Han pasado 40 años desde la formación del controvertido grupo activista Guerrilla Girls. Su campaña más impactante, el “póster desnudo”, fue pionera y ha tenido una influencia duradera.
BBC.- Un domingo por la mañana en Nueva York, en 1989, unas mujeres recorrieron la colección permanente del Museo Metropolitano de Arte. Ocultas entre los clientes habituales, las Guerrilla Girls, un colectivo artístico feminista anónimo, pasaron desapercibidas mientras contaban cuidadosamente el número de artistas femeninas y el de mujeres desnudas representadas en las obras. Su misión secreta era concienciar a la gente sobre la injusticia racial y de género en el mundo del arte.
“La idea siempre fue encontrar ese núcleo que fuera inolvidable”, le dice a la BBC una de las integrantes fundadoras de las Guerrilla Girls, que usa el alias Käthe Kollwitz, en el Museo Nacional de Mujeres en las Artes, antes de una exposición que celebra 40 años de su trabajo.
Recorrieron las diferentes salas, pasando junto a los desnudos masculinos de la antigua Grecia y la casi ausencia de desnudez en las secciones cristianas primitivas, pero fue al llegar a la era moderna temprana que encontraron las estadísticas que los llevarían a su mordaz crítica del mundo del arte. Plantearon la cuestión de quién podía ser sujeto y objeto en los altos pasillos de las instituciones artísticas más prestigiosas del mundo.
“Menos del 5% de los artistas en las Secciones de Arte Moderno son mujeres, pero el 85% de los desnudos son femeninos”, reza el cartel, junto a un desnudo femenino cuya cabeza está cubierta por la máscara de gorila, característica del grupo. La figura está basada en la pintura “La Gran Odalisca” (1814), del pintor Jean-Auguste-Dominique Ingres.
Hasta el día de hoy, el grupo permanece anónimo, y cuando la BBC entrevista a Kollwitz, ella lleva la mascarilla. «No creo que nadie que vea ese cartel pueda entrar en un museo y no pensar en lo que hay en las paredes y por qué», afirma.
El cartel “¿Las mujeres tienen que estar desnudas para entrar al Museo Metropolitano?” iba a ser un encargo del Fondo de Arte Público de Nueva York, pero al ver el resultado final, se les retiró la financiación. Las Guerrilla Girls se comprometieron con su mensaje y lo colocaron en vallas publicitarias y autobuses. “Decidimos comprar espacio en los autobuses de Nueva York. También lo pegamos nosotras mismas en las calles de Nueva York”.
