El fenómeno de déjà vu describe la sensación que experimentan quienes perciben una nueva situación como si fuese un recuerdo antiguo. Se debe a un fallo en la forma en que el cerebro procesa y almacena la memoria y es muy frecuente. En cambio, las experiencias de jamais vu son mucho más raras.
Cuídate.- “Esto ya lo he vivido”, dice Neo en la primera película de la saga The Matrix después de ver pasar dos veces al mismo gato negro. “Un déjà vu suele ser un fallo en Matrix; ocurre cuando cambian algo”, le explica Trinity. ¿Será un asunto central en la nueva entrega, The Matrix Resurrections, que se estrena el 22 de diciembre? Solo hay un modo de averiguarlo, pero antes se puede hacer otra cosa: repasar qué es un déjà vu en el mundo real.
Tener la sensación de que ya se ha pasado por una situación es un fenómeno bastante frecuente que la mayoría de las personas experimenta más de una vez a lo largo de su vida. Se debe a un fallo, pero no de una estructura superior, sino del propio cerebro. No es algo patológico, aunque en algunas enfermedades y en casos muy puntuales puede producirse con más frecuencia de la que se considera normal.
Déjà vu es una expresión francesa que significa, literalmente, ya visto. En este caso, se trataría de vivencias nuevas que se experimentan como acontecimientos ya vividos o sentimientos ya percibidos. Alba María García, neuropsicóloga de Center Psicología, ofrece a CuídatePlus la explicación neurológica: se produce por un fallo en el procesamiento de la memoria, que tiene lugar en el área cerebral conocida como lóbulo temporal.
En condiciones normales y hablando en términos metafóricos, García señala que es como si la memoria se organizase en el cerebro en tres cajones. “En el primero de ellos, la información que se introduce pasa a una memoria de trabajo, que es una capacidad cognitiva que tenemos para poder manejarla”, explica. A continuación, “esta información pasaría a un segundo cajón, que es el de la memoria a corto plazo y, por último, al tercero, que corresponde a la memoria a largo plazo”.
Cuando se produce un déjà vu, lo que sucede es algo semejante a la inversión de ese esquema de procesamiento de los recuerdos: la información percibida o los sentimientos que se experimentan en un momento dado pasan en primer lugar al cajón de la memoria a largo plazo y, por esta razón, se tiene la sensación de que se vive esa experiencia por segunda vez . “Es como si el cerebro se hubiera saltado varios pasos y por eso la persona tiene la impresión de que está recordando, cuando en realidad está viviendo algo nuevo”, apunta la psicóloga.
El estrés fomenta los ‘déjà vu’
Las personas que soportan altos niveles de estrés pueden tener fenómenos de déjà vu con más frecuencia. Así lo confirma la neuropsicóloga, quien indica que el buen funcionamiento de la memoria depende tanto de la atención como del estado de ánimo. En situaciones de estrés se alteran ambos factores, lo que repercute en el procesamiento y almacenamiento de la información que llega al área del cerebro implicada en la memoria. “Es lo que nos pasa en los exámenes: estamos muy nerviosos y nos quedamos en blanco, lo que se produce porque las puertas de esos cajones de la memoria están cerradas y no dejan pasar la información”, comenta García.
No hay ningún tipo de personalidad que se haya relacionado con una mayor propensión a tener déjà vu, pero sí una franja de edad, ya que estos fenómenos suelen ser más frecuentes entre los 15 y los 25 años. Aunque no se conocen las causas de esta mayor incidencia en la juventud, se especula que podría guardar cierta relación con el momento de transición que atraviesa el cerebro hacia la etapa adulta.
También se aprecia una frecuencia más elevada en algunos pacientes con epilepsia, particularmente cuando está localizada en el lóbulo temporal. Asimismo, puede asociarse a otros problemas neurológicos, pero el déjà vu no se considera un trastorno del cerebro.
‘Déjà vu’ y enfermedad mental: ¿existe un vínculo?
Tampoco se asocia a la enfermedad mental, tal y como revela Patricia Bernal García, psiquiatra de la Unidad de Hospitalización Breve del Hospital Dr. Rodríguez Lafora: “Las experiencias de déjà vu se han observado en un 70-80% de la población general no clínica, es decir, sin patología psiquiátrica”. Esta especialista estudió hace unos años el caso de un paciente con esquizofrenia que presentaba frecuentes déjà vu y llegó a las siguientes conclusiones:
Los déjà vu son, probablemente, actividades mentales de baja patología porque su frecuencia en pacientes con esquizofrenia es menor que en la población general.
Son un síntoma que se encuentra con poca frecuencia en la esquizofrenia.
Estos fenómenos no son exclusivos de la población psiquiátrica, lo que nos lleva a pensar que no hay una base patológica en su producción.
Se han publicado muestras pequeñas de pacientes esquizofrénicos que experimentaron déjà vus cuya base se consideró delirante, dando como explicación que estos pacientes pueden adoptar cualquier experiencia (como, por ejemplo, un síntoma de déjà vu) como material de su sistema delirante.
Cuando una persona experimenta una frecuencia elevada de estos fenómenos “debería descartarse alguna patología del lóbulo temporal, como por ejemplo una epilepsia”, recalca la psiquiatra.
¿Existe el ‘jamais vu’?
Si existe el déjà vu, es lógico pensar que también pueda darse lo contrario, el jamais vu. Y así es, con el matiz de que, en este caso, se trata de una percepción que sucede con una frecuencia muy inferior. “Me he encontrado a muy pocas personas que hayan tenido un jamais vu”, corrobora García. Literalmente significa ‘jamás visto’ y hace referencia a la sensación que experimenta una persona que no es capaz de reconocer la situación en la que se encuentra, a pesar de que se trata de algo cotidiano.
Por ejemplo, le puede suceder a alguien que un día acude a su trabajo y se siente como si llegase por primera vez. “Es muy extraño que ocurra y está más asociado a problemas neurológicos, como la amnesia”, aunque se da igualmente en personas sanas. También tiene que ver con el procesamiento de la información que percibimos y cómo la almacena nuestro cerebro.