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Actualmente, en México existen 12 municipios catalogados como “prioritarios para lepra” por la Secretaría de Salud, luego de detectar que en siete entidades del país, estas regiones tienen una tasa de prevalencia de lepra mayor a un caso por cada 10 mil habitantes.
De acuerdo al boletín epidemiológico que emite el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en la semana número 29 -que comprendió del 16 al 22 de julio-, los municipios son los siguientes:
-En Jalisco: Tuxcacuesco, San Sebastián del Oeste y San Cristóbal de la Barranca
-En Michoacán: Nocupétaro y Nuevo Urecho
-En Morelos: Tlaltizapan
-En Nuevo León: Lampazos
-En Oaxaca: El Espinal, Santiago Niltepec y San Miguel Chimalapa
-En Sinaloa: Choix
-En Yucatán: Tunkas
Además, en lo que va del año, 28 estados registraron 300 casos de lepra que ya están en tratamiento, frente a los 618 casos que se reportaron en 24 estados de la República durante 2022.
Al respecto, la Secretaría de Salud reconoció que actualmente la cadena de trasmisión de la enfermedad no se ha podido cortar a mayor velocidad debido a diagnósticos tardíos.
Aunque aclaró que el número de pacientes ha descendido, aunque se ha estabilizado en una meseta.
La presencia de diagnósticos no oportunos con pacientes con discapacidad grado 1 y 2 presentes, así como diagnósticos de menores de 15 años y la cobertura de revisión de contactos, se encuentran en un alcance regular, lo cual permite entender que el bacilo prevalecerá en el medio ambiente.
Lo que contribuye a que el descenso en el número de pacientes, a pesar de que ha sido importante, muestra una meseta, que no permite cortar la cadena de trasmisión de la enfermedad a mayor velocidad”, detalló.
La Secretaría de Salud señaló que la lepra es una enfermedad infectocontagiosa causada por dos bacilos distintas: Mycobacterimleprae y Mycobacterum lepomatosis.
Es una enfermedad crónica, con periodos de incubación que va de 6 meses a 25 años, afecta a la piel y nervios periféricos dañando principalmente la inervación de ojos, manos y pies.
En esta enfermedad existen factores genéticos, inmunológicos y sociales como el hacinamiento, contacto intradomiciliario prolongado con personas baciliferas los cuales contribuyen en el desarrollo de la enfermedad, y en ocasiones puede ser sistémica”, afirmó.