El 31% de las mujeres asesinadas por violencia machista en 2024 había denunciado a su agresor: es la cifra más alta

En lo que va de año, 11 ciudadanas han muerto a manos de sus parejas o exparejas, cinco en el mes de marzo. Por ello, la ministra de Igualdad ha convocado este lunes un comité de crisis
El País.- El 31% de las mujeres asesinadas por violencia machista en 2024 (15 de 48) había denunciado previamente a su agresor y en cinco casos había una orden de alejamiento, según los datos presentados este lunes por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género. Es el porcentaje más alto desde que hay recuento oficial (2003). La ministra de Igualdad, Ana Redondo, que ha presidido este lunes un comité de crisis para analizar los feminicidios producidos durante el mes de marzo de 2025, ha dicho, preguntada específicamente por este periódico sobre los posibles fallos del sistema, que es importante quedarse con los logros.
“Se recogen dos datos fundamentales en ese informe [del Observatorio], hay un 17% menos de asesinatos que en 2023 y un 31% más de denuncias”, ha expresado. Eso, a su juicio, demuestra que pueden salir del entorno de violencia. “Son capaces de alzar la voz y de romper ese cerco de dominación. Es el dato positivo”, ha recalcado tras asegurar que el sistema funciona porque se reducen las muertes y aumentan las demandas. “Cada mujer que salva su vida es un éxito de la democracia”, ha señalado.
Estos comités de crisis se convocan cuando se produce una concentración de asesinatos machistas igual o superior a cinco en un mismo mes. Por ello, también se tendrán que analizar en una reunión próxima los crímenes perpetrados en abril.
En lo que va de 2025, 11 mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas. Seis de ellas eran españolas y cinco extranjeras, al igual que los feminicidas. Nueve de ellos tenían una relación sentimental con las víctimas y dos eran sus exparejas o estaba en fase de ruptura.
Desde que arrancó la estadística oficial, en 2003, 1.305 ciudadanas han muerto a manos de sus parejas o exparejas. Desde 2013 son 63 los menores asesinados por sus padres o las parejas de sus madres.
El momento de la separación de un maltratador es uno de los que entraña mayor riesgo. Una de cada cuatro condenas por violencia de género tiene como origen la separación. En 2024, sin embargo, y según los datos del Observatorio, no se registraron casos en los que el asesinato se produjo durante un proceso de separación o crisis de convivencia.
El año pasado se cerró con 48 víctimas mortales (una cada 7,6 días). Es el dato más bajo desde que hay registros y supone un 17,2% menos respecto a 2023. No dejan de ser cifras aterradoras, como ha explicado este lunes la presidenta del Observatorio, Esther Erice, y la vocal del Consejo General del Poder Judicial, Esther Rojo.
“Son datos esperanzadores, pero una violencia que mata una mujer cada 7,6 días es inasumible para un país desarrollado como España”, ha explicado Erice tras incidir en dos datos que considera muy importantes para “redoblar” los esfuerzos en las políticas de protección pública en materia de violencia de género: 15 de las 48 mujeres asesinadas en 2024 habían denunciado previamente a su agresor. Eso supone un 31,3%.
“Un porcentaje muy superior al 25,9% de 2023 y también al 26% de la serie histórica [el promedio desde que hay recuento oficial]”, ha explicado Erice. Sobre qué pudo fallar para que, pese a las denuncias, esas mujeres fueran asesinadas, ni Erice ni Rojo dieron explicaciones. Se limitaron a afirmar que hay que hacer “investigaciones en profundidad” para poder “sacar conclusiones”.
Redondo ha reconocido que se necesita más prevención: “Este es el caballo de batalla, son vidas muy complejas y situaciones a las que no siempre es fácil llegar, producidas, a veces, por agresores reincidentes hacia víctimas resistentes, que han sido agredidas por otras parejas o exparejas”.
Ha expresado que es necesario reforzar los servicios sociales que las comunidades autónomas despliegan, la asistencia sanitaria primaria y los servicios educativos porque también son los menores, los hijos de las víctimas, los que levantan la voz.
Ha incidido en la importancia de los entornos en la vida de las víctimas, muchas veces alejadas de las familias porque viven lejos de ellas. Sabe que, a veces, tienen miedo, pero los anima a dar la voz de alarma y a proteger a la mujer. “Somos conscientes de que se pueden hacer las cosas con mayor coordinación, con una mejora en la colaboración institucional”, ha reconocido tras anunciar la puesta en marcha de campañas específicas en los entornos.
“Se necesita formación específica de protección de las víctimas y de detección del maltrato y de la violencia de género, a todos los niveles, en el Poder Judicial y en las fiscalías también”, ha añadido. Es el duodécimo comité de crisis que se convoca desde diciembre de 2022, cuando empezaron a tener lugar estos encuentros. Se trata del primero encabezado por Redondo desde que dirige esta cartera.
