El creador del sitio web aceptó que con el paso de los años los usuarios utilizaron la plataforma con fines negativos.
ABC.- Omegle, sitio web de chat y video en línea que permitía a los usuarios interactuar con personas de todo el mundo, cerró su servicio a 14 años de su lanzamiento.
El fundador de este portal, Leif K-Brooks, fue quien dio a conocer la noticia, abordando ciertos puntos como los primeros pasos y la misión que tenía la empresa.
De acuerdo con el empresario, Omegle nació desde la intención que tenía por conocer personas interesantes, esto al ser alguien que vivía en un pueblo pequeño, y que además tenía un amargo antecedente que lo marcó cuando era un niño.
“Como superviviente de una violación en la infancia, era muy consciente de que cada vez que interactuaba con alguien en el mundo físico, ponía en riesgo mi cuerpo físico. Internet me proporcionó un refugio contra ese miedo”, señaló.
En la carta de despedida, Leif K-Brooks reconoció que sus tareas se volvieron demandantes y eso propició a sufrir un desgaste psicológico y financiero, que lo orilló a desaparecer el proyecto, situación que causó asombro en redes sociales.
“Operar Omegle ya no es sostenible, ni financiera ni psicológicamente. Francamente, no quiero tener un ataque al corazón cuando tenga 30 años”, dijo.
Mal uso de Omegle también ayudó a su desaparición
Otro factor que coadyuvó al adiós de Omegle fue el presunto mal uso que los usuarios le dieron, y es que según su fundador, las intenciones de las personas que utilizaban dicha herramienta eran cada vez más negativas.
“Con el paso de los años la gente lo ha utilizado para conocer nuevas culturas, para buscar un consejo, para aliviar el sentimiento de soledad, incluso para conocer el amor… pero desafortunadamente en la virtualidad las herramientas pueden ser usadas para el bien o para el mal”, declaró.
¿Qué era Omegle?
Como se explicó al inicio, Omegle era un sitio web de chat de video que emparejaba a usuarios aleatorios identificados como “Tú” y “Desconocido”, quienes charlaban de manera virtual a través de texto o mediante una videocámara.
Para ingresar a Omegle no hacía falta crear una cuenta, y una vez dentro, el usuario podía agregar sus intereses, mismos que eran analizados para enviar propuestas de “desconocidos” con gustos similares.
