Aunque el plan para desahogar la saturación del AICM era utilizar al AIFA y a Toluca, el aeropuerto de Santa Lucía ha ganado tres veces más tráfico que la terminal mexiquense.
Expansión.- El plan del gobierno federal para desahogar la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con una red metropolitana de tres aeropuertos ha priorizado al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que ha generado un tráfico tres veces mayor al del Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT), que, pese a haber crecido en pasajeros, lo ha hecho a cuentagotas.
El Aeropuerto de Toluca no ha conseguido levantarse del todo después de la pandemia, que trajo una crisis que prácticamente extinguió sus operaciones comerciales, al punto de que hubo meses en los que sólo operaba vuelos privados.
Aunque la terminal recuperó algunos operaciones de aerolíneas como Viva Aerobus y Conviasa –que después le fue arrebatada por el AIFA, hacia Caracas–, su tráfico pasó de poco más de 580,000 usuarios a poco más de 130,000 en 2020. El año pasado perdió 71% de pasajeros al atender a apenas 29,081 personas, aunque esperaba al menos medio millón de usuarios.
La brecha de usuarios respecto al AIFA se ha hecho cada vez más notoria. Aunque el Aeropuerto de Toluca ha repuntado en pasajeros y registró 135,982 usuarios en julio pasado, esto equivalió a poco más de la mitad de los 256,590 pasajeros que atendió el aeropuerto en Santa Lucía, que el mes antepasado tuvo su mejor mes hasta aquel momento.
Para Fernando Gómez Suárez, analista del sector aéreo, este fenómeno se ha dado en un entorno donde la única estrategia pareciera ser alimentar al AIFA, pero dejando fuera la capacidad del Aeropuerto de Toluca, de 8 millones de pasajeros.
“No sé si sea por descuido u omisión, pero lo que hace falta es detonar esa y otras terminales. Claro, se vale también el AIFA, pero si no es en un plan conjunto difícilmente se logrará”, advierte.
Incluso Aleatica, que tiene una participación de 49% en el Aeropuerto de Toluca, advertía que la pérdida de pasajeros era una posibilidad ante la priorización del AIFA. “Dicho esquema de operación de aeropuertos conjuntos podrá afectar negativamente la demanda de aerolíneas en el Aeropuerto de Toluca”, señaló en su reporte anual de 2022 sobre los otros dos aeropuertos metropolitanos.
Reducción de operaciones en AICM beneficia sólo al AIFA
Las aerolíneas han virado al AIFA en un entorno donde el AICM se ha vuelto restrictivo en el otorgamiento de horarios de despegue y aterrizaje –o slots–, pues ha recortado las franjas horarias a las aerolíneas en un escenario donde la demanda amerita lo contrario: que tengan más disponibilidad.
A finales de octubre del año pasado, el aeropuerto capitalino redujo el tope de operaciones por hora de 61 a 52, y para octubre de este año planteaba hacer un nuevo ajuste de 52 a 43 operaciones, que, de momento, está previsto que se aplique a partir del 8 de enero de 2024 ante una amplia negativa del sector aéreo, que advertía de una cancelación masiva de vuelos para la temporada vacacional de invierno.
Antes del segundo recorte de operaciones, Viva Aerobus abrió cuatro nuevas rutas en el AIFA y aumentó frecuencias en cinco. Posteriormente, Aeroméxico informó de la reubicación de su vuelo a Colima y la mitad de sus frecuencias a Durango del AICM al AIFA, además de la apertura de dos nuevas rutas a León y Aguascalientes en Santa Lucía.
Por ello, el panorama para el Aeropuerto de Toluca parece sombrío. “Si no tiene vocación definida para las aerolíneas se percibe como una redundancia de costos”, concluye Gómez Suárez.