El Charco de las Ranas, el lugar donde mataron a Paco Stanley

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La muerte del conductor de televisión mexicana Paco Stanley ocurrió el 7 de junio de 1999 a manos de sujetos desconocidos que dispararon en su contra cuando salía del restaurante El Charco de las Ranas, al sur de la ciudad.

Durante ese tiempo el nombre del establecimiento permaneció en los titulares de varias notas de información, mientras que las imágenes del lugar aparecían en los noticieros cada vez que se referían al ataque en contra del conductor.

“El Charco de las Ranas” se ubica en Periférico Sur, muy cerca de TV Azteca, de donde salió Paco Stanley de trabajar después de transmitir su programa en vivo “Una tras otra”.

El sitio cobró notoriedad en México y actualmente son tres los establecimientos en la capital del país, uno en colonia El Pedregal, y dos en la colonia Mixcoac.

Se trata de un restaurante que los usuarios en redes sociales lo califican con precios accesibles, destacando lo amplio del sitio, la atención y la variedad de platillos, sin ser un menú extenso.

“Buenos tacos, buena atención, las quesadillas súper ricas”, “La mejor agua de horchata la preparan ahí, las salsas son deliciosas”, “Buena comida, excelente servicio, buen ambiente para ir en grupo o pareja”, es parte de lo que compartieron algunos comensales.

La carta se compone de comida mexicana que va desde sopas, consomés, caldos, pozoles, frijoles charros, de la olla o refritos; ensalada de pollo, platos de dieta que consisten en servir una proteína a elegir, acompañada de verduras y consomé.

Entre las especialidades que ofrece está el mole poblano, enchiladas, chilaquiles, chicharrón en salsa, sincronizadas, tacos al pastor, quesos, pescados, sopes, quesadillas, alambres, fajitas, chalupas, flautas y postres.

Además de desayunos completos y paquetes de especialidades cuenta con aguas frescas, refrescos, cervezas y bebidas calientes como café, moka, té y chocolate.

Su estructura la mantiene sin grandes cambios, como la instalación de una rampa para discapacitados, algo que no tenían cuando fue la muerte de Paco Stanley.

Conserva sus clásicos colores amarillo en las paredes y vigas naranjas en el techo. Hay pequeños toldos, con los mismos colores, para protección en las ventajas y en la estación de servicio, todo con acero inoxidable.

El espacio para los comensales es amplio, con mesas rojas y sillas en color amarillo suave.

Unas figuras de un par de ranas, sentadas a la orilla de un charco, posan en una gran pared que adorna el sitio, el cual abre sus puertas de domingo a jueves de 7:30 de la mañana hasta la medianoche; y de viernes a sábados de 7:30 de la mañana a las 2:00 de la madrugada.

En aquel entonces el jefe de gobierno del Distrito Federal era el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, y como presidente de México estaba el priista Ernesto Zedillo Ponce de León.

Tras la muerte de Stanley, las televisoras, junto con líderes de opinión, se unieron para exigir seguridad en la capital del país, ya que era una de las principales problemáticas de la ciudad, pero nunca se había visto algo como lo ocurrido al conductor de televisión.

Mientras en la Agencia Gayoso velaban los restos de Paco Stanley, el periodista Jorge Gil recibía atención médica en un nosocomio tras recibir un disparo en una pierna.

La edecán Paola Duarte y el también conductor Mario Rodríguez Bezares permanecían en la agencia del Ministerio Público como testigos del atentado.

En El Charco de las Ranas, de acuerdo a algunas versiones, como víctimas colaterales del ataque directo, murió en el lugar Pablo Hernández, un agente de seguros, quien comía junto con su esposa; ella y un acomodador de autos, también resultaron lesionados.

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