Cascos “piratas” para motociclistas proliferan en CDMX; expertos urgen candados

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En tianguis y locales se ofrecen cascos sin certificación o que simulan contar con ella por medio de calcomanías. Motociclistas fueron el 43% de las víctimas mortales de hechos de tránsito en la CDMX.

Expansión.- Al año, 4,165 motociclistas en México mueren por un hecho de tránsito, lo que representa el 26.2% del todos los accidentes mortales en el país, de acuerdo con un estudio realizado por la Coalición del Casco, iniciativa del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), en colaboración con FIA Foundation.

En la Ciudad de México la crisis es aún mayor, con las y los motociclistas como la primera víctima mortal de hechos de tránsito con 204 muertes registradas de enero a diciembre de 2023, representando el 43% del total de fallecimientos, de acuerdo con el más reciente Reporte de Hechos de Tránsito de la Secretaría de Movilidad (Semovi).

A la par que esto ocurre, en la capital hay un mercado negro de cascos para motociclistas con certificados en seguridad apócrifos o sin ellos, que ponen en riesgo a las personas que los compran.

En un recorrido realizado por Expansión Política en Tepito y las calles del Centro Histórico, se pudo comprobar como por menos de 1,000 pesos se pueden conseguir cascos presuntamente certificados en tianguis y locales de accesorios para motocicletas.

Un casco con la certificación DOT otorgada por el Departamento de Tránsito (Department Of Transportation) del Gobierno de Estados Unidos debe tener este distintivo como parte de la pintura del casco. Así mismo, debe incluir la marca del casco, el modelo, la leyenda ‘FMVSS No.218’, que corresponde a la norma Federal Motor Vehicle Safety Standard y el término ‘certified’ (certificado).

En contraste, los cascos encontrados en puestos de tianguis y algunos locales pueden ser considerados ‘piratas’ o irregulares al no tener ningún tipo de certificación, indicar tener la certificación DOT pero solo con una calcomanía pegada sobre el casco (fácilmente desprendible) o tener la inscripción con pintura, pero carece del resto de los elementos informativos, según se pudo apreciar en el recorrido. Otros cascos se ofrecen al público sin indicar ningún tipo de certificación

La Norma Oficial Mexicana NOM 206-SCFI/SSA2 de 2018 establece las características con las que debe cumplir con casco para servir a su propósito de proteger en caso de un siniestro, sin embargo, en México no hay restricciones para la importación de cascos irregulares, apunta Stephan Brodziak, coordinador de Seguridad Vehicular del Poder Del Consumidor.

“Se está usando el casco, pero está lejos de tener los estándares que se necesitan para poder proteger adecuadamente en caso de un siniestro a un motociclista. El tema es que no se está regulando la venta. Hay muchos importadores ahí, no han ordenado el mercado sin importarles ningún tipo de cumplimiento con ningún estándar, simplemente porque se pueden vender fácilmente”, señala.

Las certificaciones en cascos se volvieron obligatorias en septiembre de 2023, cuando el Gobierno de la Ciudad de México cambió el Reglamento de Tránsito para incluirlas hacer luego que se disparó la circulación de motocicletas en la CDMX, tras la pandemia de Covid 19.

En cinco años la cantidad de motocicletas circulando en la Ciudad de México aumentó un 74.8%, de acuerdo con datos del INEGI.

Antes, el Reglamento de Tránsito capitalino sí exigía en el Artículo 37 portar casco protector “diseñado específicamente para motociclistas” tanto para la persona que conduce la motocicleta como para pasajeros, sin embargo, no requería ningún tipo de certificación o características específicas.

El uso de cascos con certificaciones —como la UN22.05 de las Naciones Unidas o DOT, aprobada por el Departamento de Transporte de Estados Unidos— reduce la probabilidad de muerte hasta en un 39% para un motociclista en un siniestro, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además baja en un 72% el riesgo de lesiones graves.

Cascos seguros

La venta de cascos “pirata”

En un puesto en la esquina de Eje 1 Norte y Avenida del Trabajo se ofrecen decenas de cascos de motociclistas. Al preguntar por un casco completo certificado, el vendedor ofrece uno por 1,200 pesos. Este tiene un recuadro con las siglas con pintura de la certificación DOT, no obstante carece del resto de elementos como la marca y modelo, así como la identificación de la norma FMVSS No.218 y la palabra ‘certified’.

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A lo largo del tianguis de Tepito sobre Eje 1 Norte se encuentran al menos otros cuatro puestos de venta de cascos para motociclistas, incluso un modelo con el personaje de “Bob Esponja” para niños de 3 a 7 años por solo 350 pesos, pese a que el Reglamento de Tránsito capitalino prohíbe viajar con menores de 12 años en estos vehículos.

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Mientras en locales ubicados sobre Eje Central Lázaro Cárdenas en la Colonia Obrera, se promocionan cascos con supuesta certificación DOT por solo 800 pesos. Al pedir al vendedor mostrar uno de los cascos, este tiene una calcomanía pegada con las siglas de la DOT, que es facilmente desprendible y sin ninguno de los otros elementos de identificación.

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Estos cascos tampoco incluyen en la etiqueta interior cosida al forro o una de las correas con la certificación del equipo, qué sí traen los originales.

“Uno puede ir a una tienda de muchos tipos y encontrar cascos que realmente son casi como una bacinica, un casco de plástico que realmente no protege pero que sí generan un riesgo, incluso algunos con partes metálicas que son un riesgo mayor en un accidente. Es como si te cobraran una medicina falsa”, señala en entrevista Gonzalo Peón, director ejecutivo de ITDP México.

