En México hay abiertas más de 100,000 carpetas de investigación por fraudes inmobiliarios.
Expansión.- Después de meses de búsqueda, al fin encontraste el departamento de tus sueños y, además, tiene el precio ideal. Te pones en contacto con el número del anunciante, agendas la fecha para la visita, pero antes de confirmar te piden que des un adelanto de la renta para apartar el departamento, y entonces comienzas a desconfiar. Y lo más probable es que estés en lo correcto, porque pedir dinero por una propiedad antes de conocerla en persona es uno de los fraudes inmobiliarios más comunes, aunque no el único.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), al año se pierden 600 millones de pesos en estafas en México y, en la actualidad, hay abiertas más de 100,000 carpetas de investigación relacionadas con este delito, en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Pero hay maneras de prevenir para caer en uno de estos fraudes, si eres una persona que está en búsqueda de una vivienda.
Propiedades inexistentes: de acuerdo con Helena Verron, fundadora y CEO de The Smart Flat, una proptech de optimización de búsqueda de inmuebles, el fraude más común es que en páginas de internet se ofrezcan viviendas que no existen y cuyas imágenes fueron sacadas de la web.
Fraudes inmobiliarios más comunes
1. Usuarios inexistentes: Generalmente, las propiedades que no son reales también son cargadas por agentes inmobiliarios falsos, “lo que suelen hacer es agarrar la información de otros asesores profesionales y duplican la información. Es muy común”, dice la experta.
2. Datos de las propiedades incorrectas: En este caso el inmueble sí existe, pero se da información tergiversada, lo que impide que la persona interesada tome decisiones correctas respecto a su mudanza.
3. El gancho de un precio más bajo: Verron explica que en ocasiones se pone en venta o renta un departamento debajo del que realmente se pide (y que suele ser menor al promedio en aproximadamente 15%) con la finalidad de atraer a futuros inquilinos, pero al momento de hacer el proceso de renta, se informa que hay más personas interesadas y proponen que se pague un valor más alto para quedarse con el inmueble. En ocasiones, incluso, se encuentra la misma propiedad publicada, pero con diferentes precios.
4. Falsificación de documentos: Existen casos frecuentes en los que las personas que publican un inmueble muestran escrituras o documentos de la propiedad fraudulentos, debido a que o no están debidamente dados de alta o no se cuenta con todas las autorizaciones para rentar o vender el inmueble.
5. Transferencias: Es el fraude más común, en el que el asesor (no real) pide que se hagan pagos por adelantado referentes al inmueble, antes de que se haga un contrato. Ojo, en este caso no se contemplan los trámites previos a la firma ni el apartado del departamento, que suele ser común y está permitido.