ENTREVISTA: La única potosina que buscará un lugar en la SCJN

Blakely Morales
Alma Delia González Centeno es el nombre de la única persona originaria de San Luis Potosí que compite por una posición como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación dentro del proceso electoral extraordinario rumbo al 1 de junio, día de la elección judicial.
Con más de 20 años de carrera, egresada de la Facultad de Derecho de la UASLP, González Centeno comparte en entrevista para MG Noticias, su experiencia comenzando como secretaria taquimecanógrafa, secretaria de estudio y cuenta, pasando por el juzgado mixto hasta llegar a ser magistrada del Supremo Tribunal de Justicia de SLP, su encuentro con la corrupción hace unos años al querer convertirse en juez y sus propuestas en caso de resultar electa para integrar por lo próximos doce años el máximo tribunal del país.
MG: El pasado 30 de marzo iniciaron oficialmente los tiempos reglamentados para que quienes aspiran a una posición en el poder judicial a nivel federal, puedan realizar los ejercicios de campaña con miras a la elección del próximo primero de junio, un ejercicio que conllevará mucha reflexión, mucha crítica, pero al mismo muchos cambios y para tratar de hablar de ello, hoy tengo el gusto de tener aquí eh en MG Noticias a la magistrada Alma Delia González Centeno. Ella es hasta ahora eh y hasta lo que hemos podido verificar la única, originaria de San Luis Potosí que va a competir, que está compitiendo para una posición como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. ¿Es correcto, Alma Delia?
AD: Así es, muchas gracias por el espacio y efectivamente soy la única potosina aspirante a la candidatura de ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
MG: Bien. Alma Delia tiene ya una amplia trayectoria dentro del poder judicial eh de San Luis Potosí. Estaba yo revisando su currículum y es bastante extenso, está bastante nutrido de un montón de temas. Me queda claro que, bueno, hasta ahora sigue adscrita a la tercera sala en el supremo tribunal, ¿es correcto?
AD: Sí, mira, estuve adscrita a la tercera sala. Actualmente soy magistrada de la quinta sala mixta del Supremo Tribunal de Justicia del Estado. Esto es conocemos de materia civil, mercantil, familiar y penal.
MG: Y hacía una revisión de todo su currículum porque me llama mucho la atención que hay un montón de temas que usted ha estudiado que me parecen muy pertinentes desde derechos humanos, juicio de amparo, en materia civil, derecho electoral, es un mundo indescriptible e inabarcable para muchas personas de temas de los que una magistrada como usted pues ha tenido que envolverse, ¿no?
AD: Claro, fíjate que es importante nosotros como abogados y sobre todo en la función pública es obligatorio que nos mantengamos capacitados. Yo los invito incluso a que revisen este trabajo de toda mi trayectoria profesional porque desde el día que salí de la universidad que fue en el año del 2002 hasta la fecha, no ha habido un solo año que no me haya capacitado y es un punto que tiene que jugar en nuestro favor.
Nosotros como candidatos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación estamos obligados a tener esa formación, esa preparación para poder realmente administrar la justicia de manera adecuada, ¿sí? Ser realmente unos ejemplos a seguir por parte de del Poder judicial, ¿sí?
Ahorita la ciudadanía lo que espera es tener la confianza en sus juzgadores y juzgadoras y precisamente este reto que vamos a enfrentar a través de la reforma judicial nos da la oportunidad de tener esa cercanía con la población y qué mejor si conocen quiénes son sus candidatos y qué formación tenemos.
MG: Quiero aquí también retomar parte del currículum, ya usted mencionaba que en 2002 se graduó como licenciada en derecho aquí en la facultad de derecho y desde entonces pues ha formado parte de la estructura, ¿no? Desde secretaria taquimecanógrafa en el Poder Judicial hasta ahora. ¿Cómo ha sido ese camino? ¿Qué qué qué qué ha representado para usted?
AD: Gracias. Fíjate que es una pregunta muy interesante y sí quiero compartirles: yo vengo desde abajo, ¿sí? ¿Qué es esto? Que entré desde el puesto más bajo, entré primero como meritoria, qué significa: que nos dan la posibilidad de conocer de qué se trata el sistema judicial. Inicé en los años de 1999 primero en la Defensoría Pública Federal.
De ahí transité al fuero estatal en donde, como bien lo señalas, mi primera oportunidad fue como secretaria taquimecanógrafa en diversos espacios tanto de subsecretaría como secretaría y en diversas áreas tanto de juzgado como de sala.
