Expansión.- La desaparición de mujeres en la Ciudad de México ha aumentado en los últimos años y aunque no ha sido tanta su visibilidad la denuncia de estos casos comienza generalizarse; sin embargo, para expertas en atender el problema es necesario entender que el fenómeno se focaliza; los datos indican que tres alcaldías en conjunto acumulan el 46% de los reportes de mujeres desaparecidas o no localizadas en la Ciudad de México durante 2022. Se trata de Iztapalapa, con 113 casos; Gustavo A. Madero, con 84 y Cuauhtémoc, con 58.
Mitzi Elizabeth Robles Rodríguez, del colectivo Hasta Encontrarles CDMX, asegura que el problema de la desaparición de personas ha sido poco visibilizado en la Ciudad de México y se identifica más como una situación de inseguridad en el norte del país. Además, la búsqueda de personas desaparecidas en la ciudad presenta dificultades al ser un espacio de tránsito constante.
“La Ciudad de México es una ciudad de tránsito que está hiperconectada con otros estados de la república que nos hace pensar que los lugares de desaparición no necesariamente van a ser los lugares de localización.
“Las búsquedas que hemos realizado como colectivo junto con otras familias de personas desaparecidas se han concentrado sobre todo en la alcaldía Tlalpan, en la zona del Ajusco; en Iztapalapa, específicamente en el Cerro de la Estrella ha sido un lugar de búsqueda; también en la alcaldía Gustavo A. Madero en la Sierra de Guadalupe que justamente conecta o es fronteriza con el Estado de México”, explica a Expansión Política.
En lo que va de este 2023 se han reportado 87 personas desaparecidas o no localizadas en la capital, de las cuales 49 son mujeres.
Uno de esos casos es el de Carolina Islas Dorantes, de 30 años, quien salió de su hogar en Santo Tomás Ajusco, en Tlalpan, para ir a un bar el pasado 27 de enero en el Centro Histórico, en Cuauhtémoc, junto a su pareja Iván Guadarrama García.
La familia de Carolina realizó el 3 de febrero un bloqueo sobre la Carretera México-Cuernavaca durante más de ocho horas para exigir su localización con vida, sin embargo, hasta el momento la joven sigue desaparecida.
La Colonia Centro área I es uno de los puntos rojos en desaparición de mujeres, al estar entre los siete primeros lugares entre las 207 colonias que existen en la ciudad.
La capital se colocó en primer lugar en desaparición de mujeres durante 2022, superando a entidades como el Estado de México, que registró 402 casos y Morelos, con 347.
En la Ciudad de México los casos de mujeres desaparecidas y no localizadas se duplicaron en 2022 al registrarse 554, frente a los 242 casos reportados en 2021, un aumento del 128% de un año al otro, según las cifras del RNPDNO.
Francisco Rivas, director general del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), señala que la cantidad de mujeres desaparecidas se ha incrementado no solo en la ciudad sino a nivel nacional durante los últimos seis años.
“Se ha notado un incremento en las personas desaparecidas y en particular en el último sexenio tenemos identificado un incremento de las mujeres desaparecidas.
“¿Qué fenómenos van asociados a ello? La violencia de género que está en sus máximos históricos, la trata de personas que también está en máximos históricos y el comportamiento criminal en donde muchas mujeres son abusadas sexualmente y después privadas de la vida. (…) Hoy tenemos también una menor capacidad de búsqueda porque las Fiscalías y las policías se encuentran rebasadas”, indica en entrevista con Expansión Política.
Para el especialista en seguridad David Saucedo, las tres alcaldías que encabezan la mayor cantidad de reportes de mujeres desaparecidas son además de las más pobladas –en el caso de Gustavo A. Madero e Iztapalapa– y más transitadas –en el caso de Cuauhtémoc–, aquellas demarcaciones en donde se ha hecho evidente la presencia de grupos del crimen organizado en la capital.
“Ante el debilitamiento de las bandas locales han decidido apoderarse de zonas completas de la ciudad. Tenemos al Cártel de Sinaloa metido en la zona sur de la ciudad; al Cártel Jalisco avanzando por la zona oriente, a la Familia Michoacana por el suroeste, al Cártel del Golfo en la zona norte, tenemos a los Zetas en toda la ciudad.
“Son las alcaldías donde hay una alta incidencia delictiva y donde además hay grupos criminales confrontándose unos contra otros. (…) Ahora, los cárteles están migrando a la ciudad y esto está provocando este incremento de personas desaparecidas y no localizadas”, considera Saucedo.
Por su parte el director del Observatorio Nacional Ciudadano apunta a el reconocimiento del problema, la aplicación de protocolos de búsqueda de forma pronta y el incremento de recursos para la Fiscalía Especializada para la Búsqueda, Localización e Investigación de Personas Desaparecidas, de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ CDMX).
“El primer elemento sería que cuando una mujer desaparece se pone en marcha una Alerta Ámber temprana y eso facilita la búsqueda de la persona; segundo, regresar los recursos para las áreas especializadas para que puedan llevar a cabo las labores de búsqueda y generar un sistema en el cual participen las distintas autoridades.
“Tercero, combatir con mucha más eficacia la trata de personas y darle un seguimiento específico a los recursos que la trata de personas les genera a la delincuencia organizada y por último, comenzar por reconocer el problema, porque cuando alguien señala un problema inmediatamente se señala una excusa o se da una respuesta política cuando en realidad no se voltea a ver el problema”, sostiene Rivas.