Otro dato que, por su parte, destacó la presidenta del Observatorio es que las localidades en las que se cometieron el mayor número de asesinatos machistas (12 de 48) fueron las comprendidas en tramos de población de entre 10.000 y 25.000 habitantes. “Por eso hay que reforzar el esfuerzo institucional y el apoyo social que se da a estas mujeres. Las sitúa en situaciones de vulnerabilidad por tener menos acceso a los medios disponibles”, remarcó Erice.
Rojo, la vocal del CGPJ, lo explicó con un ejemplo muy claro: “Pensar que en poblaciones pequeñas, de 500 o 600 habitantes, una mujer va a ir a un cuartel de la Guardia Civil a denunciar, es desconocer la realidad. En zonas pequeñas hay mucho más control social, más sentimiento de vergüenza. Hay que darles instrumentos para que puedan demandar y si puede ser, no en la misma población que su agresor”.
Según los datos del informe, la media de edad de las mujeres asesinadas en 2024 fue de 44,5 años (el promedio de la serie histórica es de 42,8): la víctima más joven tenía 15 y la mayor, 76. La mitad de las 48 asesinadas, además, eran madres de menores de edad: se quedaron huérfanos un total de 40 niños.
Desde 2013, año en el que los menores comenzaron a considerarse víctimas de la violencia de género, 477 menores quedaron huérfanos tras los asesinatos de sus progenitoras a manos de sus padres o las parejas y exparejas de sus madres, ocho en 2025.
Siete de cada diez mujeres asesinadas en 2024 convivían con el agresor (es un porcentaje superior con respecto a la serie histórica que es de un 62,2%). Aumentó, por otra parte, el porcentaje de víctimas extranjeras: el año pasado fueron la mitad, mientras que en 2023 fueron un 44,8% y en la serie histórica un 35,8%.
Julio fue el mes con más asesinatos machistas (un 16,7%) y el día de la semana con más víctimas registradas fue el viernes (22,9%). Los expertos siempre alertan de una mayor vulnerabilidad durante los periodos vacacionales, que es cuando la víctima suele pasar mucho más tiempo con el agresor.
Del total de asesinatos machistas registrados desde 2006 (según la Memoria de la Fiscalía publicada en septiembre del año pasado), el porcentaje más alto se alcanzó en el mes de julio (9,88%), seguido por junio y diciembre (9,23%), enero y agosto (8,76%), septiembre (8,48%), mayo (8,20%), febrero (8%), octubre (7,64%) marzo (7,55%), abril (7,18%) y noviembre (6,90%).
El perfil de los agresores, según el informe del Observatorio, se corresponde con el de un hombre mayor que la víctima en el 70,8% de los casos y de nacionalidad española en el 64,6%. En 2024 el más joven tenía 17 años y el de mayor edad, 86. Algo más de la mitad de los agresores (52,1%) fueron detenidos tras cometer el crimen y solo el 12,1% se entregaron. Uno de cada cuatro se suicidó.
Violencia vicaria y doméstica
Si la cifra de 48 mujeres asesinadas en 2024 fue la más baja desde que existe el recuento oficial, los datos de violencia vicaria hablan de una realidad trágica. Nueve menores murieron el año pasado (solo en 2015 se registró una cifra igual de elevada) a manos de las parejas o exparejas de sus progenitoras.
Según Rojo, la vocal del CGPJ, 2024 fue un año especialmente trágico. Así lo ha explicado: “Han sido nueve menores asesinados por seis agresores. Son números que nos estremecen y que hablan de la extrema vulnerabilidad de estos niños y del inmenso dolor que causan a sus madres y a toda la sociedad”.
La cifra total de hijos e hijas asesinados para causar aún más daño a la madre desde que hay registros (2013) asciende a 62, con datos de 2024, y en el 85,5% de los casos el agresor era el padre biológico. El año pasado lo fue en siete de los nueve asesinatos.
El método más empleado en los casos de violencia vicaria, en la serie histórica, es el arma blanca. No fue así en 2024: solo fue utilizada en uno de los casos, el resto se produjo por asfixia, envenenamiento, arma de fuego y golpes. También en este caso el porcentaje de denuncias previas (83%) es el más alto de la serie histórica (35,4%), según ha explicado Rojo.
De nuevo le preguntaron a la vocal del CGPJ por los fallos del sistema y contestó que al “no tener los expedientes de cada caso”, no podía hacer un análisis ni responder a la pregunta.
“No sabemos tampoco si se habían dictado medidas de protección. Yo por eso sigo insistiendo en esto: cuando se presenta denuncia es muy importante que se soliciten medidas cautelares, como la suspensión de patria potestad, el régimen de visitas”. Y matizó: “No nos consta que hubiera esas medidas en estos casos”.
El último capítulo del informe analiza los casos de muerte por violencia doméstica íntima (que comprende las de hombres a manos de sus parejas o exparejas mujeres y las que se producen en el seno de las parejas del mismo sexo). En 2024 se registraron cuatro casos: desde que hay recuento oficial (2009) son 121 en total. Las mujeres asesinadas desde 2003 son 1.305.