El día que Maradona y Freddie Mercury cantaron en el mismo escenario
De acuerdo con ESPN, cuando Queen llegó al Estadio de Vélez en la ciudad de Buenos Aires ya los estaba esperando con brazos abiertos el astro del fútbol. Era tal la afinidad entre Mercury y Maradona, que el cantante invitó al delantero a subirse al escenario de su concierto.
Antes de iniciar el concierto, los británicos recibieron en camerinos a Maradona, quien para entonces ya había conquistado el Mundial Juvenil en 1979 y recién había fichado para Boca Juniors.
Mercury llamó a Maradona al escenario y lo presentó ante el público como “su gran amigo Maradona”. Los asistentes al concierto estallaron en gritos al ver a estos dos ídolos sobre el mismo escenario, de inmediato, la imagen de ambos le dio la vuelta al mundo.
Queen presentó Another One Bites the Dust al lado del ex futbolista quien eufórico exclamó su agradecimiento a los integrantes de la banda por hacerlo tan feliz.
Durante el encuentro, Maradona y Mercury intercambiaron playeras. El futbolista le regaló una playera de la selección Argentina y Freddie le obsequió otra con los colores de la bandera británica. Ahí realizaron una divertida sesión de fotos y Roger Taylor le regaló a Diego sus baquetas.
“Le quiero agradecer a Freddie y a los de Queen por hacerme tan feliz”, expresó Maradona, quien por entonces todavía no era considerado el mejor jugador del mundo.
Mercury por su parte también amaba el fútbol, confesó que la canción We are the champions la compuso pensando en el Manchester United, la cual hoy en día es el himno de los campeones, no solamente en el ámbito deportivo.
La cúspide de Mercury llegó principalmente en 1986 con el Magic Tour al lado de Queen, mientras que Maradona conseguía el campeonato del mundo con la Selección Argentina en el Mundial de México ese mismo año.
La visita de Queen, una de las más magníficas bandas de rock de toda la historia, se dio en un contexto muy especial. Argentina vivía aislada del mundo a causa de la dictadura militar que cinco años antes había tomado el gobierno. Por lo tanto, no eran frecuentes las visitas internacionales.
“Tener al gran ídolo del país era como recibir una bendición”, recordaría años más tarde Roger Taylor en una entrevista.