El sector salud tendrá cambios en la distribución de los medicamentos y en la compra de los insumos, que ahora coordinará Eduardo Clark.
Expansión.- El Gobierno de Claudia Sheinbaum tiene en mente un nuevo modelo para la compra y distribución de medicamentos, dos de las tareas que más fallaron en el sexenio anterior.
Esta administración apuesta a un proceso de entrega de fármacos con tecnología y digitalización, que imite la logística de Amazon, una de las compañías de comercio electrónico más grandes del mundo. Así marca una distancia con aquella idea del expresidente Andrés Manuel López Obrador de que distribuir medicamentos es tan simple como repartir papas y refrescos.
La Secretaría de Salud, en específico la Subsecretaría de Integración y Desarrollo del Sector Salud, a cargo de Eduardo Clark, coordinará la compra consolidada de medicamentos. Clark es experto en innovación digital y uso de datos. Fue director general de Gobierno Digital en la Ciudad de México y de la Agencia Digital de Innovación Pública.
El nuevo subsecretario estará a cargo de coordinar los requerimientos de insumos para la salud de las diferentes instituciones públicas y de diseñar una nueva plataforma digital que transparente todo el proceso de compra, afirmó Humberto Pedrero, titular de la Unidad de Resultados del IMSS.
Mientras que será la paraestatal Birmex (Laboratorio de Reactivos y Biológicos de México) la responsable de la compra, al menos en términos legales, y de la distribución de los medicamentos, debido a que un decreto de diciembre de 2023 dio facultades al organismo para organizar las adquisiciones.
“Con esta compra consolidada, que ahora está organizando la Secretaría de Salud, en particular el subsecretario de Integración Eduardo Clark, junto con Birmex, estamos muy positivos de que va a ser una solución de fondo”, destacó Pedrero al participar en el Expansión Summit 2024.
La nueva compra centralizada
Las compras consolidadas de medicamentos para el sector se realizaban desde 2014 y estaban a cargo del IMSS. El objetivo era adquirir los insumos con antelación, a mejores precios y garantizar su existencia oportuna en los hospitales. Según datos oficiales, entre 2015 y 2016, el Gobierno ahorró 8,350 millones de pesos con estas compras.
Sin embargo, la administración de López Obrador cambió este modelo. Le entregó la compra a la Oficialía Mayor de Hacienda, después al Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y a la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS). También quiso dejar fuera a los distribuidores de medicamentos privados.
Pero los nuevos funcionarios no contaban con la experiencia necesaria y las compras o las entregas se retrasaron, con lo que más hospitales enfrentaron escasez de fármacos y abastos irregulares.
Las consecuencias de estos cambios fueron que los precios de los medicamentos adquiridos aumentaron, disminuyó la competencia en los procedimientos de compra y las instituciones de salud se vieron obligadas a comprar insumos con poco tiempo, como documentó el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en la investigación Compras públicas ineficientes, medicamentos más caros.
“Los desatinos agudizaron la falta de atención oportuna y con elevados costos al sistema público de salud como al bolsillo de los pacientes”, agrega en un análisis Enrique Martínez, director del Instituto Farmacéutico México (Inefam).
El Gobierno de López Obrador regresó la compra a la Secretaría de Salud y luego la trasladó a Birmex.
Ahora, las nuevas autoridades buscan enmendar los errores y garantizar compras eficaces y transparentes. De acuerdo con Humberto Pedrero, las instituciones de salud ya no podrán comprar a través de delegaciones o por estado. Todos los insumos se adquirirán en una sola compra centralizada.
“Que la industria (farmacéutica) nos crea que solo vamos a comprar en una sola compra consolidada para mejorar las condiciones de precio, de calidad”, destacó.
Para Melina Calderón, de Novartis México, la transparencia en los procesos de compra es fundamental para brindar certidumbre a la industria farmacéutica.
“El tener esta claridad, esta transparencia, evidentemente permite que nosotros también tengamos certidumbre y (…) verdaderamente garantizamos que en todo este proceso llegue el medicamento al paciente en tiempo y forma”, indica.
La distribución de Birmex
Por su parte, Birmex, a través de un operador logístico privado, continuará con la distribución de insumos a nivel nacional, aunque tendrá algunos cambios. Los laboratorios más pequeños que venden medicamentos al Gobierno los entregarán en la Megafarmacia, el gran almacén inaugurado por López Obrador en Huehuetoca, Estado de México, y de ahí se trasladarán a los hospitales o almacenes de las instituciones de salud.
