En un mercado laboral competitivo, el currículum es tu herramienta clave para abrir puertas. Sin embargo, muchas veces, en el intento por sonar profesional o llamativo, se cometen errores que juegan en contra del candidato.
Los reclutadores leen decenas de CV todos los días, y cuando encuentran los mismos términos una y otra vez, tienden a ignorarlos o incluso a desconfiar de quienes los usan.
Esta frase es tan común que ha perdido valor. En teoría, todo trabajador debe estar enfocado a resultados; de lo contrario, no cumpliría con sus funciones básicas.
Lo que realmente importa para un reclutador es cómo alcanzaste esos resultados. En lugar de afirmarlo de forma genérica, muestra ejemplos concretos: ¿Mejoraste el tiempo de entrega en algún proyecto?, ¿superaste metas de ventas?, etc.
2. “El mejor en clase”
Aunque hayas tenido las mejores calificaciones, los reclutadores buscan resultados en el entorno laboral, no académico. Las calificaciones no siempre reflejan habilidades prácticas ni adaptabilidad al entorno de trabajo.
Una mejor estrategia es resaltar logros comprobables: reconocimientos, premios, participación en proyectos relevantes o cualquier experiencia que demuestre tus habilidades en acción.
3. “Experto en…”
Este es uno de los términos más usados y, por lo tanto, también uno de los más vacíos. Cualquiera puede llamarse “experto”, pero son los hechos y resultados los que deben hablar por ti.
Una recomendación clave es describir lo que puedes hacer con esa supuesta experiencia y, de ser posible, acompañarlo con un portafolio, enlaces o casos de éxito.
Ejemplo:
En lugar de: “Experto en marketing digital”
Escribe: “Implementé campañas de redes sociales que sirvieron para aumentar la captación de leads en un 40% durante seis meses”.
4. “Buen compañero”
Esta afirmación puede parecer positiva, pero es innecesaria. Ser un buen compañero es parte de lo que se espera en cualquier ambiente de trabajo profesional, no algo que se necesite declarar por adelantado.
Si realmente quieres demostrar habilidades interpersonales, habla sobre trabajo en equipo, liderazgo en proyectos colaborativos o mentorías. Deja que los hechos hablen por ti y que los reclutadores lo confirmen en tus referencias.
Ejemplo:
En lugar de: “Buen compañero”
Escribe: “Lideré un equipo de cinco personas para el rediseño de procesos internos, logrando reducir conflictos entre áreas”.
Menos adjetivos, más acciones
Los tiempos han cambiado y los CV también deben evolucionar. Hoy más que nunca, los reclutadores valoran la claridad, la precisión y los logros cuantificables.
Las frases hechas ya no impresionan; al contrario, pueden dar la impresión de que no tienes nada relevante que contar.
Piensa en tu currículum como en una campaña de marketing: tú eres el producto y necesitas destacar por lo que haces, no solo por lo que dices ser. Evita adornos innecesarios y enfócate en lo que realmente puede ayudarte a conseguir una entrevista.
¿Y qué sí debes incluir?
- Datos concretos: cifras, porcentajes, plazos.
- Resultados: impacto de tus acciones en la empresa o proyecto.
- Herramientas y tecnologías específicas que dominas.
- Participación en proyectos relevantes o de alto impacto.
- Certificaciones, reconocimientos y publicaciones.