Una marca reconocida de cascos para motociclistas como Nolan, que usan certificaciones como la ECE 22-06 de las Naciones Unidas, rondan un precio que va de los 3,895 pesos hasta los 11,395 pesos de acuerdo con el modelo en la tienda Motocity.com.

Un casco Harley Davidson con certificación DOT del Gobierno de Estados Unidos se puede conseguir desde los 5,339 pesos en modelo sencillo sin protección para barbilla y por hasta 19,316 pesos, un modelo que cubre la cabeza por completo e incluye incluso un sistema de comunicación Bluetooth.

No obstante en México marcas como NZI, que sí incluyen en sus cascos la certificación DOT, se ofrecen de protección de cabeza completa desde 1,020 pesos por los modelos más sencillos, hasta 6,369 pesos por modelos especiales hechos de fibra de carbón para motocross en tiendas como Motardinn.com.

Infografía cascos piratas

Un problema de salud pública

El requerir el uso de cascos certificados es solo una de las medidas con las que el Gobierno capitalino ha intentado frenar la muerte de motociclistas.

Desde el 31 de julio de 2021 se lanzó la licencia para motociclistas Tipo A, en la cual -en contraste con quienes conducen automóviles- se les requiere pasar un examen de conocimiento del Reglamento de Tránsito local, así como una prueba práctica de destreza de conducción y una revisión de su vehículo.

Pese a ello, los fallecimientos de conductores en dos ruedas han persistido e incluso incrementado los últimos años en la Ciudad de México.

“En México como en muchas partes del mundo están aumentando de manera muy rápida las muertes en siniestros de tránsito de personas que van en moto o donde está involucrada una motocicleta. En la Ciudad de México, por ejemplo, hace un par de años, ya hubo más motociclistas que fallecieron que personas a pie”, destaca Peón.

En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) el uso de casco en motociclistas ya es mayoritario, pues el 80% de los usuarios lleva casco completo entre semana y 74% lo hace los fines de semana, de acuerdo con el estudio ‘Uso de cascos seguros en México’, realizado por el Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) en colaboración con FIA Foundation y la Coalición del Casco.

Solo el 15% de usuarios llevan casco de cara abierta, media cabeza o tropical y apenas 5% no llevan ninguno.

No obstante, y pese a usar casco, cuando estos son no homologados o certificados pueden crear nuevos riesgos, indica el estudio realizado por ITDP.

Los principales riesgos que corren son que estos cascos al ser de un material inadecuado, puedan astillarse al momento de un incidente de tránsito y resultar en lesiones craneoencefálicas. Lo anterior, debido a que los cascos sin certificación se rompen más fácilmente.

El otro problema es crear una falsa sensación de seguridad, pues las personas pueden exponerse a más comportamientos de riesgo, como circular a mayor velocidad o por vías principales, al pensar que están protegidas, cuando no lo están.

Por ello, la Coalición del Casco ha impulsado que se exija el uso de cascos homologados con los gobiernos estatales, así como ofrecer modelos accesibles de costo por parte de la industria privada.

El Gobierno capitalino ha hecho sus propios esfuerzos. La Secretaría de Movilidad comenzó a entregar en enero de este 2024 cascos certificados de forma gratuita a motociclistas, a partir de la entrega de vales. También realizó dispositivos viales aleatorios de revisión en distintos puntos de la ciudad.

Los cascos gratuitos fueron dados a motociclistas que tuvieran uno en malas condiciones, contaran con licencia, placa y tarjeta de circulación de la Ciudad de México, no llevaran a más de dos personas en el vehículo y asistieran a la Motoescuela de la Ciudad para mejorar sus habilidades.

Por ejemplo, en el Hospital General Xoco se atendieron a 5,488 personas por accidentes de tránsito entre el 1 de enero y el 31 de mayo de 2024, de los cuales 976 –el 18%– fueron incidentes en motocicleta, de acuerdo con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México.

De estas personas 13% presentó lesión cerebral traumática; 10.2% trauma de tórax o abdomen; 8.3% politraumatismos; 30% fractura de miembro pélvico y 40% lesiones menores, como esguinces, contusiones y raspaduras.

Brodziak considera a las muertes y lesiones de motociclistas como un problema de salud pública, sin embargo, no se atiende desde esta perspectiva por parte de las autoridades.

“Salvo lo que alcance a proteger el casco, no hay más seguridad pasiva (para los motociclistas). Por ejemplo en los vehículos como autos o camionetas tienes el cinturón como seguridad pasiva, la bolsa de aire, el habitáculo, el pilar ante un choque frontal. En una moto más que las pequeñas protecciones que pueda tener la chamarra, los guantes, las botas, el pantalón y el casco, es una capa muy pequeña de seguridad pasiva que tienes”, señala especialista del Poder del Consumidor.

“En un siniestro un casco certificado sí puede ser la diferencia entre la vida y la muerte, en comparación con traer un casco no certificado o no traer casco” – Stephan Brodziak, coordinador de Seguridad Vehicular del Poder Del Consumidor.

Necesario regular venta

Ante la venta de cascos no homologados y con certificaciones apócrifas, el director de ITDP México considera necesario un trabajo conjunto de quienes ocupen en el próximo gobierno la Secretaría de Economía y la Secretaría de Salud, con el fin de limitar la presencia de cascos irregulares en el mercado.

Para el experto y activista, se requiere crear una estrategia para impedir la importación de cascos no certificados o imponer altos aranceles para estos y obligar a los fabricantes a un etiquetado adecuado.

“Existe actualmente una norma oficial –aunque tiene que ser revisada– de la calidad de los cascos, hay certificaciones como la DOT de Estados Unidos o la UNES de Naciones Unidas, pero no existe en México un laboratorio que certifique que estos cascos que entran al mercado mexicano sí tienen esta calidad”, dice Peón.

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