A decir del funcionario del IMSS, esta estrategia es similar a la que utiliza Amazon con sus proveedores chicos y permite ahorrar dinero.
“Creemos que es el modelo ideal, que es como Amazon hace para sus proveedores chicos. Para nosotros son laboratorios chicos, que no tengan que mandar a los 35 almacenes del IMSS, que esto vuelve mucho más caro mandar cantidades pequeñas, y eso hace que no puedan participar en las compras consolidadas. Entonces, una sola entrega, en un solo almacén, y entonces Birmex ya lo distribuye, juntando lo de todos los almacenes chicos”, explicó.
Agregó que el sector salud ha trabajado mucho en este modelo, que esperan que sí resulte exitoso para mejorar el abasto de medicamentos en el país que, actualmente se mantiene en 97.5% en el IMSS. “La verdad es que estamos convencidos del sistema”, subrayó.
Amazon es el experto en logística, así lo hace con sus proveedores chicos, y creemos que esa es la manera de hacerlo”,
Sin embargo, Enrique Martínez considera que el principal obstáculo a este modelo es repetir a Birmex como distribuidor, ya que sus capacidades de logística son insuficientes tanto en infraestructura como en personal especializado.
Esto ha significado, explica, atrasos en la entrega de insumos a las instituciones de salud, rechazo de cargamentos a los proveedores y discrecionalidad al resolver las entregas.
Enrique Martínez menciona que es necesario revisar este modelo y reforzarlo con la colaboración del sector privado experto en logística. “Las deficiencias de Birmex siguen dando lugar a desabasto entre las instituciones y puede significar la principal traba para el plan de salud de la presidenta Sheinbaum”, advierte.
El modelo Amazon
En ese sentido Amazon tiene una logística distribución que ha ido perfeccionando. Se trata de Amazon Freight, que es el proceso que se traza desde la primera a la última milla de los productos hasta que llegan a su destinatario final.
En la primera milla el fabricante retira sus productos, los empaqueta para evitar daños en el tránsito y los carga en camiones para que salgan a la carretera; la milla media comienza cuando el envío es recogido de su centro, almacén o centro. Esta etapa suele ser la más larga y a menudo respaldada por proveedores de carga que se especializan en servicios de transporte dentro de los estados o entre regiones.
Mientras que en la etapa de última milla, las mercancías se clasifican en una instalación de cumplimiento y se cargan en vehículos de entrega para su envío al cliente final. Estos vehículos de última milla, como las furgonetas de reparto de Amazon, siguen rutas específicas para garantizar velocidad y eficiencia.
A diferencia de las otras etapas del viaje, donde se mueven grandes cantidades juntas, la entrega de última milla divide su envío de carga en pedidos de clientes individuales.
Megafarmacia, para emergencias
En este nuevo modelo, la Megafarmacia del Bienestar mantendrá su centro de atención telefónica, a través del cual recibe quejas por desabasto de insumos, que pretendía solucionar con envíos de medicamentos.
Pero esta estrategia no ha sido exitosa. En los primeros seis meses de operación, la Megafarmacia hizo 318 pedidos de fármacos a nivel nacional, según datos del informe de labores de la Secretaría de Salud.
Ahora la apuesta es que no reciba quejas, que opere, sobre todo, como almacén y centro de distribución, expuso Humberto Pedrero, titular de la Unidad de Resultados del IMSS.
“Si todo el sistema de compra y distribución funciona perfecto, la Megafarmacia estaría surtiendo cero recetas al día y todos estaríamos muy contentos. La Megafarmacia es solo para los casos de emergencia, en donde no existe en el almacén del estado un medicamento. La megafarmacia representa el 5% del almacén de Huehuetoca. Todo lo demás es el centro nacional de distribución, pero la Megafarmacia es una partecita”, detalló.
De esta manera, atendería solo emergencias, ya que el objetivo es que no haya desabasto en los hospitales que obligue a la gente a demandar insumos.
“Así se está planeando, digamos. Si todo fuera eficiente, lo que nosotros quisiéramos es que la Megafarmacia solo sea para temas urgentes, en donde, definitivamente, no exista el medicamento ahí y entonces se pueda mandar de manera directa”, apuntó.