Excelsior.-
Carlos Alcaraz no sólo conquistó la arcilla de París; también escribió una de las gestas más memorables del deporte moderno y que se convirtió en un clásico instantáneo del tenis. El español, de apenas 22 años, venció al italiano Jannik Sinner en una final que ya es historia: 5 horas y 29 minutos de batalla en la Philippe-Chatrier, remontada desde dos sets abajo, tres bolas de partido salvadas y un supertiebreak que coronó su resiliencia con marcador de 4-6, 6-7(4), 6-4, 7-6(3), 7-6(10-2). Fue la final más larga que haya conocido Roland Garros.
GANÓ TODO, SALVO UNA COSA: SU PREMIO COMPLETO
Los ingresos por premios deportivos están sujetos en España a un tipo marginal del IRPF que, para altos ingresos, puede alcanzar hasta el 50 %. Para efectos prácticos, y de acuerdo con lo que el propio Alcaraz ha declarado en otras ocasiones, la retención suele situarse entre 47 por ciento y 50 por ciento, dependiendo de la planificación fiscal y otros ingresos acumulados, de acuerdo con información proporcionada por Aitor Fernández, experto fiscal de TaxDown en un artículo publicado por El Economista de España.
A diferencia de otros países que ofrecen beneficios fiscales a sus atletas de élite, España aplica su normativa sin excepciones por éxito deportivo. Por eso, ganar no siempre significa cobrar.