LMM.- El efecto de foco se refiere a la tendencia a pensar que nuestro entorno nos presta más atención de la que en realidad nos presta. Docenas de estudios en psicología social han respaldado este fenómeno. ¿Qué explica el efecto de foco? Pues, básicamente, es el resultado de nuestro galopante egocentrismo.
Todos somos el centro de nuestros propios universos. Esto no quiere decir que seamos arrogantes o que en un ejercicio de arrogancia nos valoremos más que a los demás. Más bien, significa que toda nuestra existencia se analiza desde nuestras propias experiencias.
Usamos esas sensaciones de que el mundo nos mira u observa para evaluar el mundo que nos rodea, incluidas otras personas. Sin embargo, las otras personas no solo carecen del conocimiento de tus ideas subjetivas y de tu situación, sino que también son el centro de sus propios universos, además de contar con otros “distractores”.
Cuando estamos centrados en una inquietud que nos afecta, a menudo asumimos que también merece la atención de los demás. Este es el corazón de lo que los psicólogos sociales llaman el efecto de foco.
Efecto de foco: la camiseta de Barry Manilow
En una universidad de Estados Unidos se realizó el experimento de Barry Manilow. Se invitó a diez personas a pasar por el departamento de psicología. Nueve de ellas eran invitadas a la hora correcta y llevados a una sala para rellenar unos formularios.
Uno de ellos era invitado quince minutos más tarde. Esta persona entraba a la oficina de uno de los encargados del experimento. Se le decía que debía poner sobre su ropa actual una camiseta grande y lo que muchos considerarían «fea» y «llamativa» con una foto del cantante Barry Manilow.