Ganaderos de la región huasteca son los que comúnmente combaten la serie de incendios que se registran en los 20 municipios de la zona, pero lo hacen sin ningún tipo de protección y siempre pensando ayudar al estado.
Hoy los productores de carne en San Luis Potosí hacen un llamado al gobierno del Estado para que los apoye y les compré equipo necesario para el combate a los incendios, ya que dicen no solamente ellos se ponen en riesgo sino también todos aquellos que participan en el proceso de apagar el fuego.
Hoy más que nunca es necesario atender está petición debido a que con la ola de calor por la que atravesamos se siguen incrementando los siniestros a lo largo y ancho del territorio potosino y acudir al auxilio de la naturaleza también implica un riesgo por eso hoy demandan lo necesario para ayudar a la población, como lo relatan los señores Margarito Zúñiga, Salvador Covarrubias y Martín Sustaita.
Con machetes, cuchillos, pala y agua propia, es como apagan el fuego actualmente, pero hombres y mujeres que se han convertido en soldados de México, ya no pueden lidiar más con esta situación y por eso piden lo necesario a fin de no colocarse en riesgo como se está volviendo una costumbre.
Además reportan que día a día incrementan los siniestros y les preocupa que lo rebase, hoy están tocando puertas porque saben que este tipo de situaciones de emergencia estarán siempre.
Están reportando que le entran con todo, inclusive mujeres jóvenes están participando en la pagar los incendios.
Los ganaderos están preocupados porque se está muriendo el ganado y además muchos de sus cultivos se están perdiendo.
Para apagar los incendios se requieren por lo menos 40 personas, además de los brigadistas que normalmente apoyan en estas contingencias, pero a últimas fechas todo se ha vuelto insuficiente, las necesidades son múltiples e imperiosas.
Aunque no establecen algún ultimátum, refieren que no se debe echar en sacó roto este tema porque continuarán las altas temperaturas, y además se debe tener un plan de reparación Porque después de apagar los incendios hay que componer la tierra para que pueda ser sembrada de nueva cuenta, como lo refiere Juan Guillén.
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