Fabrica de Periodismo.- Un juez federal advirtió a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a la Procuraduría de Protección al Ambiente (Profepa) y a las empresas constructoras que se encuentran en desacato a una orden judicial, y les exigió que suspendan las obras del Tramo 5 Sur del Tren Maya y se abstengan de “tapar, rellenar u obstruir cenotes, cavernas, arroyos y ríos” en esa obra pública.
El juez primero de distrito con sede en Yucatán, Adrián Novelo, urgió a la Semarnat y a la Profepa a que un plazo máximo de tres días le entreguen las medidas de verificación, vigilancia o seguridad que han tomado para que se cumplan las condiciones de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) en la construcción de ese tramo del Tren Maya.
En caso de que no lo hagan, serán multadas. “Se reitera a las autoridades responsables que, hasta la presente fecha, no han acreditado que se han subsanado las condicionante de la MIA del proyecto y, por ende, continúan suspendidos los trabajos de construcción y acondicionamiento en el tramo 5 sur de la obra pública Tren Maya que, como se ha visto, no permiten tapar, rellenar u obstruir cenotes, cavernas, arroyos y ríos”, precisa el juez.
De igual forma, les advirtió al gobierno federal y a las empresas constructoras que ignorar la suspensión definitiva de las obras emitida por el Tribunal Colegiado de Circuito en Materias de Trabajo y Administrativa de Yucatán es un delito federal que se castiga hasta con nueve años de cárcel.
De acuerdo con los especialistas de la organización Sélvame del Tren, el Tribunal Colegiado de Circuito ordenó al Fonatur Tren Maya presentar los estudios geológicos, geofísicos e hidrogeológicos a que se refieren las condicionantes 9 y 10 de la Manifestación de Impacto Ambiental para prevenir posibles riesgos de colapso, así como la prevención y mitigación de riesgos y daños ecológicos potenciales ocasionados al paisaje kárstico, cenotes, cuevas y cavernas.
“Pero la condicionante 26 de la MIA prohíbe rellenar o tapar cuevas, cenotes, ríos y cavernas con cualquier material o residuo de las obras por formar parte del Gran Acuífero Maya de la Península de Yucatán”, asegura en entrevista el espeleólogo Guillermo D’Christy.
El sistema de cuevas secas más grandes de México llamado Garra de Jaguar ya ha sido vulnerado por el derrame de concreto en su interior a causa de los trabajos de construcción del tren.
La perforación de cavernas y cenotes se está haciendo para “sostener” el tramo elevado del Tren Maya que corre de Playa del Carmen a Tulum, en un suelo kárstico y sin estudios de impacto ambiental.
“Los derrames de cemento y la perforación con más de 12 mil pilotes en cuevas, cenotes y cavernas por la misma construcción del tramo 5 del Tren Maya las hemos denunciado porque la Semarnat no presentó estas obras en su estudio de impacto ambiental. Cambiaron todo el trazo y aquí tenemos las consecuencias”, precisa Michel Duhart, ingeniero, buzo y fotógrafo marino.
El impacto ya es mayor. No sólo ha sido afectado el sistema de cuevas Garra de Jaguar, adivierte Duhart, sino también el sistema de cuevas Oppenheimer, en donde han documentado el antes y el después de las obras del Tren Maya.
Desde 2020, los ambientalistas y científicos de Sélvame del Tren han documentado la destrucción que ha sufrido el Gran Acuífero Maya.
“El Tramo 5 Sur del tren se iba a construir a nivel del suelo a lo largo de 67.7 kilómetros de Playa del Carmen a Tulum. Eso es lo que aprobó la Semarnat en la MIA. Sin embargo, Fonatur decidió construir más de 40 de esos kilómetros en un viaducto elevado. Por eso necesitaron hincar más de 12 mil pilotes, destruyendo cenotes, cavernas y ríos subterráneos”, lamenta en entrevista Michel Duhart.
