Derechos Humanos no terminan por estar detrás de las rejas

0
112

Los derechos humanos no se desvanecen en la prisión, como quisieron demostrar personas privadas de su libertad en el Centro Penitenciario del Xolol, localizado en el municipio de Tancanhuitz de Santos, pintando un mural que denominaron Justicia y Dignidad.

Fueron varias reclusas que tuvieron la oportunidad de participar en este proyecto que trasciende la expresión artística, es también de denuncia y de defensa de sus derechos y garantías individuales.

Guiadas por la muralista internacional Janín Garcín, llevaron a cabo la creación de un mural en las paredes del penal, donde aseguraron que la dignidad y la justicia van más allá de ser un mural sino un acto de exigencia y un poderoso recordatorio de que la dignidad no está condicionada por el entorno.

Estas mujeres forman parte de un programa que se llama CERESAS “Centro de Superación y Recuperación en Adicciones”, pero también participaron en este mural las personas que visitaban a sus parientes y así como las internas plasmaron su realidad, se sumaron otras en diferentes momentos para elevar más la voz de justicia.

Esta obra titulada “Justicia y Dignidad”, representa un testimonio visual que desafía los estigmas al recordarnos que la dignidad humana y los derechos fundamentales no terminan al estar tras las rejas. Janín Garcín compartió sus experiencias al inicio del evento, destacando cómo el arte puede ser un acto de resiliencia.

Las mujeres participantes no solo contribuyeron activamente a la creación del mural, sino que también compartieron reflexiones sobre la importancia de procesos dignos y justos de reinserción social. “Justicia y Dignidad” es un esfuerzo colectivo para recordar al mundo que las personas privadas de su libertad tienen derechos que deben ser respetados.

Este proyecto se hizo realidad debido a que hubo participación de la organización civil Perteneces que preside José Mario de la Garza, ahí se explica que el arte y la cultura son considerados como un eje de la reinserción social. Además que en este caso fue una manera plasmar este mural un recordatorio de que la dignidad no se pierde en prisión.

“En Perteneces creemos que el arte funciona como catalizador de emociones y medio de expresión en los centros penitenciarios, se revela como una herramienta valiosa para la reinserción social y el desarrollo psicosocial de las personas privadas de su libertad. Se reafirma su compromiso de colaborar activamente con las autoridades penitenciarias, promoviendo actividades que contribuyen a mejorar los procesos de reinserción social”.

Este mural es un paso significativo hacia la construcción de un sistema penitenciario que respete y promueva la dignidad humana.

Compartir en:

Leave a reply