El documento señala que los potenciales impactos medioambientales, que se darían durante la etapa de construcción, podrán ser mitigados en la etapa de operación.
El Instituto de Ecología (Inecol), dependiente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) presentó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) para el Tramo 5 del Tren Maya, que va de Playa del Carmen a Tulum.
La Dirección General de Impacto Ambiental de la Semarnat realizará la revisión del documento, que concluye que los impactos ambientales generados no son “significativos”.
“Puede inferirse que no habrá impactos significativos netos a la diversidad y abundancia de la fauna en el área de influencia como en la región, es decir, el Proyecto no generará afectaciones relevantes a la biodiversidad beta y gama”, menciona.
El documento, publicado este miércoles en una edición extraordinaria de la Gaceta Ecológica de la Semarnat, señala que el tramo es viable ambientalmente y que sus potenciales impactos, que se darían durante la etapa de construcción, podrán ser mitigados en la etapa de operación.
Destaca los impactos con relacionados con el agua, particularmente los relacionados con los procesos hidrológicos, debido a la interacción del Tramo 5 Sur “con los sistemas kársticos, los cenotes, los flujos subterráneos y la posible afectación de la conectividad hidrológica natural”.
Menciona que “existen gran cantidad de dolinas, cenotes, microcúpulas kársticas, lagunas y llanuras de inundación, estas últimas con dimensiones de metros hasta kilómetros, presentando formas circulares, alargadas e irregulares”.
“Existe una conexión entre las descargas en la zona de la costa y el impacto producido por actividad antropogénica, por lo que es indispensable proponer medidas de mitigación al ecosistema que forma el karst, cenotes, descargas de agua en la playa y en las lagunas”, señala.
En ese sentido, pide que se verifique el balance hídrico local, para minimizar la alteración de los escurrimientos superficiales, así como reducir las áreas de infiltración y revisar el manejo de aguas residuales y otros contaminantes.
“Esta valoración indica la necesidad de diseñar e implementar estrategias viables y eficaces para prevenir, mitigar y compensar estos impactos. De acuerdo con los resultados de esta evaluación en el factor agua, los impactos son adversos no significativos”, apunta.
Sin embargo, se consideró como “un impacto adverso moderado”, ya que los errores de este tipo normalmente ocurren por una falla humana. “No obstante, las acciones destinadas al mantenimiento de la vía e infraestructura férrea tienen el objetivo de disminuir cualquier afectación que pueda ocasionar accidentes. De igual manera se propondrán medidas de prevención para disminuir el riesgo”.
El pasado viernes 13 de mayo, un juez federal aceptó una demanda colectiva contra cinco constructoras involucradas en la construcción del Tren Maya, lo que podría significar la paralización definitiva de las obras.
La Organización Nacional de Responsabilidad del Estado (ONRE), que representa a organizaciones de la sociedad civil en el sureste mexicano, aseguró que la demanda fue interpuesta contra Grupo México, México Proyectos y Desarrollos, ICA Constructora, ICA Constructora de Infraestructura y Acciona Infraestructuras México.
Además, un tribunal federal en Yucatán rechazó un recurso presentado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) en contra de dos suspensiones temporales concedidas a la asociación Defendiendo el Derecho a un Medio Ambiente Sano (DMAS) para frenar la construcción del tramo 5 del Tren Maya.
Con la decisión del Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa, con sede en Mérida, deberá seguir paralizada la construcción, remoción o destrucción de la biodiversidad del terreno, en tanto el juez Primero de Distrito en Yucatán, Adrián Novelo, no dicte una sentencia definitiva. La próxima audiencia se llevará a cabo el próximo 27 de mayo.
Fuente: Aristegui Noticias