Este martes se ha publicado un decreto que tiene como finalidad que la estatal no pague por un periodo el Derecho de Utilidad Compartida, uno de sus principales cargas tributarias.
Expansión.- El gobierno federal ha decidido apoyar aún más a la estatal Pemex en la búsqueda de sanear su situación financiera. El presidente Andrés Manuel López Obrador ha firmado y publicado un decreto para quitar una gran parte de la carga fiscal que paga la petrolera a Hacienda por la producción de petróleo.
El gobierno federal ha decidido condonar a la compañía el pago del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) durante los meses de octubre, noviembre y diciembre pasados y el ejercicio fiscal de 2024. La medida podría considerarse como el espaldarazo más grande que hasta ahora ha dado la federación a la endeudada compañía.
El DUC es el porcentaje que paga la compañía al gobierno federal por cada barril de petróleo que produce. Analistas consultados previamente estiman que éste representa más del 90% de la carga fiscal que tiene impuesta la petrolera.
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En el documento, el gobierno federal ha colocado como principal argumento de la medida lo que denomina como “el rescate del sector energético”. La administración obradorista se ha fijado como meta sanear las finanzas de Pemex y aumentar su nivel de producción de petróleo, sin que hasta ahora tenga resultados alentadores. La medida se ha anunciado apenas unos días después de que la calificadora Moody’s rebajó la nota de la estatal.
La Secretaría de Hacienda ya había tomado a la tasa DUC como el principal mecanismo de apoyo a Pemex, además de las inyecciones de capital. Al inicio del sexenio, la estatal pagaba un DUC de 65% que se ha reducido de manera paulatina hasta un 35% para este año, conforme lo aprobado por el legislativo hace unos meses. Pero ahora ha decidido condonar del todo esta carga tributaria.
El propósito de la medida es mejorar la liquidez de la petrolera y ayudarla a afrontar las presiones financieras a corto plazo. La empresa estatal está lidiando con importantes deudas con sus contratistas y altos pagos de deuda que deben ser cubiertos este año. Moody’s, al anunciar la rebaja de la calificación el pasado viernes, advirtió que la compañía podría enfrentar dificultades financieras en los próximos dos o tres años debido a la falta de liquidez.
La iniciativa anunciada hoy podría tener un impacto en esta última preocupación, aunque aún sea limitado.