España vivió el peor apagón eléctrico de su historia reciente

El peor apagón eléctrico de la historia reciente de España desató el caos este lunes, afectando a millones de ciudadanos en la península ibérica, salvo en las islas, y también en Portugal. Desde el mediodía, cortes de electricidad paralizaron comercios, industrias, comunicaciones móviles, carreteras, trenes, aeropuertos, escuelas y centros de salud, sin que hasta ahora haya una explicación oficial del incidente.
Actividades paralizadas y servicios esenciales en crisis
El servicio eléctrico comenzó a recuperarse de manera gradual a partir de las 13:30 horas, apoyado en las interconexiones con Francia y Marruecos. Red Eléctrica, la empresa pública responsable de la distribución en España, calificó el apagón como “absolutamente excepcional”. La recuperación completa podría tardar entre 6 y 10 horas, según estimaciones de la empresa.
Mientras tanto, la actividad económica y social colapsó. Semáforos fuera de servicio, atascos, cancelación de consultas médicas, pasajeros varados en trenes y aviones, y comercios cerrados marcaron el paisaje de la jornada. Algunos hospitales, como el Gregorio Marañón y el 12 de Octubre en Madrid, suspendieron intervenciones no urgentes pero lograron mantener operaciones críticas gracias a generadores de emergencia.
Gobierno en alerta máxima
El presidente Pedro Sánchez pidió a la población reducir su actividad, ahorrar energía y utilizar los móviles únicamente para comunicaciones esenciales. Asimismo, solicitó seguir exclusivamente información oficial para evitar rumores. La Comunidad de Madrid, Extremadura y Andalucía solicitaron el nivel tres de emergencia de protección civil, solicitud que fue aceptada por el Gobierno central.
El Consejo de Seguridad Nacional se reunió dos veces en la jornada, mientras Red Eléctrica trabaja junto con empresas energéticas para estabilizar el sistema. Hasta el momento, no se descarta ninguna hipótesis sobre las causas del apagón, aunque tanto el Gobierno español como el portugués insisten en que no existen indicios de un ataque deliberado.
Colapso en la movilidad
El apagón afectó gravemente el transporte público. El sistema ferroviario nacional quedó suspendido desde las 12:30 horas, afectando trenes de media y larga distancia, metro y cercanías en ciudades como Madrid, Valencia y Barcelona. Los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat también sufrieron retrasos e incidencias, obligando a una reducción del 20 por ciento del tráfico aéreo para garantizar la seguridad.
El tráfico vehicular se vio seriamente afectado por la falta de semáforos, provocando grandes atascos y el cierre de túneles en Madrid. Las autoridades pidieron evitar el uso del automóvil salvo en casos de extrema necesidad.
Impacto en la industria y las telecomunicaciones
Grandes industrias como Seat, Ford e Iveco detuvieron sus líneas de producción. El sector financiero también reportó afectaciones en sucursales bancarias y cajeros automáticos, aunque la Bolsa española operó con normalidad.
En telecomunicaciones, compañías como Telefónica y Vodafone activaron comités de crisis ante la caída parcial de servicios de telefonía móvil e internet. Aunque los centros de datos cuentan con sistemas de respaldo, los expertos alertaron que, de prolongarse la situación, podrían producirse fallos más amplios.
Portugal también sufre las consecuencias
En Portugal, el apagón afectó trenes, metros, telecomunicaciones y el aeropuerto de Lisboa, donde se registró un gran desconcierto entre los pasajeros. Aunque los hospitales operan con generadores, los retrasos en vuelos y la interrupción del transporte público continúan. Red Eléctrica Nacional confirmó que el fallo fue generalizado y trabaja para restablecer el servicio.
Por el momento, las autoridades de ambos países continúan investigando el origen del incidente que dejó a millones de personas, de un momento a otro, sin electricidad y sin servicios esenciales.