La Jornada.- A pesar de que una suspensión definitiva de la jueza décimo segunda de distrito en materia administrativa permite la restitución de Edmundo Jacobo Molina como secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), también estableció que sus funciones deben estar acotadas respecto de las que ostentaba antes de la publicación del decreto del plan B en el Diario Oficial de la Federación, por lo que deberá sujetarse a lo que dictan las nuevas disposiciones legales.
No obstante, el consejero presidente del organismo, Lorenzo Córdova Vianello, insistió en que el retorno a sus oficinas implica continuar con las mismas funciones que tenía antes del 2 de marzo, porque “los transitorios de la reforma tienen un plazo para instrumentación de la misma y todos los efectos van a ocurrir hasta agosto”.
Entrevistado por los medios de comunicación y sin poder ocultar su regocijo, Jacobo Molina se pronunció en ese mismo sentido, al asegurar que, si bien debe sujetarse al plan B, que “reduce las atribuciones y competencias del secretario ejecutivo, el consejo general tendrá que definir qué quiere decir que el secretario se vuelve un órgano auxiliar y el comité lo definirá en las próximas semanas, mientras tanto soy secretario ejecutivo”.
Sin embargo, el fallo de la jueza estipula que “únicamente incide en su permanencia en el cargo, no así en cuanto a la manera en que deberá llevar a cabo sus atribuciones, ya que para ello debe apegarse al marco legal vigente”.
En una sesión extraordinaria del consejo general del INE, donde el único punto fue informar el regreso de Jacobo Molina, Córdova aseveró que este retorno “es mucho más que un solo acto jurídico para la restitución de los derechos de una persona. Se hace un acto de justicia que restituye en sus funciones a un funcionario probo, honesto y comprometido”.
Por su parte, el secretario ejecutivo sostuvo que “los litigios relacionados con el artículo decimoséptimo transitorio no son simples controversias jurídicas relacionadas con la persona que ahora se dirige a ustedes, y su permanencia o no en un cargo público dentro de la función estatal de organizar las elecciones, tiene que ver, en realidad, con la concepción del Estado mexicano como un estado de derecho, en el que se respeten las competencias conferidas por la Constitución a los órganos primarios del Estado”.
Lo reciben con aplausos
Antes del inicio de la sesión extraordinaria, los aplausos surgieron en el salón de plenos del INE cuando Jacobo Molina hizo acto de presencia, con una sonrisa que pocas veces suele mostrar en el recinto e incluso besó a su esposa, a quien agradeció su respaldo luego de 11 días en los que estuvo fuera de sus oficinas.
También recibió abrazos de consejeras, consejeros y personal del órgano electoral, terminando con el del consejero presidente, quien le pidió sentarse a su lado para dar a conocer que estaba de vuelta.
No todos compartieron la alegría de Córdova. Contrario a la celebración de consejeras y consejeros en el salón de plenos, la diputada de Morena y representante del Poder Legislativo, Julieta Ramírez Padilla, reprochó esta restitución, al subrayar que se trata de “un nuevo agandalle de quienes se sienten dueños de la democracia y tuercen la ley”.
Durante su participación, se dedicó a señalar que Córdova y Jacobo Molina “no tienen calidad moral y son los operadores políticos enmascarados de los árbitros electorales”, pero en abril se van a ir del INE “por la puerta de atrás”.
Mientras la diputada hacía estos reclamos, tanto el consejero presidente como el secretario ejecutivo restituido compartieron sonrisas y algunos gestos burlones con los que se mofaban de la diputada de Morena, aunque hubo un momento en el que Córdova la interrumpió para pedir respeto, por lo que la legisladora concluyó que el plan B se va a lograr, aunque en este momento sigan en su cargo.
La sesión concluyó luego de este reproche, que por 10 minutos opacó la celebración, y las felicitaciones a Jacobo Molina prosiguieron, así como los abrazos entre él y Córdova.