Aristegui.-
El Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo presentó una queja formal al gobierno federal por la muerte de una niña en dicha ciudad fronteriza, debido a disparos de elementos de la Guardia Nacional.
En una comunicación dirigida a la presidenta Claudia Sheinbaum, así como al gabinete de Seguridad y a los gobiernos estatal y municipal, Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comite, señaló que la madre de la pequeña, a quien identificó como Lidia Iris Fuentes Galván de 8 años, se encontraba en su domicilio el pasado sábado 12 de octubre cuando recibió una llamada que le informó de un supuesto enfrentamiento en la zona en la que vive.
Señala que su mamá Lidia Galván y su hija Lidia Iris habían ido a la papelería y no habían regreso aún. Se enteró por redes sociales de que su madre pedía la presencia de sus familiares en el Hospital General y que su hija estaba muy grave. Al presentarse en el nosocomio, se le informó que la niña había fallecido.
Menciona que esa noche no había un médico neurocirujano, por lo que la niña no pudo recibir atención especializada.
Además, su mamá le refirió que las personas que dispararon a su vehículo Cobalt modelo 2007 eran agentes de la Guardia Nacional que se trasladaban en una camioneta pick up color blanco y que perseguían a otros civiles.
La abuela, quien también resultó herida, refirió que los agentes de la GN que se acercaron al vehículo tras los hechos les apuntaron con sus armas y les gritaron y que fueron soldados los que trasladaron a la niña a un centro médico.
El Comité solicita a las autoridades que se realice una investigación exhaustiva a la brevedad para identificar a los agentes que privaron de la vida a la niña y que se les finquen las responsabilidades del caso, así como que se atiendan las necesidades económicas, médicas y psicológicas de la familia.
También solicita una audiencia en Palacio Nacional con familiares de menores muertos por disparos de la Guardia Nacional y el Ejército.
Recuerda, además, de las advertencias hechas por organismos de derechos humanos sobre los riesgos de trasladar la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en particular por el incumplimiento de la ley sobre el uso de la fuerza y el ocultamiento de los reportes pormenorizados sobre el uso de la fuerza letal en perjuicio de la población civil.
En un comunicado, el Comité detalló que dos hechos ocurridos los pasados 11 y 12 de octubre, en los que “tres civiles fueron asesinados por personal del Ejército Mexicano y la Guardia Nacional mientras perseguían a presuntos delincuentes en Nuevo Laredo”.
La organización identificó a las víctimas como la niña Lidia Iris Fuentes Galván de 8 años; la enfermera del IMSS Yuricie Rivera Elizalde, de 46, y un civil “aparentemente secuestrado”, de nombre Diego Alfredo, de 18 años.
El Comité señala que, de acuerdo con información obtenida de las familias de las víctimas, el primer caso ocurrió la noche del viernes 11 de octubre en el crucero de Eva Sámano y Miquihuana en el Fraccionamiento La fe.
Detalla que la víctima Yuricie Rivera se trasladaba en una camioneta particular acompañada de su esposo e hijo cuando recibió un disparo en la cabeza por parte de soldados del Ejército Mexicano, muriendo de manera instantánea en el interior del vehículo.
El Comité refiere que, según testigos, “los militares perseguían a civiles armados cuando comenzaron a dispararles sin importarles que a su alrededor había decenas de familias. Al darse cuenta del llamado de auxilio del esposo de la enfermera por las heridas que presentaba los militares decidieron huir del lugar para evitar responsabilidades penales”.
Relata que el segundo caso ocurrió aproximadamente a las 19:00 horas del sábado 12 de octubre en el Fraccionamiento Palmares, cuando la señora Lidia Galván Reséndez se trasladaba en su vehículo particular a una papelería acompañada de su nieta Lidia iris Fuentes Galván y quedaron en medio de una persecución entre Guardias Nacionales y presuntos delincuentes.
“El vehículo de la señora Lidia quedó prensado entre dos camionetas y asegura que fueron Guardias Nacionales quienes comenzaron a disparar hacia su vehículo causando heridas en la cabeza de su nieta Lidia Iris quien se encontraba agachada en el asiento delantero intentando protegerse de los disparos. La menor fue trasladada de urgencia al Hospital General pero minutos después falleció al recibir un disparo en su cabeza”, menciona.
Detalla que Lidia Iris era estudiante del tercer grado en la escuela primaria federal Plan de Ayala “y desde ayer sus maestros de la escuela difundieron esquelas de condolencias a sus familiares. Hasta el momento la Secretaría de la Defensa Nacional no ha emitido una comunicación oficial por estos hechos”.
Sobre la tercera persona fallecida, el Comité apunta que el joven Diego Alfredo “quedó dentro de una camioneta que perseguían los Guardias Nacionales y soldados del Ejército Mexicano en el mismo Fraccionamiento Palmares. La víctima presentaba huellas de tortura en diferentes partes de su cuerpo y no portaba armas ni equipo táctico, presumiendo que se encontraba en calidad de secuestrado”.
La organización condenó la actuación del gobierno de Tamaulipas y señaló que ni el gobierno estatal, ni la Fiscalía o la Comisión de Derechos Humanos del Estado han ofrecido aún una versión oficial de lo sucedido ni condenado el uso excesivo de la fuerza. Tampoco se ha ofrecido ayuda a los familiares de las víctimas para hacerse cargo de los gastos funerarios y en el caso de los testigos sobrevivientes, gastos médicos o psicológicos.