Hombre que abusó de su hija por 24 años y tuvo 7 bebés con ella podría salir de prisión

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Josef Fritzl es apodado “El Monstruo de Amstetten”, tiene 88 años y actualmente padece demencia.

ABC.- Un hombre austriaco apodado “El Monstruo de Amstetten”, por el hecho  de mantener cautiva a su hija por 24 años y abusar de ella a tal punto de embarazarla en siete ocasiones, podría salir de prisión.

De 88 años de edad, Josef Fritzl solicitó a su abogada la libertad condicional y ser trasladado a un asilo de ancianos, esto luego de ser condenado a cadena perpetua especial en el año 2009 por los delitos de incesto, violación, coacción, detención ilegal, esclavitud y por el homicidio por negligencia de uno de sus hijos pequeños.

Astrid Wagner, defensora del individuo, declaró que este ya no representaba una amenaza para la sociedad, después de evaluar un informe psiquiátrico.

Fritzl, quien padece demencia, tiene bajo evaluación dictamen pericial para resolver si puede ser o no trasladado a un centro de detención ordinario.

¿Qué fue lo que hizo Josef Fritzl?

En el año 2008 se dio a conocer que Elisabeth, mujer de entonces 42 años de edad, sumaba 24 años cautiva por su padre, y que antes de ello, desde que tenía 11 años, ya era abusada sexualmente por el mismo hombre.

La mujer relató a la policía todo lo que estaba sucediendo, empezando su narrativa que, cuando tenía 18 años de edad, había sido atraída por su padre a un sótano construido al estilo de los búnkeres de la Guerra Fría en las casas de Austria.

Elisabeth habló lo ocurrido gracias a que su padre la llevó al hospital tras padecer una grave enfermedad.

La chica fue abusada en repetidas ocasiones por su padre, Josef, llegando a tener siete hijos de los cuales uno falleció poco después de su nacimiento.

Con todos estos datos en la carpeta de investigación, la fiscalía de Saint Pölten, declaró a Josef culpable tanto de la muerte de ese niño, por no buscar ayuda médica, como de los demás cargos, incluido uno por esclavitud.

La fiscal que le dio seguimiento al caso, Christiane Burkheiser, dijo que Fritzl trataba a su hija “como a un perro”, ya que vivía en un espacio de 18 metros cuadrados, sin agua caliente ni calefacción, aunado a todos los crímenes cometidos en su contra.

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