miedo”, “Morena es más narco, más muerte, más miedo”, “Morena representa el miedo, Morena representa la muerte”, “Morena representa el narco, por eso se van a ir”, “México tiene miedo”, son algunas de las frases que Xóchitl Gálvez ha expresado en sus recorridos por el país.
En Fresnillo, Zacatecas, donde inició las actividades de 90 días de campaña, la candidata pronunció 13 veces la palabra miedo.
Pero no es la única. El abanderado de Movimiento Ciudadano también se ha referido al miedo de vivir en un país inseguro, y ha usado algunos sinónimos como “horror”, “tragedia”, “dolor”.
“Necesitamos salir de este horror”, “erradicar la violencia que afecta a nuestras comunidades y garantizar un entorno seguro para que nuestras niñas y niños puedan crecer sin miedo”, “¡Basta de que la gente tenga miedo!”, son algunas de las frases enunciadas por el candidato del partido naranja, quién también arrancó su campaña en un municipio marcado por la violencia y las desapariciones: Lagos de Moreno, Jalisco.
La referencia del miedo está sustentado en cifras inéditas de violencia. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el 74.6% de los mexicanos percibe a su ciudad insegura.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador es el más violento de la historia. Desde 2006, año en que el presidente Felipe Calderón declaró la guerra contra el narcotráfico, han ocurrido más de 450,000 homicidios dolosos, de ellos, 181,279 (39.5%) ocurrieron en el actual gobierno, y cada 15 minutos, en promedio, se suma un deceso más.
La candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, ha optado por convocar a la esperanza, hablar de transformación, y de la continuidad. Sin embargo, también ha contrastado lo que podría representar el regreso de partidos que ya gobernaron: guerra y narcotráfico.
“La oposición quiere regresar a la época de guerra contra el narco”, “que más autoritarismo que el de Felipe Calderón, que decretó la guerra contra el narco y todavía vivimos secuelas de aquella terrible decisión”, “En un caso se plantea la guerra contra el narco; nosotros, la construcción de la paz”, es parte del contraste que ha buscado marcar sobre lo que representa la continuidad o una alternancia.
El objetivo de estos ‘mantras’ de campaña es que la gente salga a votar y tenga claridad lo que presenta cada oferta política.
“Lo que buscan es aprovechar este sentimiento de inconformidad de uno de los sectores de la sociedad y tratar, mediante el miedo, que la gente salga a votar”, explica el estratega Dorián Ávalos.
Sin embargo, la especialista del ITESM sostiene que se debe tener cuidado, porque se puede generar un efecto adverso.
“Lo sentimientos pueden generar efectos contrarios a lo que esperarían. Tienen que ser muy hábiles ellos que esto se convierta en un inhibidor del voto”, explica.
La sombra de la campaña de 2006
Guardadas las proporciones, las elecciones de este 2024 recuerdan a la campaña de 2006, donde el concepto clave fue “peligro”. Hace 18 años se difundieron una serie de spots contra el entonces candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, en la que se le definía como “un peligro para México”.
El hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, sostiene que esa tipo de guerra sucia ya no funciona.
Claudia Sheinbaum ha afirmado que México no es el México del miedo, pues desde 2018 surgió el de la esperanza.
“La oposición quiere colocar temas, como si México fuera el México del miedo, ese era el México de 2018 y frente al miedo surgió la esperanza. Hay que seguir avanzando, nadie dice que está todo resuelto, pero no podemos colocar que hoy estamos peor que hace seis años, porque eso no es cierto y la gente lo sabe”, dijo en una entrevista con Canal 11.
De acuerdo con el estratega Dorián Ávalos polarizar durante una campaña es rentable si se logra que un candidato no gane, sin embargo, advierte que ya en el ejercicio de gobierno se debe construir la unidad de la sociedad.
La polarización y los señalamientos vinculados con la seguridad pública no se han quedado en los discursos, también han llegado a las redes sociales donde se mantenido tendencias como “narco presidente”.
Al respecto, el catedrático de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Aldo Muñoz Armenta comenta que ante este tipo de ataques, la base social del presidente López Obrador, sale a su defensa.
“Hay una base social muy fuerte, muy amplia, que lo apoya, y que además ya se sabe el discurso, anti-AMLO, que suena más, a mí me parece, al discurso de odio. Cuando lo atacan, no hay evidencia de que su aprobación social pueda ser dañada”, afirma.
Los primeros 18 días de las campañas han transcurrido en esa dinámica y, para los expertos, no se vislumbra que pueda modificarse.