¿Cuenta regresiva? Cinco señales que apuntan que AMLO no tendrá retiro político

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El presidente López Obrador ha asegurado que en octubre ya no tendrá actividad política, sin embargo, analistas afirman que no habrá jubilación y que hay señales claras de ello.

Expansión.- “Entrego la banda y me voy… voy a iniciar una etapa nueva en mi vida. Lo primero es arrodillarme para agradecer al pueblo y al creador el tiempo que yo aguante, y ya empezar una rutina, ya la tengo concebida”, así adelantó el presidente Andrés Manuel López Obrador su retiro de la política, luego de que este 1 de octubre pase la banda presidencial a Claudia Sheinbaum y ponga punto final a su sexenio.

Entre el calor húmedo, ceibas, saraguatos y guacamayas de Palenque, Chiapas, es como López Obrador ha descrito su retiro de la política y de la administración pública tras décadas de ser un líder opositor, presidente de partido, jefe de Gobierno de la Ciudad de México y tres veces candidato presidencial.

Su lugar de retiro, asegura, será en “La Chingada”, la finca heredada de sus padres, donde no recibirá visitas ni llamadas de líderes políticos, ni usará redes sociales, ni mucho menos dará entrevistas o conferencias de prensa.

Pero, a días de que deba iniciar el retiro de López Obrador, analistas políticos advierten que hay varias señales que alertan que no se jubilará de la actividad política.

“A pesar de que se vaya a Chiapas, es un actor que va a tratar de estar presente en la vida pública, ya sea porque se convierta en alguna especie de presidente honorario o que ejerza su derecho de disentir con Claudia Sheinbaum, como ya se lo advirtió, con la toma de una decisión que a él no le parezca. Entonces, creo que López Obrador no se va a ir a la banca”, plantea Salvador Mora, académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

Cuando está por concluir un sexenio, el presidente saliente entra al ocaso, pero con López Obrador ha sido diferente. Mientras otros expresidentes como Enrique Peña Nieto fueron cediendo reflectores y espacios, él se mantiene en activo opinando sobre las últimas reformas, realizando giras y en conflicto con sus socios comerciales Estados Unidos y Canadá.

“López Obrador es un animal político, por lo que no se va a desprender del poder, de lo que pueda seguir manejando. Y tiene un activo muy fuerte, que es el propio partido. Morena es su creación, es su partido, es el líder de esta fuerza política. Me parece un escenario muy difícil pensar que se vaya a su rancho y se quede ¿sentado en una hamaca?, ¿escribiendo sus memorias? Lo veremos todavía interviniendo en la política”, afirma Luz María Cruz, catedrática de la UNAM y analista política.

Y para ellos, estas son algunas señales que hacen pensar que López Obrador se mantendrá activo en la política, aún después del 1 de octubre cuando entregue la banda presidencial a la primera mujer presidenta.

1. Conflicto con EU

Sus últimos días como presidente, que deberían ser de transición, López Obrador ha contribuido a hacerlos tensos, en particular con su conflicto con los representantes de Estados Unidos y Canadá en el país.

Esa una muestra de que el presidente no se retirará de la política pues si quisiera hacerlo, debería tener como propósito dejar un país estable.

“Si él se quisiera retirar, tendría que dejar un país estable, pero con el conflicto con Estados Unidos y Canadá, muestra que es un actor que no está contenido, que no ve que su futuro ya está agotado. No quiere dejar una herencia fuerte y quiere volverse un factor en algún momento, en el cual le den un nombramiento o alguna posición”, dice Salvador Mora.

Gustavo López Montiel, catedrático del Tecnológico de Monterrey, considera que la confrontación con Estados Unidos da muestra de que el presidente se resiste a perder el poder y que se mantendrá activo.

“Es un signo de la forma en la que él siente que está perdiendo el poder. El presidente está erosionando y como ya hay una fecha en la que él va a dejar de ser presidente es la razón por la cual él está tratando de demostrar que quien manda es él hasta el último minuto y que después de ese último minuto, él va a seguir mandando”, sostiene.

“Hay conjunto de elementos que dejan que está perdiendo poder, pero su reacción a eso, dan señales de que no va a ser fácil que se vaya al retiro”. –  Gustavo López Montiel, profesor del Tecnológico de Monterrey.

