El Acento.- Si te decimos que el unicornio es el animal nacional de Escocia, es probable que imagines su versión moderna: resplandeciente, bañado en purpurina y arcoíris y desprendiendo magia a cada salto.
Pero, en siglos pasados, esta bestia legendaria no sólo se asociaba a la pureza: era también salvaje, temible e indomable.
El unicornio, el animal nacional de Escocia
En un país donde las leyendas abundan, que una bestia mitológica sea el animal nacional no parece una locura.
Sin embargo, el unicornio no se convirtió en el animal nacional de Escocia por su vertiente más mística: de hecho, cuando el animal se incorporó al escudo de armas, todavía se creía que existía o había existido.
Una bestia legendaria
En la antigüedad ya se describía a un animal de enormes dimensiones con un cuerno en la frente. Los griegos lo mencionaban como un animal real, pero exótico, y creían que vivía en la India.
En el folclore europeo, el tamaño del unicornio disminuyó: se representaba como un caballo o una cabra con cola de león, la imagen que ha llegado hasta nuestros días.
Aunque algunos viajeros, como Marco Polo, aseguraban haberlo visto y lo describían como una bestia más parecida a un elefante, ya que lo confundían con los rinocerontes.
Animalito tierno o bestia gigante
Muchos estaban convencidos de la existencia del unicornio, de hecho, como se creía que su cuerno tenía propiedades curativas, en tiempos medievales se vendían objetos elaborados con marfil de unicornio y polvo de cuerno de unicornio.
Aunque, en realidad, estos objetos estaban elaborados con colmillos de narval o de morsa.
De hecho, el colmillo del primero, en forma de espiral, es el origen del cuerno con el que hoy en día representamos el unicornio.
El unicornio y Escocia
Si el unicornio se eligió como el animal nacional de Escocia fue por los valores que representa: nobleza, orgullo, valentía, pureza.
Por un lado, se trata de un animal puro y noble, que elige utilizar su poder para hacer el bien y no el mal.
Pero, por el otro, es un animal salvaje e indomable, que prefiere morir antes de que ser capturado.
Según el folclore, solo una doncella virgen, tan pura como él, es capaz de domarlo.
Los escoceses se vieron reflejados en sus características: son también un pueblo orgulloso, valiente y luchador, dispuesto a batallar hasta extremos impensables para que no lo conquisten y para mantener su libertad.
Y así, con el tiempo, el unicornio se ha convertido en un símbolo de Escocia tan reconocible como la cruz de San Andrés o el cardo.
Escudo de armas
Se cree que el unicornio se utilizó por primera vez en el escudo de armas de Escocia durante el reinado de Guillermo I, en el siglo XII.
En el siglo XV, durante el reinado de Jacobo III de Escocia, se crearon monedas de oro con el unicornio grabado, los unicornios y medios unicornios.
Cuando Jacobo VI de Escocia se convirtió en Jacobo I de Inglaterra, uniendo así las coronas de ambos países, el monarca decidió modificar el escudo de armas para reflejar el cambio.
Antes, el escudo escocés mostraba dos unicornios, pero, a partir de entonces, uno de ellos pasó a ser un león, el animal nacional de Inglaterra.
Esta sigue siendo la distribución del escudo de armas del Reino Unido hoy en día, aunque existen dos versiones.
En la escocesa, vemos el unicornio a la izquierda y el león a la derecha, mientras que, en la inglesa, vemos los animales al revés, además de otras diferencias.
¿Por qué el unicornio está encadenado?
El animal suele tener un grillete alrededor del cuello y una cadena dorada que le envuelve el tronco.
En otras representaciones, la cadena aparece rota para simbolizar el poder del unicornio, animal de difícil captura.
Por ende, es probable que el animal encadenado simbolice el poder de los reyes escoceses, capaces incluso de capturar y domesticar esta bestia salvaje.