Italia construirá dos centros para deportar inmigrantes en Albania

El acuerdo con Tirana prevé que unas 36.000 personas al año, rescatadas por las autoridades italianas en el mar, terminen en estas estructuras con jurisdicción italiana
La Vanguardia.- La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, pasó unos días de sus vacaciones de verano en Albania, y lleva tiempo trabajando discretamente el acercamiento con este país que aspira a entrar en la UE. Este lunes, su diplomacia dio sus frutos con un insólito acuerdo firmado con su homólogo albanés, Edi Rama, por el cual Italia construirá dos centros para deportar a inmigrantes rescatados en el mar por las autoridades italianas.

“Si Italia llama, Albania está ahí”, dijo Rama, celebrando la colaboración con Meloni, que ya comenzó a defender la entrada de Tirana en la UE porque a su juicio, se comporta como si fuera un Estado miembro. “Albania no forma parte de la unión pero es un Estado europeo, esto no nos impide ver el mundo como europeos”, insistió el albanés, cuyo país mantiene unos fuertes vínculos comerciales con Roma. Solo los intercambios con Italia representan el 20% del PIB albanés.

El acuerdo, criticado por la oposición como una violación flagrante del derecho internacional, contempla la construcción de dos centros en Albania con jurisdicción italiana. Se prevé que a partir de primavera puedan acoger hasta 3.000 personas, unas 36.000 al año, para gestionar las peticiones de asilo o las eventuales repatriaciones.

En el puerto de Shengjin (en el norte del país) habrá una estructura para los procedimientos de desembarco e identificación, mientras que a una veintena de kilómetros al interior, en Gjader, se creará un centro de permanencia y repatriación. Según Meloni, la policía albanesa cooperará para garantizar la seguridad y la vigilancia externa. Italia se hará cargo de los costes de construcción, pero Roma desmiente que vaya a haber otra compensación económica para Tirana.

Italia se hará cargo de los costes de construcción, pero Roma desmiente que vaya a haber otra compensación económica

A estos centros trasladarán los migrantes rescatados solamente por las naves italianas, mientras que los buques humanitarios seguirán desembarcando en Italia. La medida tampoco incluye a los inmigrantes que lleguen de forma autónoma a las costas italianas ni a los menores, embarazadas y otras personas vulnerables que requieran asistencia inmediata.

“Es primer acuerdo de este tipo en la UE”, sacó pecho Meloni, que lo ve una gran victoria en materia de política migratoria tras ver como durante su mandato las llegadas de migrantes a Italia han crecido exponencialmente, con 145.000 personas desde enero de este año frente a las 88.000 en el mismo periodo del 2022. “Los objetivos del acuerdo son contrarrestar la trata de seres humanos, impedir los flujos irregulares y acoger solo a aquellos que realmente tienen derecho a la protección internacional”, prometió.

Hasta ahora, la líder de Hermanos de Italia ha tratado de llamar la atención a la solidaridad europea, sin un gran resultado. Con la externalización de la gestión migratoria, Roma imita un intento del Gobierno británico de enviar a miles de solicitantes de asilo a Ruanda, un plan en el punto de mira de la justicia desde el principio. Hace tiempo que la derecha italiana piensa en crear estructuras de este tipo fuera de la UE, por ejemplo en el norte de África, pero hasta el momento ningún país había aceptado.