El impuesto predial es una oportunidad para hacer una reforma fiscal

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El potencial de una mayor recaudación de este impuesto se manifestaría en una mayor fortaleza de las tesorerías locales, además de la construcción de una moral tributaria y de un país más igualitario.

Expansión.- El interés de pagar impuestos pierde fuerza cuando los contribuyentes no ven reflejado su compromiso en mejores bienes y servicios públicos.

Y aunque existe una reticencia a contribuir más, analistas consideran urgente que el gobierno mexicano implemente una reforma fiscal que le permita tener más dinero para poder operar eficientemente.

¿Y de dónde se pueden obtener más ingresos? Una alternativa es el impuesto predial. ¿Pero cuáles son las ventajas, potencial y retos de este impuesto? Los expertos lo explican.

En 2022, todo el dinero recaudado por los gobiernos municipales del país representó apenas el 0.06% de sus ingresos totales, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Lo cual está muy lejos de su potencial y abre la puerta para que una reforma fiscal incluya al impuesto predial como uno de los ejes que fortalecerán a los gobiernos locales.

Las ventajas de recaudar más impuesto predial

Es un impuesto local

Es un impuesto local “y es en lo local donde está el primer contacto entre la ciudadanía y el Estado”, señala Carlos Brown, director de Conocimiento y Justicia Fiscal en Oxfam México. Fortalecerlo también puede generar mayores capacidades de respuesta de los gobiernos locales.

No se podría evadir

En segundo lugar, el impuesto predial -si se realizan los esfuerzos por cobrarlo- es difícil de evadir y “no te puedes llevar los inmuebles a un paraíso fiscal”, es algo que se cobra ineludiblemente donde está asentada la propiedad, destaca el especialista.

Es un impuesto progresivo

“Tanto el impuesto predial como la tenencia son impuestos progresivos, pero más allá de llamarles impuestos a la riqueza, hay que implementarlos de mejor manera”. Cuando no lo vuelves obligatorio, por cuestiones políticas, algunos estados deciden no cobrarlos o cobrarlos a medias, explica Alejandra Macías, directora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

El problema

Pese a estas ventajas, este impuesto está mal aprovechado, en México, la recaudación del predial se acerca apenas al 0.3% del Producto Interno Bruto, mientras que en países como Francia este impuesto representa el 2.5% del PIB, agrega la especialista.

Hay que “descubrir el potencial recaudatorio del impuesto predial”, aunque el reto es que la realidad de los más de 2,500 municipios es muy adversa, comenta el especialista de Oxfam:

Por un lado, se encuentran municipios como Coyuca, en Guerrero, con uno de los índices de pobreza y marginación más altos del país. Por el otro, San Pedro Garza, en Nuevo León, uno de los más ricos. Ambos tienen, evidentemente, capacidades recaudatorias muy distintas. ¿Cómo afrontar este contraste?

Esfuerzos inmediatos

Actualización de catastros

“Si el gobierno federal quiere verdaderamente que los gobiernos subnacionales formen parte del potencial recaudatorio (debería) de estar acompañándolos con asistencia técnica, capacidades y digitalización de los catastros” y “una revisión de los valores catastrales, porque hay una brecha enorme entre el valor catastral y el precio de mercado”, dice Brown.

Esto último es un problema que se observa incluso en la Ciudad de México, donde el incremento acelerado de los precios inmobiliarios no tiene un reflejo en el incremento de los valores catastrales y, por tanto, en un aumento de la recaudación del predial, con propiedades que han aumentado 8 o 10 veces su precio de mercado, pero cuyo valor catastral sigue siendo el de hace 20 años.

Coordinación con gobiernos subnacionales

La capacidad de cooperación entre gobiernos subnacionales debe ser una prioridad, afirman los especialistas entrevistados. Por ejemplo, los estados podrían ponerse de acuerdo para contratar de manera conjunta y coordinada el software y otro tipo de herramientas necesarias para la actualización de los valores catastrales y la posterior recaudación del predial.

“Los municipios cambian de autoridad cada tres años y no da tiempo de hacer un trabajo de esta magnitud, pero eso no debería detenernos”, explica Alejandra Macías sobre la actualización de los catastros.

Además, ya hay experiencias donde los municipios le dan la potestad a los estados para cobrar el predial, pero siendo los municipios quienes ejercen su gasto, explica la investigadora.

Comunicación y moral tributaria

“Nadie quiere pagar impuestos. La idea es fomentar un concepto que se denomina moral tributaria o reciprocidad tributaria. Y es que los recursos que yo aporto como ciudadano se vean reflejados en mejoras en los bienes y servicios”, señala la titular del CIEP. Es decir, que pagar el predial reditúe en una mejora del entorno de las viviendas y un crecimiento de la plusvalía.

Esa moral tributaria no se puede construir cuando anuncias “vamos a dar más dinero para las pensiones, pero en cinco años”, ya que no has tenido recursos suficientes para salud, explica Macías al destacar la necesidad de ejercer un gasto racional de los recursos fiscales.

El reto más importante es demostrarle a la gente el valor por su dinero: “tú pagas tu predial, y a cambio recibes bienes y servicios públicos. Ese es el contrato social fiscal, digamos, que tiene la ciudadanía con el Estado. Si alguien la tiene fácil, es el gobierno municipal, pues es muy inmediato si tú pagas tu predial, hay luminarias, hay seguridad”, señala Carlos Brown.

El caso Bogotá, un ejemplo internacional

Bogotá es un caso de éxito. La capital colombiana recaudaba prácticamente 0% de predial a principios de los años 1990. Cuando se cambiaron los estatutos de la ciudad y se hizo el esfuerzo no solo de recaudarlo, sino de demostrarle a la gente que su contribución -como el predial- iba a cosas útiles. Fue tan exitosa la política pública que en esa ciudad hubo aportaciones voluntarias de predial para el desarrollo de la ciudad.

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