Las autoridades capitalinas encontraron al menos cinco restos óseos en un vehículo de color gris, mismos que habían sido sustraídos de unas tumbas.
Infobae.- En la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México (CDMX) dos mujeres fueron detenidas por el presunto robo de osamentas que habían sustraídas de un pantenón ubicado en dicha demarcación. Se presume que los restos humanos serían utilizados para rituales religiosos.
Su aprehensión se realizó cuando elementos capitalinos realizaban recorridos de vigilancia al interior del Panteón Civil San Nicolás, localizado en la avenida San Lorenzo, colonia Paraje San Juan. Durante estas acciones los oficiales se percataron de la presencia de un par de mujeres que cargaban lo que parecían ser piezas óseas.
Cuando las ahora detenidas intentaron subir las osamentas a un vehículo de color gris, policías auxiliares de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) les marcaron el alto para llevar a cabo una inspección, ya que estaban ante un posible hecho delictivo. Fue así como tras una revisión preventiva se logró determinar que se trataban de restos humanos.
Debido a ello, las mujeres de 36 y 42 años fueron detenidas por las autoridades. Una vez aseguradas, quedaron a disposición del Ministerio Público para determinar su situación jurídica, mientras que la administradora del lugar fue notificada por lo ocurrido.
Rituales de santería
Reportes extraoficiales señalaron que las mujeres detenidas se dedicaban a profanar tumbas de dicho panteón, por lo que supuestamente los administradores del lugar tenían conocimiento de estos hechos, ya que se presume no era la primera vez que ocurría un suceso de esta índole.
Asimismo, se indicó las mujeres hurtaron los huesos por presunto encargo de una “bruja” (una persona que les pedía restos humanos para llevar a cabo “trabajos” que eran solicitados por un grupo delictivo), aunque lo anterior no ha sido confirmado por las autoridades capitalinas.
El periodista especializado en temas de seguridad, Antonio Nieto, dio a conocer a través de su cuenta de Twitter que las osamentas eran ocupadas para supuestos “rituales de santería”. Sin embargo, hasta el momento no se ha comprobado los fines que se les daban.
En las imágenes compartidas por la SSC se pueden observar al menos cinco piezas óseas de diferentes tamaños. Será conforme avancen las investigaciones en la manera en que se determine su procedencia, es decir, si pertenecían a una misma persona o a diferentes.
Robos en panteones
La sustracción de restos óseos en panteones de la CDMX es algo que se ha presentado en diversas ocasiones. A principios de enero de 2022 se dio a concer el caso del bebé Tadeo, cuyo cuerpo fue robado del panteón San Nicolas Tolentino, en la alcaldía Iztapalapa, donde había sido enterrado por sus familiares.
El bebé todavía tenía el brazalete del hospital donde había sido atendido por una hemorragia aguda pulmonar, razón por la cual falleció a tres mess de haber nacido. El 14 de enero, el cuerpo de un menor fue hallado en la basura del penal de San Miguel, ubicado en el estado de Puebla.
En un primer momento se desconocía la identidad de la víctima, pero el 22 de enero se dio a conocer que el bebé abandonado en dicho lugar era Tadeo. Cuando sus padres se enteraron de lo ocurrido en Puebla, sospecharon que se podía tratar de su hijo, por lo que acudieron al panteón de Iztapalapa para verificar si todavía se encontraba su cuerpo.
“El declarante se trasladó a la ubicación de la tumba y constató que en el lugar no se encontraba ningún cadáver, por lo cual se presentó a denunciar los hechos”, informó en su momento la Fiscalía de la CDMX. Debido a ello, cinco personas fueron detenidas por participar en el ingreso de Tadeo al penal de Puebla.
Ante este caso, el gobierno capitalino dio a conocer una propuesta de reglamento para los cementerios y crematorios de la Ciudad de México. Entre las nuevas mediadas destaca una reforma al Código Penal para que las penas sean de cinco hasta 10 años de prisión a quienes comercialicen, distribuyan o trasladen restos humanos sin autorización.