‘Civil War’: Los únicos que pueden acabar con Estados Unidos son ellos mismos
Sopitas.- Civil War podría ser la última película de Alex Garland, uno de los guionistas y directores más destacados del siglo XXI. Pero si de verdad este fuera el final de su carrera como director, nos iríamos satisfechos porque aventó una bomba fílmica que plantea un montón de cuestiones a nivel político y social.
Para empezar, primero debemos entender que hasta ahora, Estados Unidos continúa definiéndose como la potencia mundial. Es la primera economía del mundo. El encargado de definir los sistemas que mueven a Occidente. Y sobre todo, es el país que preserva la (idea de) democracia, llevando “libertad” a las naciones tercermundistas del planeta.
Todo suena muy idílico. Bellísimo. Pero pocas veces nos hemos detenido a pensar en lo aterrador del asunto. Y no sólo por el hecho de otorgarle a una sola nación la estabilidad de la mitad del mundo (más/menos), sino porque Estados Unidos tiene apenas 248 años.
Ahora bien. Pensemos en otras naciones de primer mundo como Reino Unido. Su historia se extiende por milenios, y eso no quiere decir que sean aptos para liderar a las naciones de Occidente e implementar cualquiera sean sus ideologías en turno.
¿Pero por qué resulta tan escandaloso el asunto con Estados Unidos? La respuesta, en primer lugar, sería incorrecta porque la pregunta se formula de manera errónea. Hablamos de un presente y de un pasado. ¿Antes no nos escandalizaba pero ahora sí?
Alex Garland y el tsunami
Tras la llegada de Donald Trump a la presidencia en 2016, es justo decir que la imagen que tenía el mundo de Estados Unidos cambió. La idea de su democracia liberal, ante el resto, cambió por completo, y al término de su mandato, Joe Biden tenía la tarea de recuperarla, pero no fue así. Y con el regreso de Trump a la presidencia por los próximos cuatro años, la cosa no pinta para mejorar.
Cuando se estrenó Civil War en la primera mitad de 2024, no teníamos ni idea del escenario de lo que las elecciones depararían entre las conversaciones dentro y fuera del país. Pero ahora, la película de Alex Garland cobra más sentido, y eso resulta aterrador.
Si antes el país se percibía dividido, ahora más tras los resultados de las elecciones presidenciales que aseguraron a Trump como el presidente ante el silencio de Kamala Harris. Otra vez. Cuatro años más de una polarización que se vio reflejada, como ejemplo perfecto, con el infame asalto al Capitolio de enero de 2021.
Para muchos se veía venir. No había forma de detenerlo. Garland, director de películas como Ex-Machina y Annihilation, en nuestra entrevista tras el estreno de Civil War, nos lo describió así: estás parado en una playa y ves un tsunami; te dicen que corras pero no lo haces. El tsunami azota la playa y todo lo que alcanza.
Civil War como su más reciente película, no es el sujeto en la playa, ni el que lo advierte. Tampoco es la playa. Civil War es el tsunami, tan devastador e impredecible.
¿De qué trata Civil War?
Civil War nos presenta a un Estados Unidos en medio de una guerra civil, como su título lo indica. La nación esta dividida en varios grupos, pero son dos los que lideran la batalla: el gobierno federal liderado por el presidente y los separatistas comandados por los estados de Texas y California. AQUÍ les explicamos cómo está dividido en Civil War.
Así es. En un evento sin precedentes, dos de los estados con mayor fuerza política, se unen para derrocar al gobierno e instaurar un nuevo discurso. ¿Cuál? No lo conocemos. Nada del contexto político en Civil War se nos revela en ningún momento.
Sólo vemos los despuntes de violencia y las atrocidades que cualquier bando comete dentro y fuera de un enfrentamiento. Porque sí, no sólo son los choques entre dos grupos en distintos edificios, o la paciencia que tenga un francotirador de cada lado. Es la violencia por sí misma, la oportunidad de ejercerla.
Cada uno de los eventos en Civil War los vemos a través de un grupo de periodistas que deben salir de Nueva York, recorrer el país y llegar a Washington D.C. donde tendrán una última oportunidad de entrevistar al presidente. Nadie ha hablado con él en más de un año.
Los protagonistas de Civil War
El grupo integra a Lee, una de las corresponsales de guerra y fotoperiodistas más aclamadas. De cualquier conflicto en cualquier parte del mundo, ella ha servido como testigo. Sus imágenes, alguna vez, querían ser una poderosa advertencia que fue ignorada al grado de que su país, aquel paraíso, está sometido a un conflicto brutal. ¿Para qué sirvió el riesgo y los cargos físicos, emocionales y psicológicos de la labor?