Posteriormente, ya una vez concluida mi carrera profesional, pude concursar a las categorías de actuario judicial, de secretario de acuerdos, secretaria de estudio y cuenta en donde mayormente me desarrollé. Posteriormente concursé para ser jueza de primera instancia, cuyo cargo desempeñé en Guadalcázar, y de ahí salté al cargo de magistrada.
Si te fijas, abarqué prácticamente toda nuestra carrera judicial en el poder judicial del estado y es importante que la gente conozca que nosotros nos formamos ahí, nuestra capacitación y experiencia nos la da el ejercicio profesional y por eso la relevancia que conozcan, que somos conocedores de la práctica judicial.
MG: Por un lado está la justicia y por el otro la política. Digamos, son dos vías son dos caminos muy distintos. ¿Qué tan preparados creen cree usted que han estado ustedes y usted como magistrada en particular para este momento, para hacer política?
AD: Claro, mire, este es un momento histórico. Para nosotros la reforma judicial ha representado todo un reto. Incluso me atrevo a decir que a nivel mundial somos un referente, ahora con este ejercicio que se está proponiendo con la reforma constitucional aprobada el 15 de septiembre del año pasado, ese reto representa para nosotros el poder transitar y tener esa cercanía con la ciudadanía. Generalmente el poder judicial siempre ha sido visto como algo privado, ¿sí?
Como algo dedicado solamente al estudio, y en temas de política, si nos referimos a la política que nosotros conocemos como la que transita con los partidos políticos no tiene nada que ver, ¿sí? Nuestra política tiene que ser meramente institucional.
MG: Sí, pero me refiero a la política electoral. Ahora tienen que comunicarse hacia la ciudadanía, hacer campaña, lucir amigables, afables, mostrar un poco más de apertura, incluso ya he visto mucha gente que está haciendo este sus TikTok, sus bailes, sus trends, ¿qué tan preparadas estaban para eso?
AD: No, mira, totalmente, es una pregunta bien interesante y tienes mucha razón en el tema de que nosotros siempre hemos sido vistos como algo vuelvo a decir, detrás del escritorio.
Nosotros teníamos poca o nula comunicación con la ciudadanía hablando en términos generales. Sí es cierto que nosotros compartíamos con las partes involucradas en un asunto Pero ahora la ciudadanía entera nos tiene que conocer y esto ha sido un reto grande para todas y todos. Inclusive te platico yo mi experiencia, yo ni siquiera tenía redes sociales, ¿sí?
No tenía un Facebook, no tenía un Instagram, un TikTok, no sabía qué implicaba cada una de las redes y ahora me he tenido que involucrar, porque lamentablemente nuestra campaña está muy limitada, ¿sí? Los lineamientos por parte de INE son muy específicos en que no podemos tener financiamiento ni público, ni privado, ni en especie. Esto nos ha llevado a participar para poder tener esa cercanía con la ciudadanía y que conozca sus candidatos a través de las redes sociales.
Entonces, ¿te imaginas? Ha sido todo un reto para mí, ¿sí? Y yo me imagino que para la mayoría de los candidatos que no estábamos impuestos a esta política, tienes toda la razón. Y bueno, yo creo que lo debemos ver de manera muy positiva. Ha sido una experiencia en mi en mi caso, muy grata porque me ha permitido incluso recibir opiniones de gente de qué es lo que yo pienso, qué es lo que yo he hecho, qué propongo, ¿sí?
¿Qué me gustaría hacer diferente? Y esto jamás yo lo hubiera tenido si no hubiese sido por la reforma judicial.
MG: Quiero ser muy respetuoso con la pregunta porque, a ver. Estamos acostumbrados a que las propuestas las haga un candidato o candidata que va a ocupar un puesto ejecutivo, que ejecuta, ¿no? Entonces acá es un puesto de administrar la justicia y entonces, ¿qué clase de propuestas puede presentar una candidata como usted a la Suprema Corte? ¿Se pueden presentar propuestas?
AD: Fíjate que yo cuando me dicen, “Tienes que tener una propuesta de campaña y tienes que tener una propuesta para la ciudadanía.” Fue todo un reto. Claro que hay propuestas y hay cosas que cambiar. ¿Qué haría yo? La corte siempre ha sido vista como un tema privado, como un club privado.
Yo creo que sería importante hacer varios cambios, sobre todo para que la corte sea cercana hacia todos, para que la corte sea una corte abierta a toda la ciudadanía y para que no solo sea vista como para las élites, ¿sí? En el caso mío yo haría tres propuestas concretamente, una enfocada al tema de transparencia porque de acuerdo a nuestra reforma un ministro va a permanecer 12 años en su cargo, ¿sí? Pero sin que sepamos cómo está haciendo su trabajo.
