Estrategia anticrimen, las coincidencias temáticas entre Sheinbaum y Calderón

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Aunque políticamente tienen marcadas diferencias, la presidenta Claudia Sheinbaum implementa un programa con líneas similares a la política que impulsó el expresidente panista, señalan expertos.

Expansión.- Los ejes principales de la estrategia de seguridad de Claudia Sheinbaum tienen similitudes con el plan que llevó a cabo Felipe Calderón, sin embargo, el gobierno actual los implementa, opera y divulga de manera distinta. Entre los programas de la morenista y el panista coinciden frases y apuestas estratégicas como la inteligencia policial, la coordinación y el despliegue de las Fuerzas Armadas, a pesar de sus evidentes diferencias políticas y visiones de la tarea anticrimen.

Para enfrentar el fenómeno delictivo que iba en aumento, el entonces presidente Calderón propuso en 2006 coordinación, cooperación y corresponsabilidad entre los órdenes de gobierno, operativos conjuntos en apoyo a autoridades locales, proporcionar oportunidades sociales y económicas a la población, despliegue de fuerzas federales, inteligencia policial, combatir la impunidad, fortalecer las policías y que la procuraduría (hoy fiscalía) formara parte de los esfuerzos contra la violencia.

Esas premisas coinciden, en términos generales, con la Estrategia Nacional de Seguridad que presentó Sheinbaum hace un mes, aunque ella desde el arranque de su gobierno ha querido una marcar una clara diferencia con la llamada “guerra contra el narcotráfico” de Calderón.

“No va a regresar la ‘guerra contra el narco’ de Calderón, no buscamos ejecuciones extrajudiciales, que era lo que ocurría. ¿Nosotros qué vamos a usar? Prevención, atención a las causas, inteligencia y presencia”, dijo la presidenta el pasado 8 de octubre al presentar su plan de seguridad.

Conferencia Sheinbaum Seguridad  (6)

“Una estrategia particular para seguridad, que tiene que ver con inteligencia, investigación, fortalecimiento de la Guardia Nacional, coordinación de las fuerzas para disminuir la impunidad en el país. Y, al mismo tiempo, la disminución de la pobreza, la disminución de las desigualdades. Eso es lo que no han acabado de entender muchos”, enfatizó la presidenta el viernes pasado.

Expertos en seguridad consultados por Expansión Política coinciden en que la estrategia de seguridad de la primera mujer al frente de gobierno de México tiene coincidencias con la implementada en otras administraciones, aunque sí le reconocen planteamientos diferentes que podrían dar resultados si se ejecutan correctamente, como el fortalecimiento de la inteligencia policial.

“Es parte de lo que ya se ha hecho en otras administraciones, quizá con un nombre distinto, pero sigue siendo lo mismo, pero a veces no se tiene la congruencia para reconocer que algo funcionó y que puede volver a funcionar”, considera Facundo Rosas, director de la consultoría de inteligencia y seguridad, Cyber Black.

Las coincidencias entre estrategias

Desde 2006, la ola de violencia en el país ha dejado más de 400,000 homicidios dolosos, la mayoría vinculados al crimen organizado, por lo que cada administración ha impulsado sus propias estrategias en busca de lograr la tan ansiada pacificación.

En el caso de Felipe Calderón, su estrategia se llamó inicialmente “Limpiemos México”, la cual comprendió cinco ejes para frenar el fenómeno delictivo que, de acuerdo con su diagnóstico, estaba asociado en parte al crimen organizado y a la debilidad y falta de capacidad de las instituciones: estado de Derecho, economía competitiva y generadora de empleos, igualdad de oportunidades, desarrollo sustentable y democracia efectiva y política exterior responsable.

De manera concreta, la estrategia de Calderón incluyó acciones de prevención y contención de la violencia -a veces extrema- en coordinación con los tres niveles de gobierno.

Casi dos décadas después, la propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum comparte algunas de esas medidas, pero con una marcada diferencia: evitar la confrontación entre fuerzas federales y delincuentes para reducir la posibilidad de “bajas” y daños colaterales.

La estrategia de la presidenta propone cuatro ejes que contemplan medidas como atender las causas que originan la violencia, consolidación de la Guardia Nacional, que fue creada durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, y coordinación entre dependencias federales y autoridades locales.

