Un proceso de adopción, no solamente es largo y complejo desde lo legal, sino que también tiene implicaciones emocionales muy profundas.
Vasthy Santoyo Pilar, nuestra terapeuta, nos contó en Arriba San Luis con Jesús Aguilar, que en un proceso de adopción, los niños y niñas involucrados se enfrentan de primera instancia a la pérdida y al duelo.
Los niños, dijo, experimentan una profunda tristeza por saber que perdieron a una familia biológica, pues aún y cuando no tengan recuerdos conscientes de ese círculo, saben que hay una pérdida y tienen que hacer un duelo.
“Se hace más complejo el proceso porque cuando no los conocieron, hay un vacío en cuestión de estructura emocional” indicó.
Añadió que los niños y niñas, en proceso de adopción, enfrentan incertidumbre y miedo porque al tener la consciencia de que perdieron a su familia o fueron rechazados por ella, surge el miedo al nuevo hogar y a las nuevas personas que le rodearán ahora.
Santoyo Pilar afirmó que pueden enfrentar culpa “porque los papás biológicos lo rechazaron porque había algo malo con ellos o porque hicieron algo malo”, esto debido a que en la infancia los niños creen que todo gira al rededor de ellos, lo cual es sano.
Además hay baja autoestima por la sensación que habrá de abandono y tienden a sentirse diferentes a los demás niños, pues aunque estén ya en una familia que los adoptó, van a saber que no nacieron “de su mamá como todos los niños que los rodean, por eso hay una sensación de diferencia que es permanente”.
Otro punto que nuestra terapeuta señaló, es que los niños y niñas que enfrentan un proceso de ser adoptados pueden tener dificultad para confiar, porque si los padres biológicos los rechazaron, no saben qué esperar de los otros adultos con los que se encuentran.
Vasthy Santoyo Pilar destacó que los impactos emocionales en los niños pueden reducirse si se trabajan con anticipación y que no se debe mentir a los niños y niñas sobre su familia de origen.
Contó que parte de su experiencia fue ser parte del Comité de Adopciones en una institución, donde era importante saber manejar ante los niños, ¿cuál era su historia de vida? y cuando iban a ser adoptados, también era necesario generar convivencias previas para crear apego y sentido de pertenencia.
Por lo que toca a la familia que adopta, explicó que puede haber felicidad y emoción, sin embargo estos sentimientos no duran todo el tiempo y luego de ese primer periodo pueden presentarse ansiedad e incertidumbre porque hay duda de si se puede cumplir con la responsabilidad de criar a un niño o niña adoptados.
Reiteró que ya en la familia es necesario hablar con honestidad del origen de los niños, por qué fueron adoptados. Pero también que se genere un ambiente seguro en el que sientan el amor incondicional por parte de la nueva familia.
Finalmente nos dijo que dentro de todo este proceso es importante que la familia y los niños tengan acompañamiento psicológico.
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Vasthy Santoyo Pilar, es psicóloga clínica, cuenta con maestría en hipnosis y está doctorada en educación. Actualmente da consulta privada y participa en diferentes foros como ponente en temas de sexualidad, género y violencia. También es autora de “Los Perros no tienen piedad” editado por Vocho Amarillo.