Proceso.-
CIUDAD DE MÉXICO,. El funcionamiento del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) fue un tropiezo porque desde un inicio el presidente Andrés Manuel López Obrador tenía pensado federalizar el sistema como con IMSS Bienestar, pero al final decidió la creación de la institución que ahora, reconoce, “no funcionó”.
“En el caso de la salud, ahí no funcionó lo que teníamos pensado desde el principio, teníamos pensado del IMSS Bienestar porque teníamos la experiencia, yo fui director del Instituto Nacional Indigenista en Tabasco cuando salí de la escuela, joven, en 1977” y habló de su experiencia con el IMSS Coplamar en su estado.
Entre la experiencia fue la construcción de miles de unidades médicas y hospitales en todo el país en meses y en comunidades más apartadas hasta donde llevaban materiales, en helicópteros.
“Estos centros de salud o unidades médicas y hospitales eran manejadas por el seguro, aumentó el sueldo de médicos y auxiliares de salud, además se contrató a muchos trabajadores y ahí empezó este programa y funcionaba muy bien, de repente con Zedillo deciden descentralizar el sistema de salud, lo pasan a los estados”, y con eso la entrega de recursos a cada entidad”, lo cual, afirmó no funcionó “del todo”.
A su llegada al gobierno planeó retomar el modelo y federalizar de nuevo no solo los recursos, sino el servicio.
“El llamado seguro popular, que era entregar el dinero a los estados y a veces manejaban los fondos muy bien y había medicamentos y funcionaban los centros de salud y los hospitales, pero en otros casos ese dinero lo usaban para otras actividades y tenían abandonado por completo el sistema de salud”, dijo.
Agregó que “al inicio dijimos vamos a aplicar esto (IMSS Bienestar), hubo muchas resistencias y decidimos crear el Insabi, buscando así resolver, pero los de Insabi, las inercias llevaron a que al final hiciéramos lo mismo, entregarle los fondos a los estaos, sí se avanzó porque con el insabi logramos por ejemplo que se pudieran comprar los medicamentos en el extranjero porque como tenían el negocio de la venta de los medicamentos, unos cuantos, un negocio jugosísimo, tenían tanto poder que no se podían comprar medicamentos en el extranjero tuvimos que cambiar la ley para comprar los medicamentos en cualquier parte del mundo”.
Agregó que “tenían el control de la compra de los medicamentos, en beneficio de diez empresas que ni siquiera eran laboratorios, eran empresas tipo Latinus”, por esa razón, dijo, se le fueron encima, pero “aguantamos, resistimos”.
Después de la pandemia es cuando deciden federalizar el sistema de salud y “gobernadores, gobernadoras, muy responsables decidieron regresar todos los inmuebles que la federación les había entregado y los construidos con presupuesto del Estado para que se federalizara el sistema de salud y que creáramos juntos el IMSS Bienestar y ya es un solo sistema, son 11 mil centros de salud y más de 600 hospitales d segundo y tercer nivel”.
Reiteró que en septiembre van a izar las banderas en 24 estados donde aceptaron integrarse al IMSS Bienestar, “porque hubo quienes no aceptaron voluntariamente incorporarse a este sistema”.
Al hablar del Insabi reconoció que “ahí tuvimos un tropiezo, se corrigió y ahí vamos adelante”.