Quienes conocen poco de licores, quizá no noten las diferencias entre el tequila, el mezcal y el aguardiente, pero sí las hay, pues cada una posee diferentes cualidades que las convierten en un producto muy especial, sobre todo en eventos de este tipo.
¿Cuáles son las diferencias entre estos tres licores?
El tequila, el mezcal y el aguardiente tienen diferencias desde su proceso de fabricación hasta su sabor.
Mientras el tequila se obtiene exclusivamente del agave azul, el mezcal es posible obtenerlo de hasta una decena de agaves diferentes, siendo el espadín el más conocido.
Por su parte, el aguardiente sale de diferentes frutas, cereales, hortalizas y granos, cuya pasta es usada para su elaboración.
Algunos alimentos utilizables en la elaboración del aguardiente son: la manzana, uva, pera, ciruela, cereza, caña, el trigo y el maíz.
Respecto al proceso de elaboración, el tequila se corta y desgarra el agave para posteriormente extraer el azúcar y el bagazo, luego se aplica un proceso de cocción, seguido de la fermentación, la destilación, el añejamiento y por último el ensamblaje.
Quienes hacen mezcal, primero cortan el agave y cuecen las piñas en un horno para después darle apertura a un proceso de molienda, que es donde se fermentan las fibras de los agaves cocidos y molidos, obteniendo así una fermentación.
Por último, el aguardiente necesita la fermentación de los jugos y melados de la caña de azúcar, para poder ser destilado, proceso que termina dando como resultado la bebida.
¿Cuál bebida pega más?
El consumir alguna de estas tres bebidas en grandes cantidades hará que la persona en cuestión resulte en estado de ebriedad, pero hay que aclarar que es el mezcal la bebida que más pega, dado que puede llegar a los 45 grados de alcohol.
Mientras el tequila alcanza los 40 grados como máximo, el aguardiente podrá lucir una graduación de 30 grados, muy por debajo de lo que ofrece el mezcal.