
“Las palabras importan”, se lee en el aviso que figura en la página de copyright de las últimas ediciones de los libros de Roald Dahl publicadas por Puffin Books, una división de Penguin Random House. “Las maravillosas palabras de Roald Dahl pueden transportarte a mundos diferentes y presentarte a los personajes más maravillosos. Este libro fue escrito hace muchos años, por lo que revisamos periódicamente el lenguaje para asegurarnos de que pueda seguir siendo disfrutado por todos hoy en día.”
El mencionado medio halló 58 cambios en “Las brujas”, un libro que narra la historia de un joven británico que vive en un mundo donde las brujas existen, son calvas, tienen garras y odian a los niños. En la edición del 2001, se dice que una mujer puede estar trabajando como “cajera en un supermercado o escribiendo cartas para un hombre de negocios”. En 2022, la misma mujer puede trabajar como “una científica de alto nivel o dirigiendo una empresa”.
Los cambios en el lenguaje de los cuentos de Dahl corresponden a temas como el peso, la salud mental, la raza y el género. La palabra “gordo” se ha suprimido de las descripciones. “Un pequeño y gordo ratón café” ahora es solo “un pequeño ratón café”. Muchos otros adjetivos sobre el color se han suprimido. Los personajes no se tornan “blancos”, sino “pálidos”.