¿Cuáles serán los temas clave del debate entre Joe Biden y Donald Trump?

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La migración y el derecho al aborto suenan como los temas clave en el primer enfrentamiento entre los candidatos a la presidencia de Estados Unidos.
Expansión.- El primer debate entre el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump en la carrera por la Casa Blanca, previsto para el jueves en Atlanta, una ciudad en el sur de Estados Unidos, podría resumirse así: el primero intentará demostrar que no es un anciano senil y el segundo que no es un déspota temperamental.

La CNN transmitirá esta confrontación de una hora y media, inusualmente temprana, ya que los candidatos presidenciales suelen esperar a ser nominados por sus partidos para debatir.

Pero las elecciones de noviembre, que según las encuestas serán muy reñidas, se salen de lo común.

Oponen a los dos candidatos más viejos de la historia y a un presidente contra un predecesor que nunca reconoció su derrota en 2020 y además fue declarado culpable en un caso de pagos ocultos a una actriz porno.

El aborto, el estado de la democracia y los conflictos fuera de fronteras, como las guerras en Ucrania y entre Israel y el grupo palestino Hamás, son temas que preocupan a los votantes.

Migración: Biden llega con un par de ases bajo la manga

Biden acudirá al debate armado con nuevas políticas de inmigración y fronteras que sus partidarios esperan mejoren su posición entre los votantes escépticos. El presidente anunció en junio dos importantes medidas con las que pretende hacer frente a los retos migratorios y atraer al electorado: una prohibición de asilo para reducir los cruces ilegales en la frontera entre Estados Unidos y México y una amplia legalización de los residentes casados con ciudadanos estadounidenses.

Las dos políticas, una encaminada a rechazar a nuevos inmigrantes y otra centrada en legalizar a cientos de miles que ya están en el país, ilustran el delicado equilibrio político que ha tenido que hacer Biden en su carrera por un nuevo mandato en la Casa Blanca.

Durante la presidencia de Biden se ha capturado a un número récord de inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México, y la inmigración se ha convertido en una de las principales preocupaciones de los votantes antes de las elecciones del 5 de noviembre.

Las dos políticas, una encaminada a rechazar a nuevos inmigrantes y otra centrada en legalizar a cientos de miles que ya están en el país, ilustran el delicado equilibrio político que ha tenido que hacer Biden en su carrera por un nuevo mandato en la Casa Blanca.

Biden, demócrata, ha endurecido su enfoque en la frontera frente a las críticas de Trump, republicano que adoptó duras medidas en su presidencia de 2017-2021 y ha prometido una amplia represión de la inmigración si vuelve a ser elegido.

En política de inmigración, los votantes prefieren a Trump sobre Biden por un margen de 17 puntos porcentuales, según una encuesta de Reuters/Ipsos de mediados de mayo. El tema será uno de los protagonistas del debate entre los dos candidatos el jueves en Atlanta.

A principios de año, Biden presionó al Congreso para que aprobara una ley bipartidista de seguridad fronteriza, pero los republicanos la rechazaron en febrero después de que Trump se opuso.

El 4 de junio, Biden puso en marcha una nueva política que prohíbe a la mayoría de los inmigrantes que cruzan ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México solicitar asilo, afirmando que el decreto era necesario para reducir la inmigración ilegal en ausencia de legislación.

La política pretende deportar rápidamente a los migrantes que llegan a la frontera a sus países de origen o de vuelta a México, en lugar de dejarlos en libertad en Estados Unidos, donde podrían esperar años para resolver su caso en los tribunales.

En las últimas semanas ha descendido el número de inmigrantes que cruzan la frontera, aunque las autoridades estadounidenses afirman que es demasiado pronto para evaluar si esta tendencia se mantendrá.

Aunque el endurecimiento de las medidas en la frontera fue impulsado por los datos de las encuestas que mostraban que la mayoría de los estadounidenses quieren controles más estrictos, la Casa Blanca también se ha fijado en otros sondeos que mostraban lo que cree que es una oportunidad para movilizar a los votantes latinos con medidas a favor de los inmigrantes, dijeron a Reuters dos fuentes familiarizadas con el asunto.

A principios de año, Biden presionó al Congreso para que aprobara una ley bipartidista de seguridad fronteriza, pero los republicanos la rechazaron en febrero después de que Trump se opuso.

Las encuestas incluyen una del grupo de defensa Immigration Hub que mostró que una medida para legalizar a los cónyuges de ciudadanos estadounidenses tendría un fuerte apoyo entre los votantes, especialmente los latinos, dijo una de las fuentes.

Los sondeos, junto con la presión de demócratas y activistas, animaron a Biden a ofrecer una vía a la ciudadanía a unos 500,000 cónyuges de ciudadanos estadounidenses, la mayoría de los cuales eran residentes de larga data en Estados Unidos, procedentes de México, dijeron.