Entonces, yo propongo un sistema de evaluación, de certificación cada 4 años para que ministras y ministras sean medidos en su eficiencia, en su trabajo, en su calidad y sobre todo en los tiempos que tenemos para emitir las sentencias.
Una segunda propuesta interesante sería la cercanía que nosotros tenemos, debemos de tener con los ciudadanos y es crear un contacto directo de la corte con la ciudadanía a través de una línea de los medios, de lo que sea una herramienta de fácil acceso para todas y todos. En este sentido también propondría foros abiertos, ¿sí?
Foros ciudadanos sobre temas en específico de interés general que a mí me den una idea de cómo normar mi criterio porque al final yo tengo que dar justicia para todos y todas. No tengo que tener privilegios con cierto grupo, por ejemplo, pues los empresarios o los políticos que siempre han sido como vistos como los favorecidos, ¿no? Yo quiero que eso sea diferente.
Y como una tercer propuesta, a mí me gustaría mantener siempre sistemas de evaluación constante, ¿sí? en donde haya un semáforo, fíjate, esto sería muy interesante, un semáforo que la gente conozca si de verdad quienes aspiramos o quienes llegamos a ocupar esos puestos importantes a nivel nacional, realmente estamos dando el resultado esperado porque al final ahorita nos vamos a deber al voto y la confianza del pueblo de México. Entonces, por lo mismo tenemos que rendir cuentas.
Si yo actualmente estoy de magistrada o jueza y me exigen rendir cuentas, es decir, dar mejores resultados, también los ministros y ministras tienen que hacer lo propio. Y estar manteniendo un semáforo en rojo, verde o amarillo, dependiendo de qué es lo que estamos haciendo o si solamente prácticamente vamos a ir a calentar la silla, ¿no?
MG: ¿Qué tan posible es eh aventarse al ruedo en la campaña tirándole a los contrincantes? Y le quiero preguntar, entonces, ¿usted podría hacer una crítica sobre quiénes están ocupando ahora mismo alguna posición en la Suprema Corte y que van a competir para volver a regresar?
AD: Sí, mira, siempre las críticas tienen que ser en función de algo constructivo. Yo creo que es muy válido que todos conozcamos de fondo el trabajo que están realizando actualmente ministros y ministras.
Y lo cierto es que con esa falta de cercanía con estos funcionarios públicos ahorita actualmente en funciones, pues no podemos saber qué es lo que están haciendo. Y si ustedes conocen un poquito lo del sistema de la corte, todo lo que emite la corte tiene un impacto a nivel nacional en tu vida, en tus propiedades, en tus posesiones, en en el día a día, ¿no? Todas las determinaciones de la corte, sí traen una repercusión a nivel de sociedad.
Entonces, por eso me parece muy importante que estos sistemas de medición sí se hagan para que la gente realmente conozca el trabajo que se realiza al interior de la corte. ¿Qué es lo que ellos deben de hacer? ¿Qué cuentas debemos rendir? Y ahorita con relación específica a tu pregunta, es claro que puedo hacer una crítica de cuáles son los resultados que están dando actualmente los ministros. Sin duda el sistema va a cambiar, ¿eh?
Ahorita ya su organización este ya es distinta, ya ahorita está creado un tribunal de disciplina y un órgano administrativo que antes no lo había. ¿Qué va a ser ahora este tipo de de entes? Vigilar la conducta de ministros y ministras, ¿sí? Estar al tanto de lo que están haciendo, pero Yo creo que todavía nos faltaría mostrarle a la gente esos resultados, ¿sí? Eso es lo más lo más maravilloso.
Un ejemplo muy práctico sería, a ver cuántos asuntos ingresan a la corte, en cuánto tiempo lo resuelves y con qué calidad lo haces. Entonces, eso a mí me parece muy relevante porque eso nosotros no lo conocemos. ¿Qué tenemos que hacer como ciudadanos? Pedir a través de instituciones, por ejemplo, a la de transparencia, algún asunto, de qué manera se resolvió y cuál fue su impacto. Eso es muy complicado y no cualquiera lo puede hacer.
Cosa distinta si mantenemos un semáforo general muy sencillo con un lenguaje accesible para todos los ciudadanos y que tengan la facilidad de poder llegar a esos resultados de manera muy práctica.
MG: Hay un tema que está en la piel y en la sensación de la ciudadanía y de la sociedad mexicana que tiene que ver ver con cómo estamos tratando a las víctimas de toda clase, en estos días vimos una una actuación en el Congreso Federal acerca de un diputado que estaba siendo acusado y no se tomó en cuenta la perspectiva de la víctima. Con las madres desaparecidas no se está tomando en cuenta y se está minimizando a las víctimas. Lo vemos todo el tiempo. ¿Qué se puede hacer desde la Suprema Corte para cambiar esa perspectiva?
