El océano subterráneo en la Estrella de la Muerte, una luna de Saturno

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Sopitas.- Ok, no se llama Estrella de la Muerte pero así le dicen porque se parece mucho. Recientemente un equipo internacional de astrónomos publicó la investigación que apunta a que en la luna Mimas de Saturno hay un océano subterráneo.

Así como lo leen. Los expertos analizaron los datos de la sonda espacial Cassini y encontraron que debajo de la capa helada de la superficie de la luna hay un océano global, a una profundidad de 20 a 30 kilómetros.

Una foto de la sonda Cassini donde se ve Saturno y 5 de sus lunas

La Estrella de la Muerte y el océano subterráneo

Lo interesante es que en verdad los expertos no esperaban encontrar tremenda sorpresa en un cuerpo celeste así, con condiciones tan extremas.

Primero que todo: Mimas es una de las decenas de lunas descubiertas del planeta Saturno, en nuestro Sistema Solar. Mide unos 396 kilómetros de ancho y su superficie está congelada, con una gran cantidad de cráteres.

Es por eso que la conocen como la Estrella de la Muerte. Tiene un cráter que la hace parecerse a la destructura de planetas de la saga Star Wars.

Mimas, mejor conocida como la Estrella de la Muerte, es una de las lunas de Saturno.

Resulta que los astrónomos descubrieron pistas iniciales de que Mimas tenía un océano líquido bajo la superficie cuando analizaron los datos de la sonda espacial Cassini para investigar una ruptura en los anillos de Saturno que es conocida como la división de Cassini.

Fue hasta 2019 cuando los expertos notaron un cambio medio extraño en la rotación de la luna y también en su órbita.

Años después pusieron sobre la mesa dos opciones: que la luna tuviera un núcleo rocoso sólido y deforme, o que existiera un océano bajo la superficie que permitiera que su capa exterior se moviera independientemente de su núcleo.

Si bien con el tiempo determinaron que el núcleo rocoso y sólido era poco probable, la evolución de la órbita de Mimas apoyó la teoría del océano de agua líquida debajo de la superficie.

Y todavía más interesante: determinaron que este mar podría abarcar al menos la mitad del volumen de la Luna y ser relativamente joven, entre 2 y 25 millones de años de edad.

Una luna de agua

De acuerdo con el estudio publicado en la revista Nature, los expertos calculan que al menos el 50% del volumen de Mimas está lleno de agua líquida y que esta agua podría estar rozando el núcleo rocoso de la luna.

Lo impresionante es que justamente estas interacciones entre el agua y la roca fueron fundamentales para que la vida tal y como la conocemos se originara en la Tierra.

Y Mimas no es la única luna con estas características. Encelado es la sexta luna más grande de Saturno que también está cubierto por una capa de hielo. La sonda Cassino descubrió también, en 2005, columnas de agua saliendo de zonas del polo sur. Hasta ahora se identificaron más de 100 géiseres.

Esto implica que hay un océano debajo de la superficie, en el polo sur, con al menos unos 10 kilómetros de espesor. Es la capa entre el hielo de la superficie y el núcleo de roca.

Una foto de la sonda espacial Cassini sobre Encelado, una luna oceánica de Saturno.

Ahí debajo también deben existir las condiciones necesarias para el surgimiento de vida. Pero no crean que ya estamos hablando de tiburones extraterrestres, sino de vida MUY primitiva.

La gran importancia de Cassini para encontrar el océano en la luna de Saturno

Cassini era una nave espacial robótica que despegó de nuestro planeta con la misión de estudiar a Saturno, su sistema de anillos y sus lunas.

Esta nave llevó consigo una sonda llamada Huygens, misma que se lanzó en paracaídas sobre la superficie de Titán. Solo para que nos demos una idea, le tomó dos horas y media atravesar la densa atmósfera de la luna más grande de Saturno.

Esta misión que duró más de 13 años descubrió el océano líquido en Encelado, realizó el primer alunizaje en una luna del sistema solar exterior, encontró un laboratorio de formación de planetas en los anillos de Saturno, etc.

Una foto de los anillos de Saturno tomada por la sonda espacial Cassini

Finalmente se adentró a la atmósfera de Saturno el 15 de septiembre de 2017 enviando los últimos datos a la Tierra antes de quemarse y desintegrarse en las nubes del planeta. 

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