Matt Barreto, un encuestador de la campaña de Biden que llevó a cabo el sondeo de Immigration Hub, dijo que los estadounidenses ven a los inmigrantes en la frontera de forma diferente a los residentes de larga duración y quieren tanto la aplicación de las leyes fronterizas como un trato justo para los que viven y trabajan en sus comunidades desde hace años.

“Cuando surge en los grupos de discusión y decimos: ‘¿Qué pasa con la persona que limpia tu casa? ¿Qué pasa con la persona que cuida de tus hijos o de tu anciana madre?”, dijo Barreto. “Les encantan”.

La portavoz de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, criticó la semana pasada el nuevo programa de Biden y señaló el apoyo de los votantes a las deportaciones. Una encuesta de Reuters/Ipsos en mayo encontró que más de la mitad de los votantes estadounidenses respaldaban las deportaciones de la mayoría o todos los inmigrantes en Estados Unidos ilegalmente.

“En el primer día de regreso a la Casa Blanca, el presidente Trump iniciará la mayor operación de deportación criminal de inmigrantes ilegales y restaurará el Estado de derecho”, dijo.

Aborto: un tema inevitable para Biden y Trump

El aborto se ha convertido en un tema ineludible para los candidatos a la presidencia dos años después de que la Corte Suprema de Estados Unidos anulara el derecho constitucional a la interrupción del embarazo.

El 24 de junio de 2022, este tribunal, reformado durante el mandato presidencial de Trump, revocó la sentencia que garantizaba el derecho federal de las estadounidenses a abortar y dejó que cada estado legislara sobre la materia.

Ese mismo día, los primeros estados prohibieron el aborto en su territorio, obligando a las clínicas a cerrar o a trasladarse.

Ahora el país está dividido entre la veintena de estados que han decretado prohibiciones o restricciones, principalmente en el sur y el centro, y los costeros, que lo han consolidado o fortalecido.

La decisión de la Corte Suprema ha tenido fuertes repercusiones políticas: los conservadores han perdido casi todos los referendos o votaciones sobre el derecho al aborto, incluso sorprendentemente en estados como Ohio, Alabama y Kansas.

En los dos últimos años, “el movimiento proaborto ha descubierto que a los estadounidenses les importa el derecho al aborto mucho más de lo que habían previsto”, afirma Mary Ziegler, profesora de derecho de la Universidad de California.

Los demócratas esperan que este tema les aporte votos, sobre todo entre las mujeres y los jóvenes, de cara a las elecciones presidenciales de noviembre.

El presidente Biden, un católico practicante que durante mucho tiempo se ha mostrado prudente sobre el tema, se ha convertido en un defensor del derecho al aborto.

“Donald Trump es el único responsable de esta pesadilla”, afirmó Biden en un comunicado este lunes.

La compañera de fórmula de Biden, Kamala Harris, primera mujer en convertirse en vicepresidenta de Estados Unidos, recorre el país desde hace meses para movilizar a los demócratas sobre este asunto.

Este lunes visitó Arizona, un estado fronterizo con México.

Este estado es uno de los que más puede influir en las elecciones presidenciales. En los últimos meses, se ha visto sacudido por acalorados debates en torno a una ley de 1864 que prácticamente prohibía el aborto y que finalmente fue derogada por su gobernadora demócrata.

Los demócratas también han promovido minirreferendos sobre el aborto en varios estados cruciales en todo el país, para que se celebren el mismo día de las elecciones presidenciales.

El razonamiento es sencillo: podrían movilizar a votantes posiblemente prodemócratas que, de otro modo, se habrían visto tentados de no acudir a las urnas.

Los sondeos los respaldan.

Según una encuesta de Fox News publicada el miércoles, el 47% de los votantes considera que el tema del aborto es “extremadamente importante” a la hora de decidir entre Biden y Trump.

Trump repite una y otra vez que la sentencia de la Corte Suprema fue posible gracias a los nombramientos de magistrados que él hizo, pero se muestra deliberadamente ambiguo sobre el tema.

“Deben seguir su corazón en este asunto, pero recuerden que también deben ganar elecciones”, dijo Trump en un mensaje de video a principios de abril.

A modo de ejemplo, el candidato republicano no está haciendo campaña con la promesa, muy impopular, de prohibir el aborto en todo el país mediante una ley federal, como le gustaría a la derecha religiosa.

“Lo mejor que puedes hacer si tu postura es impopular (…) es no aclararla”, afirma la profesora Mary Ziegler.

Por todo ello es muy probable que Biden ataque a su rival en este tema durante el primer debate entre ambos, previsto el jueves por la noche.

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