Pese a que se prevé que la deuda no sobrepase 50% del PIB, los montos por el déficit, el techo de deuda, y el pago de intereses llegarán a máximos no vistos desde hace más de 30 años.
Expansión.- En la discusión de con qué presidente ha crecido más la deuda pública en México en los últimos tres sexenios, cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) muestran que en la administración de Enrique Peña Nieto se vio el mayor incremento de los compromisos financieros del país como proporción a la economía.
De 2012, el último año de Felipe Calderón Hinojosa como presidente de México, al cierre de 2018, último año a cargo de Peña Nieto, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público pasó de 35.6% del PIB a 43.6% del PIB, un incremento de ocho puntos porcentuales. Le sigue la administración de Calderón con un incremento 7.4 puntos porcentuales, al pasar de 28.2% del PIB en 2006, último año con Vicente Fox, a 35.6% del PIB.
De acuerdo con las proyecciones de la Secretaría de Hacienda, este saldo cerrará el sexenio de Andrés Manuel López Obrador en 48.8% del PIB en 2018, último año con Peña este saldo representó 43.6%, lo que implica un incremento de 5.2 puntos porcentuales, el más bajo de los últimos tres sexenios, pero si la proporción más alta de los últimos 30 años.
El pasado 8 de septiembre, la SHCP presentó su propuesta de Paquete Económico de 2024, en la que plantea que el saldo histórico de los requerimientos financieros cierre este y el siguiente año en 49.9% del PIB.
“Con respecto a la deuda pública, esta administración se ha diferenciado de las anteriores por su conducción eficiente, logrando mantener un nivel estable y sostenible hacia el mediano plazo, a pesar del volátil entorno global. De manera específica, se estima que al cierre de este año la deuda pública alcance un nivel de 46.5% del PIB”, explicó el pasado 26 de septiembre, Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda en comparecencia con senadores.
Destacó que este incremento, en comparación con 2018, último año de Peña Nieto, es casi una tercera parte del aumento promedio de 8.2 puntos porcentuales del PIB observado en las dos administraciones anteriores. “La conducción eficiente de las finanzas públicas ha sido reconocida por las principales agencias calificadoras y organismos internacionales, quienes han destacado la solidez fiscal y la capacidad de adaptación de la economía mexicana ante los retos que plantea el entorno externo”, agregó el funcionario.
Pese a que se prevé que la deuda no sobrepase 50% del PIB, los montos por el déficit (la diferencia entre el gasto y los ingresos), el techo de deuda, además del pago de intereses por esta llegarán a máximos no vistos desde hace más de 30 años.
Ante ello, agencias calificadoras como Moody’s Investors Service refirió que el aumento del déficit es consecuencia del aumento del gasto destinado a proyectos prioritarios del actual gobierno, y que el presupuesto del próximo año implica un cambio manifiesto en la conducción de la política fiscal con respecto a lo observado a la fecha.
Renzo Merino, analista soberano de la deuda de México en Moody’s, explicó la semana pasada que es posible que el próximo año se revise la calificación crediticia de México ya teniendo escenarios para las políticas que puedan influenciar en las perspectivas económicas y fiscales del país.
