“La situación no será buena para todas las formaciones militares que protegen los intereses rusos”, añadió.
En un vídeo de casi cuatro minutos publicado el sábado en el canal de Telegram de Wagner, Prigozhin dijo que a sus tropas les preocupaba que el Gobierno quisiera convertirlos en posibles chivos expiatorios si Rusia perdía la guerra.
Recalcó que los Wagner, por una parte, “atraen a todo el Ejército ucraniano y no le permite concentrarse en otros sectores del frente”.
“Y, por otra, avanzamos y los demás (los militares) se ven obligados a seguirnos para no quedar retratados”, dijo Prigozhin, considerado próximo al presidente ruso, Vladímir Putin.
El jefe de los Wagner indicó que sus hombres siguen sin recibir la munición prometida por el Ministerio de Defensa de Rusia.
“En lo que se refiere a la munición: el 22 de febrero por la tarde se firmaron los documentos, el 23 de febrero fueron impartidas las órdenes de envío pero hasta hoy no se ha enviado gran parte de la munición”, afirmó en un comentario publicado anoche en Telegram.
Prigozhin indicó que está intentando averiguar la causa de esta dilación, si es “simple burocracia o traición”.
El jefe de los mercenarios critica regularmente a los jefes de defensa y a los generales de alto rango rusos. El mes pasado, acusó al ministro de Defensa Serguéi Shoigu y a otros de “traición” por retener el suministro de municiones a sus hombres.
Los Wagner, en cuyas filas combaten miles de reclusos, son la principal fuerza de asalto que ataca Bakhmut, un importante nudo de comunicaciones, unido por sendas carreteras a las Kramatorsk y Sloviansk, las mayores ciudades de la región de Donetsk controladas por las fuerzas ucranianas.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha declarado que sus fuerzas defenderán Bakhmut “mientras sea razonable”, por lo que no se descarta que las tropas ucranianas abandonen la ciudad, donde permanecen unos 4.500 de los 70.000 habitantes que tenía antes del estallido de conflicto.
Una victoria rusa en Bakhmut, con una población anterior a la guerra de unos 70.000 habitantes, le daría el primer premio importante en una costosa ofensiva de invierno, después de que el año pasado llamara a filas a cientos de miles de reservistas. Rusia considera que sería un trampolín para completar la toma de la región industrial del Dombás, uno de sus objetivos más importantes.
Volodímir Nazarenko, comandante de las tropas ucranianas en Bakhmut, dijo que no había habido ninguna orden de retirada y que “la defensa está resistiendo” en condiciones nefastas.