El cantautor Joan Manuel Serrat recibe distinción de la UANL por su contribución a la música

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Serrat, durante la ceremonia, recordó en su discurso la primera vez que viajó a México hace 55 años, en el otoño de 1969. 
Forbes.- El cantautor español Joan Manuel Serrat recibió la distinción del doctorado honoris causa por parte de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), por su contribución a la literatura española y la música.

La ceremonia solemne se celebró en el Teatro Universitario de la UANL, fue encabezada por el rector Santos Guzmán López, quien destacó la labor del cantautor que este mismo año también recibió el Premio Princesa de Asturias de las Artes.

Serrat recordó en su discurso la primera vez que viajó a México hace 55 años, en el otoño de 1969.

“Esta relación con México es larga y es fecunda. Es una tierra que siento como mía y que desde hace más de medio siglo mantiene conmigo una relación de amor correspondido. Un día me dijeron que México era mi casa y yo me lo creí”, compartió el artista.

“El día que yo llegué a este país desde el otoño de 1969 todo era nuevo para mí, todo era sugestivo, hermoso y desconocido”, agregó.

El cantautor catalán mencionó que en ese entonces traía un puñado de canciones, algunas “levemente conocidas, otras que no había grabado, algunas otras en catalán, y sobre todo unas recién estrenadas que eran los poemas de Antonio Machado”.

Joan Manuel Serrat

Joan Manuel Serrat recalca su amor por México

Serrat rememoró que Gustavo Díaz Ordaz era el presidente de México (1964-1970), y estaban presentes “las heridas de la barbarie de Tlatelolco” en 1968, además de que el país se preparaba para el Mundial de Fútbol de 1970.

También compartió que su debut en los escenarios nacionales, sus primeras presentaciones y cómo de la mano de nuevos amigos fue haciendo suyas canciones de Álvaro Carrillo y José Alfredo Jiménez.

“Hice camino andando sus caminos y con ello se me fueron desvelando sus secretos. Le entré al chile, le entré al taco, a los albures y sin darme cuenta mi mirada iba cambiando. Mi mirada y mi vocabulario”, expresó.

Además, destacó su enamoramiento de México, una tierra que rinde culto a la muerte, se la come envuelta en dulces y baila con ella mirándole a los ojos.

Serrat confesó que cuando arribó por primera vez a México no sospechaba la larga relación que tendría con este país, donde “el surrealismo es algo tan natural como la lluvia”.

“Mi corazón no sospechaba que llegaba para quedarse. En realidad, mucho tiene que ver en esto el tiempo aquel en que se me cerraron las puertas en el otro lado del mar y la dictadura franquista me empujó al exilio”, comentó.

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