Hondureños piden ayuda
Migrantes hondureños varados en la frontera sur de México, que colinda con Guatemala, duermen en las calles del estado de Chiapas porque los albergues los rechazan por un repunte de la pandemia de la covid-19.
A unos metros del albergue “Belén”, en la ciudad de Tapachula, los migrantes se mantienen en pequeños grupos por las noches, sin alimento, con algunas sábanas y cartones, mientras otros piden limosna para sobrevivir.
Los hondureños explicaron a Efe que llevan dos meses durmiendo en la vía pública porque ya no pueden pagar una habitación y los centros de acogida los echan por la pandemia, que en México acumula más de 1,86 millones de casos y más de 158.500 muertes confirmadas de covid-19.
“Nosotros solo le pedimos al Gobierno mexicano que nos ayude con el trámite para ya no ser un estorbo para muchas personas porque muchos nos hacen de menos, porque no somos de su país”, expresó Yelson Soriano, migrante de Honduras.
Luis Gerardo Corrales, otro migrante, señaló que los policías los ahuyentan para que no puedan dormir a las afueras del albergue.
“Nosotros no estamos cometiendo ningún delito, únicamente queremos descansar, esperar los papeles y seguir hacia adelante”, contó.
MIEDO CONTAGIOSO
En México, la migración aumentó desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de migrantes centroamericanos comenzaron a ingresar al país para llegar a Estados Unidos.
Aunque han mostrado solidaridad, los vecinos del barrio San Antonio Cahoacán, donde está uno de los principales albergues, ahora pidieron a las autoridades federales atender a los hondureños ante el brote de coronavirus.
Joel Feliciano Sánchez, comerciante del área, expresó preocupación porque los migrantes no usan cubrebocas.
“Nosotros queremos apoyar a los migrantes para que se les brinde lugares donde se pueden alojar, para que duerman dignamente porque en el albergue argumentan que no hay ingreso por la pandemia, pero se está descuidando la parte de los vecinos”, argumentó.
Marleny Jiménez Ríos, empresaria del barrio, reprochó que los migrantes estén expuestos en las calles, porque Chiapas ahora subió a alerta amarilla por riesgo medio de contagio.
Alfredo de la Cruz Cordero, otro de los inconformes, lamentó que la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) no agilicen los trámites.
Por ello, argumentó que Tapachula, la ciudad más importante de la frontera sur, se ha convertido en “un cuello de botella”.