AD: No, hombre, muy interesante tu pregunta y vuelvo a retomar el tema de que de la importancia de transformar la justicia en México. La justicia no tiene que ser para unos cuantos. Hay el tema que se llama perspectiva de género, que es una herramienta muy valiosa, que lamentablemente creo que todavía no la hemos sabido aplicar, juezas y jueces.
Lo digo con mucho respeto y en términos generales y haciéndome responsable de mi comentario, pero el tema de la capacitación es fundamental. Si nosotros desde esos espacios, desde la Suprema Corte de Justicia, no somos capaces de generar buenas prácticas, no solamente a nivel jurisdiccional, en todas las entidades a nivel estatal, municipal y local, pues esto no va a traer ninguna repercusión.
Yo creo que el transformar de justicia en México implica la enorme tarea de conocer estas valiosas herramientas precisamente creadas por la Suprema Corte, pero que no solamente deben quedar como buenas prácticas, deben ser aplicadas adecuadamente en cada espacio público o privado. Con relación a este tema, fíjate que tienes mucha razón y vuelvo a retomar el tema de que la Suprema Corte no puede ser reservada solo a las élites.
Tiene que ser para todas y todos los ciudadanos de México. Atender a cada una de sus circunstancias personales y analizar a fondo con perspectiva de género este tipo de causas. Eso es muy delicado y lo vemos mucho no solo en el tema este de delitos de impacto sexual, sino también lo que está aconteciendo actualmente con el tema de las desapariciones y los feminicidios.
Hay protocolos que es importante que sigamos, pero para que podamos aplicar un buen protocolo necesitamos de una buena capacitación y de que realmente haya una vigilancia a todas esas autoridades u operadores jurídicos o de la eh procuración de justicia que realmente estén haciendo bien su trabajo, ¿sí?
De eso dependerán los resultados y sobre todo que estas cosas traigan consigo una transformación de fondo en en las prácticas que hay actualmente, sobre todo en tema de víctimas, ¿no? Que es un tema muy delicado y que sí tenemos que atender.
MG: Por último, coméntenos ¿Qué la motivó usted a participar en este proceso con todo en contra?
AD: Fíjate que hay muchas cosas que me motivaron, ¿no? Primero, este, obviamente yo no me veía participando.
Sin embargo, me han pasado tantas cosas en mi vida profesional y yo creo que una de las experiencias que he tenido es creer que nosotros podemos transformar la justicia desde nuestros espacios. A mí para ser jueza me me pidieron dinero en algunas ocasiones. Me pidieron 350 mil pesos en un en un concurso que tuve.
MG: ¿Aquí en San Luis Potosí?
AD: Sí, aquí en San Luis Potosí. Yo no me quedé callada impugné, llegué hasta las últimas consecuencias y les demostré que la justicia no se compra, ¿sí? Que nosotros somos capaces de llegar a ocupar esos espacios públicos porque además de que como mujeres hemos tenido muchos obstáculos, el ser mamá, el tener unas dobles jornadas, porque tú sabes que como mamás, yo soy mamá de tres de dos hijos y uno que viene en camino, estoy esperando bebé.
Entonces, eso puede representar una dificultad o te pueden ver con ciertos estigmas por ser una persona con ciertas características. Entonces, yo no me quedé callada, yo continué luchando y gracias a esa lucha y a creer que es posible transformar nuestra justicia es que logré ser juzgadora.
De ahí salté a la magistratura y ahora en este espacio me doy cuenta que es posible transformar nuestra justicia y que la gente puede llegar a creer que no necesitamos de padrinos, que no necesitamos de un apoyo extra, que nuestra capacidad, nuestro conocimiento, preparación y sobre todo nuestra formación, ¿sí? A una a transitar a una realidad que transforma vidas, debe ser suficiente.
Por eso yo sí creo que el motivo más importante fue eso, que yo quiero transformar la Suprema Corte. No quiero llegar solamente a ocupar el cargo y mantenerme ahí los 12 años. Quiero realmente contribuir a esa transformación y hacer todas y cada cada una de las propuestas que ya te compartí para poder dar un buen resultado y que la gente siga confiando y siga apoyándome.
A pesar de que yo no tengo un solo cinco para mi campaña, a pesar de que yo vengo desde abajo, aún así Creo que esto es posible y eso es lo que me ha motivado a poder participar para este importante cargo.