Elon Musk ya tuvo varios desencuentros contra ongs. Este año demandó a la organización sin fines de lucro el Centro para contrarrestar el odio digital (CDH) por afirmaciones falsas y alentar a los anunciantes a detener la inversión en la plataforma y a La Liga Antidifamación (ADL) con símiles acusaciones.
Si bien los directivos de X aseguraron que han aplicado etiquetas de advertencia a más de 700. 000 publicaciones que violan su política de conducta odiosa desde abril y reducido el discurso de odio en asociación con el proveedor de administración de redes sociales Sprinklr en marzo de 2023, utilizando su modelo basado en IA “para promover nuestro compromiso de crear un entorno seguro para la marca para nuestras agencias y anunciantes”, los datos sugieren una proliferación y aumento de contenidos hostiles, descalificaciones, desacreditaciones e insultos.
Demanda
El lunes 20/11, fiel a su palabra, X presentó la demanda contra Media Matters. “Media Matters fabricó a sabiendas y maliciosamente imágenes que mostraban las publicaciones de los anunciantes en la plataforma de medios sociales de X Corp. junto a contenidos neonazis y nacionalistas blancos, y luego presentó estas imágenes fabricadas como si fueran lo que los usuarios típicos de X experimentan en la plataforma”, señaló la demanda presentada ante el Tribunal de Distrito de EE.UU. para el Distrito Norte de Texas. “Media Matters diseñó tanto estas imágenes como su estrategia mediática resultante para expulsar a los anunciantes de la plataforma y destruir a X Corp”, continuó el documento.
X argumenta que el informe de la ONG es falsa porque su artículo no refleja lo que ven los usuarios cuando usan su aplicación. Media Matters sólo seguía a 30 usuarios en la cuenta que usó para hacer el informe, señalando que el “excesivo desplazamiento” y refresco de la aplicación generó “entre 13 y 15 veces más anuncios por hora de los que vería un usuario habitual ” para forzar que la publicidad apareciera junto a un “contenido marginal”.
También solicitó una orden judicial que obligue a Media Matters a retirar su análisis de su sitio web y acusa a la organización de interferir en los contratos de X con los anunciantes, de perjudicar sus relaciones económicas y de desprestigiar a X.
La noticia de la demanda coincidió con el anuncio de que el fiscal general de Texas, Ken Paxton, investigará a Media Matter por presunta actividad fraudulenta.
El propio Elon Musk negó que fuese antisemita: “La semana pasada, hubo cientos de historias falsas en los medios de comunicación que afirmaban que soy antisemita. Nada mas lejos de la verdad. Sólo deseo lo mejor para la humanidad y un futuro próspero y apasionante para todos”.
Contenido pronazi
Defensor de la libertad de expresión a toda costa, desde que asumió como propietario de X, Elon Musk ha restablecido numerosas cuentas de fanáticos y extremistas de extrema derecha pagados, aparentemente incluida una cuenta pro-Hitler y negacionista del Holocausto.
En las últimas semanas, su apoyo a una teoría de la conspiración antisemita de que los judíos están apoyando a “hordas de minorías” que están “inundando” el país para reemplazar a los blancos generó todo género de polémicas. Justo en aquellos momentos, según Media Matters había aparecido contenido proanazi junto a los anuncios de las empresas.

Es indudable que el equipo de X aún no posee el control de la plataforma. Los discursos de odio, fakes news y teorías conspirativas de odio pululan. Pero las ONGS que lo denuncian también tienen manual de ética interesado, sesgado y político. Desentrañar las reales intenciones de éstas y alcanzar un marco de objetividad serán los mayores desafíos.