El Gabinete de Claudia Sheinbaum, futura presidenta de México, es también muestra de que Andrés Manuel López Obrador “se va, pero no se va” de la política.

De los 19 nombramientos que realizó Sheinbaum para su Gabinete legal, 10 son de perfiles cercanos o trabajaron en el gobierno de López Obrador. Se trata de Rosa Icela Rodríguez, Ariadna Montiel, Lázaro Cárdenas Batel, Raquel Buenrostro, Rogelio Ramírez de la O, Juan Ramón de la Fuente, Marcelo Ebrard, Alicia Bárcena, Edna Elena Vega y Mario Delgado.

“Hay muchos lópezobradoristas, más que morenistas, que ocupan carteras claves dentro del gobierno de Claudia. La propia Rosa Isela Rodríguez, por ejemplo; entonces, es compleja esa situación, pero a partir del 1 de octubre y durante, los primeros 100 días de su gobierno, veremos si hay distanciamiento o total subordinación”, comenta Mario Ramírez, profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

 

Gabinete de Claudia Sheinbaum

3. Liderazgos en el Congreso

Otra de las señales de que, a decir de los analistas, el presidente seguirá activo, es a través de los coordinadores de la bancada de Morena en Diputados y en el Senado de la República. Se trata el exsecretario de Gobernación, ex gobernador de Tabasco y paisano, Adán Augusto López Hernández y el exsenador y excoodinador de campaña de AMLO, Ricardo Monreal.

Ambos personajes, además de ser muy cercanos al mandatario, fueron precandidatos a la Presidencia y compitieron por el lugar con Claudia Sheinbaum, y fue una propuesta presidencial de López Obrador, la que hizo que llegaran al legislativo por vía de representación proporcional y se convirtieran en los líderes de la bancada en la ambas Cámaras del Congreso.

monreal-adán-augusto

Además, varios de los diputados y senadores que conformarán la 66 Legislatura son muy cercanos a López Obrador, por lo que, se espera le respondan a él.

“El grueso de los legisladores, legisladoras que están en el Congreso, le deben el cargo a López Obrador. Entonces, creo que ellos son los que al final, van a presionar a Claudia Sheinbaum (de no desviarse nada del proyecto obradorista)”, destaca Gustavo López Montiel.

4. Morena y los hilos de AMLO

Si Luisa María Alcalde es electa como presidenta de Morena, esa será otra señal de que el presidente se mantendrá en la política.

Alcalde Luján tiene méritos propios y experiencia para ser la cabeza de Morena para los próximos tres años, pero también se le suma que es hija de Bertha Luján Uranga, una de las mujeres más cercanas al presidente López Obrador y quien lo acompañado en su carrera. Cuando fue jefe de Gobierno de la CDMX, ella fue la contralora general y en Morena ha sido la secretaria general del partido.

Alcalde-AMLO

Salvador Mora sostiene que más que para tomar decisiones, el partido servirá a López Obrador para ejercer su facultad de veto.

“Si llega Alcalde a Morena, no es por estrategia del partido, sino estrategia de López Obrador, que está pensando seguir incidiendo en la política, pero con una capacidad de veto en particular, es decir, quizá no nombra, pero sí veta”, sostiene.

Los expertos plantean que al ser el fundador de Morena, el presidente es quién determina a quién le deja la conducción del partido y esta vez, ha decidido que sea la familia Alcalde.

5. Llamado a cuentas

Si en el gobierno de Claudia Sheinbaum no se llama a cuentas a funcionarios implicados en polémicas o asuntos de corrupción de este gobierno, también será muestra de que Andrés Manuel López Obrador sigue presente.

Salvador Mora explica que con la llegada de un nuevo gobierno, suele haber movimientos importantes y, entre ellos, de llevar ante la justicia a quienes pudieron incurrir en actos deshonestos o polémicos. Sin embargo, prevé que tratarse de una continuidad, no habrá cambios relevantes.

“Mientras no se dé un resquebrajamiento derivado de que se vaya a llamar y se lleve a algún miembro del gabinete de López Obrador a prisión por malos manejos, creo que tenemos varios, pero si eso no pasa, evidentemente podemos decir la mano de López Obrador está ahí”, sostiene.

La encargada de revisar y meter ordena a los funcionarios en materia de corrupción, será Raquel Buenrostro, la exjefa del SAT, ahora secretaria de Economía y muy cercana a López Obrador.

 

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