
Juan Manuel Vilchis y otros empresarios de la zona retrasan la reapertura de hoteles afectados por los daños significativos del huracán hasta enero.
Infobae.- Casi dos meses después del devastador paso del huracán Otis de categoría 5, el Puerto de Acapulco, en Guerrero, enfrenta la desolación por la falta de turismo, manteniendo gran parte de sus negocios cerrados.
A pesar del compromiso del presidente Andrés Manuel López Obrador de reactivar la zona con la apertura de 127 hoteles, empresarios como Juan Manuel Vilchis expresan que la recuperación es lejana debido a los graves daños sufridos, postergando la remodelación de sus establecimientos hasta enero.
Playa de Pie de la Cuesta: Esperanza en la adversidad pese a los desafíos
La playa de Pie de la Cuesta, ubicada a próximadamente a una hora de Acapulco, ilustra dicha desolación durante la temporada decembrina, tradicionalmente una de las más lucrativas.
La capacidad de alojamiento se ha visto limitada al 50% en los pocos negocios que pueden funcionar. La reconstrucción avanza lentamente y el flujo de visitantes es mínimo, generando un paisaje de incertidumbre económica en un momento crucial.
Residentes y empleados como Fabiola Hernández Cedeño trabajan en condiciones difíciles, afrontando una tristeza profunda al depender de estos negocios para su subsistencia.
Labores de reconstrucción y adaptación frente a la crisis
El sector turístico local busca adaptarse a la nueva realidad, preparando cenas para Navidad y ofreciendo sus servicios para eventos sociales como bodas y quince años. La presidenta de la Unión de Propietarios de Negocios de la Zona Turística de Pie de la Cuesta, María Nelly Mejía, resalta la importancia de seguir trabajando y la necesidad de incentivar el regreso del turismo con nuevas campañas.
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A pesar de las adversidades, hay esperanzas puestas en las reservas planificadas para después del 25 de diciembre, que podría marcar el comienzo de una recuperación paulatina.
Desafíos y resiliencia
El huracán Otis dejó una huella de destrucción cuando tocó tierra el 25 de octubre como categoría 5 en el estado Guerrero, con un saldo de 52 personas fallecidas. La promesa presidencial de una Acapulco en pie para Navidad contrasta con la realidad actual de negocios como el de Vilchis, que se ve forzado a sobrevivir alquilando habitaciones y sin poder ofrecer sus servicios completos.
Las tareas de reconstrucción son una constante en la entrada de los negocios, los empleados se esfuerzan en la limpieza y reparación, todo con el fin de atraer nuevamente a los visitantes y superar la adversidad que dejó Otis.