Como parte del plan, el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, ha visitado entidades que enfrentan fuertes problemas de violencia como Sinaloa y Guanajuato. Sin embargo, no se trata de una medida nueva, recuerda Facundo Rosas.

“La visita del secretario, de algunos secretarios a los estados, no es nueva. En las administraciones anteriores, desde Ernesto Zedillo, pasando por Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, se llevaron a cabo, y se llamaban grupos de coordinación operativa, a esas visitas se les denominaba gabinetes de seguridad itinerantes a los lugares donde se estaban registrando los altos niveles de violencia, no es algo nuevo, ahora solamente le cambian de nombre”, sentencia

García Harfuch y Militares en Sinaloa (4)

La presidenta Sheinbaum ha invitando a gobernadores y mandatarias estatales a las reuniones matutinas que sostiene de lunes a viernes con el gabinete de seguridad, sin importar de qué partido son. Hasta ahora han asistido la panista Libia Dennise García, gobernadora de Guanajuato; así como los morenistas Rutilio Escandón Cadenas, de Chiapas; y Rubén Rocha de Sinaloa, entre otros.

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Otra coincidencia entre las estrategias, aunque se enuncia de manera diferente en el discurso, es enfrentar a los generadores de violencia. El expresidente Felipe Calderón declaró la guerra a los criminales, mientras que en el gobierno de Sheinbaum uno de los ejes consiste en “neutralizar generadores de violencia y redes criminales con atención a zonas de alta incidencia delictiva”.

Jonathan De Vicente Encarnación, director de Incidencia Política de la organización México Unido Contra la Delincuencia, considera que otra de las similitudes, quizá la más evidente e importante, es echar mano de elementos de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad.

“Donde cojea la estrategia es en nuevamente recurrir a las Fuerzas Armadas como brazo operativo para la ejecución de esta estrategia. Hay que recordar que también una de las reformas aprobadas fue la reforma de Guardia Nacional, la cual la convierte en una fuerza militar y desde nuestra perspectiva pues militariza de manera plena y permanente la seguridad”, explica en entrevista.

Jonathan De Vicente Encarnación, director de Inteligencia Política de MUCD

La Guardia Nacional, si bien se perfiló como una fuerza civil de seguridad durante el sexenio de López Obrador, en los hechos siempre fue una corporación militar que ahora cuenta con más de 130,000 elementos y está adscrita a la Secretaría de Defensa Nacional.

Esta capacidad operativa, de formación y mando castrense, se suma a los miles de militares que están combatiendo al crimen en entidades como Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Guanajuato, Colima y Tamaulipas, entre otras.

Con base en datos oficiales, existe un despliegue de al menos 79,000 efectivos de la denominada Fuerza Armada Permanente, que hace tareas de seguridad en todo el territorio nacional.

El difícil reto de los resultados

La presidenta de México ha asegurado que su estrategia dará resultados, sin embargo, ha evitado dar plazos y porcentaje de reducción.

“Hay una estrategia de seguridad que va a dar resultados, como lo he planteado. No es de un día a otro”, dijo el pasado 28 de octubre.

A Sheinbaum le tocó un arranque violento. En su primer mes de gobierno se registraron más de 2,200 homicidios dolosos, entre ellos, el del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, y el del padre Marcelo Pérez, en Chiapas.

Alejandro Martínez Serrano, experto en seguridad nacional y catedrático de la Universidad La Salle, asegura que para poder evaluar la estrategia de seguridad de la presidenta se debe esperar por lo menos un año.

“De aquí a un año, octubre del próximo año, ya se puede hacer ese primer balance de la efectividad de estas nuevas acciones. Tenemos literalmente un mes que acaba de empezar esta administración y pues es muy pronto para ese balance. Yo lo dejaría por lo menos un año”, afirma.

En el caso del gobierno de Felipe Calderón, el homicidio mostró una ligera reducción al concluir su sexenio.

Uno de los aciertos que los expertos ven en la estrategia de seguridad de la presidenta es crear el Sistema Nacional de Inteligencia, la subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial y la subsecretaría de Prevención en la SSPC.

“Hay aspectos positivos como la nueva subsecretaría de inteligencia e investigación. El uso de la inteligencia, es clave, sobre todo si se utiliza para la persecución de delito y el desmalentamiento de la delincuencia organizada. Si se le dan mal uso, como para espionaje, se violarían derechos humanos”, agrega De Vicente.

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