También tenemos a Joe, un reportero que ha acompañado a Lee en varias ocasiones. Es adicto a la adrenalina, y las situaciones de conflicto las percibe como los momentos más reveladores no de los grupos que pelean, sino de las personas que lo hacen sin saber bien el porqué (algo como lo que sucedió en Vietnam).
El tercero del grupo es Sammy, un veterano de “lo que queda” del New York Times. Él no está invitado a la entrevista con el presidente, pero les pide que lo dejen en algún punto del camino. Su cuerpo es grande y viejo, por lo que conlleva un peligro llevarlo en el recorrido.
Y por último está Jessie, una recién graduada que admira a Lee y quiere convertirse en ella. Lee, enojada, la cuida en su viaje y le dice algo clave para comprender la cinta: las fotografías, el ejercicio del periodismo, no está hecho para interpretarlo, sólo presentarlo.
El periodismo y el cine
Esto nos lleva a algo que ha dicho Michael Haneke del cine. La labor del director empieza con la responsabilidad que asume con su audiencia. El director no debe manipular al espectador y decirle qué pensar, sólo debe mostrar la historia y darles las herramientas para que saquen sus propias conclusiones y construyan una opinión.
Lo mismo sucede con el periodismo en Civil War. Ellos no están para interpretar las imágenes, sólo presentarlas. La ciudadanía es la que debe leerlas y sacar sus propias conclusiones.
Lo malo es que la narrativa de una guerra, para que exista y se mantenga, siempre ha de ser extremista sin importar el bando. Entonces, las imágenes, por más brutales y devastadoras, tienen un filtro ideológico tan extremo, que justifica las atrocidades.
Es por eso, creemos, que Garland le apostó a crear en Civil War una película “cínica” en todos sus elementos: desde la historia y sus personajes, hasta el soundtrack, la música, la fotografía, la edición.
Civil War, una película cínica
No queremos entrar en definiciones filosóficas del término pero al mismo tiempo no logramos completar la explicación con palabras. Pero lo intentaremos.
La cinta la entendemos como cínica porque nos dice que para ser un corresponsal de guerra y mantenerse neutro al momento de mostrar la historia, hay que ser muy cínico. Y hay que ser muy cínico para hacer cine y plantear estas historias. Y como espectadores consumimos la violencia de manera cínica.
Esa escena de Jesse Plemons
Cuidado, que no daremos spoilers. Pero necesitamos hablar de una escena en específico protagonizada por el siempre espectacular Jesse Plemons y que dura apenas unos 3 o 4 minutos. Pero es aterradora, de verdad.
La escena involucra a un sujeto con un arma que cuestiona la calidad de ciudadanos de otros. La pregunta es, “What kind of american are you?“.
Esta parte es terrible porque nos muestra la tierra sin ley de un país en conflicto. Pero más que eso, porque nos enseña cómo cada individuo que participa, vive una suerte de guerra individual dirigida por sus ideologías, nuevamente, extremistas que se asocian a una comunidad, pero también tan personales que surgen de un contexto más íntimo.
Ficción especulativa
Alex Garland dijo que Civil War será su última película como director y se dedicará a producir y escribir. Ojalá esta decisión sea temporal porque demostró, una vez más, que puede lidiar con producciones de magnitudes enormes, y a la par, jalar taquilla.
Civil War está producida por A24 y es su proyecto más grande hasta ahora con un presupuesto de 50 millones de dólares. La conversación sigue sobre la mesa, y una de las más interesantes que se han dado es sobre la definición de la cinta como “speculative fiction”.
Ese término viene de la literatura, y diversos escritores como Margaret Atwood, autora de The Handmaid’s Tale, lo describen como una historia que plantea diversas situaciones que una sociedad no ha vivido pero están latentes. Si tomamos esto de manera literal, Civil War se expande aún más en las historias que presenta en el escenario que describe.
En un ambiente de polarización como el que vive Estados Unidos, auspiciados por ideologías tan extremas, todo pude suceder. Nadie podría enfrentar a Estados Unidos y su poderío económico y militar. Los únicos que se van a arrastrar al fin son ellos mismos.
¿Dónde ver la película de ‘Civil War’?
Como les contamos, la película de Civil War se estrenó en la primera mitad de 2024. Durante meses, la audiencia pidió que llegara a una plataforma de streaming para poder verla (ya sea por primera vez), o revisitarla (sobre todo tras los resultados de las elecciones presidenciales).
La buena noticia es que Civil War por fin llega a plataformas de streaming, y a partir de ahora, forma parte del catálogo de MAX. Así que ya no hay excusas, y pueden ver una de las películas más comentadas del año que resuena con mayor fuerza conforme se acerca el nuevo periodo presidencial de Donald Trump, ¿no creen?