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Aristegui.- El secretario adjunto de la CTM, Tereso Medina, propuso pausar las revisiones de contratos colectivos hasta después del 3 de marzo ante la incertidumbre por la imposición del arancel del 25% al acero y aluminio desde Estados Unidos, que afectará a trabajadores de la industria automotriz, metalurgia y otros. Advirtió que no se puede negociar sin claridad y llamó a la unidad nacional para proteger el empleo.
También advirtió que la imposición de un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas de acero y aluminio hacia Estados Unidos pondría en riesgo miles de empleos, por lo que hizo un llamado a dejar atrás intereses sectoriales y cerrar filas con la presidenta Claudia Sheinbaum para la defensa de la soberanía y las fuentes de empleo.
Según el sindicalista, los sectores más afectados serán el automotriz, autopartes, metalmecánico y metalúrgico.
Asimismo, hizo un llamado a que el sector productivo deje atrás “intereses sectoriales, particulares y de grupo para poder defender y en este momento sumarnos y respaldarnos a la defensa y apoyo de todo lo que tenga que ver en la soberanía nacional”, y hacer equipo con la presidenta Claudia Sheinbaum.
El dirigente sindical mencionó que “México le ha apostado a ser uno de los mejores lugares competitivos para transitar de la fabricación de los motores de diésel y gasolina a los autos eléctricos, a la robótica, a la automatización”.
También destacó que los trabajadores mexicanos han demostrado “su talento, su destreza y su compromiso de formación y capacitación“.
“Me parece que sería también muy importante que, sin que suene a presión, pausemos las revisiones de contratos colectivos en México hasta después del 3 de marzo”, dado que es la fecha en que vence la suspensión arancelaria acordada entre el gobierno de Donald Trump y el de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Indicó que los trabajadores no pueden negociar contratos colectivos en medio de la incertidumbre y abogó por que cualquier acuerdo respete el pago retroactivo de los salarios.
El líder sindical mencionó que recientemente General Motors en Ramos Arizpe canceló más de mil plazas de trabajo tras la decisión de Honda de cancelar un contrato de ensamblaje con la armadora.
Además, en la empresa Joyson Contra se eliminaron otras 400 plazas.
“Estas plazas que se cancelan son las que tienen que ver con la proveeduría de la industria automotriz que depende de las armadoras General Motors, Stellantis y Ford”, explicó.
Señaló que General Motors exporta el 80% de su producción en México y cuestionó quién asumiría el costo del arancel.
Bueno, el consumidor norteamericano.
Afirmó que hay apertura al diálogo con las empresas y que “a través de la propuesta y no de la protesta” se busca encontrar una solución que garantice la estabilidad laboral.
Por último, destacó que el pasado sábado se realizó un encuentro nacional de sindicatos de distintas ramas, incluyendo la CTM, CROM, CROC, CTC, así como sindicatos de maestros, mineros, petroleros y electricistas.
“Por primera vez en muchos años no coincidíamos las grandes centrales y sindicatos nacionales”, señaló Medina, quien consideró el evento como “histórico y trascendente” en la búsqueda de una posición unificada frente a la posible imposición de aranceles.