EL Universal.-
Bajo una lluvia incesante, Dina Ivanova participó este domingo en la primera marcha del Orgullo organizada en Kiev desde que empezó la invasión rusa, en medio de un importante despliegue policial, tanto por la guerra como por los grupos nacionalistas.
Poco después de que se dispersara la marcha, militantes nacionalistas protestaron en la capital ucraniana, gritando lemas homófobos.
“Pese a los ataques, no tenemos que dudar en venir y en mostrarnos. Somos ese tipo de país, de nación, no bajamos los brazos. Si pisotean nuestros derechos, los defendemos”, declaró Dina Ivanova, de 27 años, comparando la situación de Ucrania con la de Rusia.
En Rusia, el gobierno acentuó la represión contra las personas del colectivo LGTBQI+ desde que inició su invasión de Ucrania, en febrero de 2022.
“Estoy feliz de vivir en un país donde puedo incluso ir a la marcha del Orgullo. Esos malditos rusos no pueden”, afirmó.
Por seguridad, hasta este domingo por la mañana no se había informado ni del lugar ni de la hora de la manifestación.
Al final, unas 500 personas acudieron al acto, que consistió en una concentración dentro de un perímetro cerrado, donde se escucharon lemas como “¡Armen a Ucrania ahora!” o “¡Unidos hacia la victoria!”.
Entre los asistentes figuraban varios militares abiertamente homosexuales, como el soldado Petro Zherukha, de 28 años, a quien su unidad lo autorizó a participar en la marcha del Orgullo.
Mayor aceptación hacia la comunidad LGTBQ+ desde inicio de la guerra
Los sondeos muestran que los gays, lesbianas y trans gozan de una mejor aceptación en el país desde que empezó la guerra.
“Para muchos camaradas, yo era la primera persona abiertamente LGTB que veían. Era como si hubieran entrado en contacto con un extraterrestre”, dijo Zherukha. “Hacían muchas preguntas, pero después de haber hablado mucho, todo se volvió muy ‘cool'”, contó.
Muchos de los manifestantes reclamaron que el país autorice oficialmente las uniones civiles entre personas del mismo sexo.
La ausencia de un marco jurídico para las parejas del mismo sexo provoca que los cónyuges de soldados LGTBQI+ muertos o heridos no puedan ser informados de lo que les ha ocurrido a sus seres queridos.
“¿Es eso justo, mientras que hay gente sacrificando sus vidas? No”, declaró Marlene Scandal, una drag-queen coronada de flores de colores y con un tridente ucraniano azul y amarillo.
Una cuestión, la del matrimonio igualitario, que levanta ampollas entre los nacionalistas del país, que organizaron una contramanifestación.
Cuando terminó la marcha del Orgullo, varios centenares de militantes ultras marcharon por la avenida Khreshchatyk, en dirección a la calle donde había tenido lugar la Gay Pride, donde ya no había nadie.
La policía los escoltó y la manifestación se desarrolló sin incidentes, con los asistentes gritando lemas contra Rusia y amenazando de muerte a los homosexuales.
Uno de los organizadores de esta contramanifestación, que marchaba al lado de un individuo con una gorra decorada con una esvástica, negó que las amenazas de muerte fueran homófobas.
Oleksander Tymoshenko, un miembro de 21 años de las juventudes del movimiento Sector derecho, aseguró que él no se manifestaba contra los homosexuales sino contra el movimiento LGTBQ que “quiere obtener derechos especiales”.
Según él, Ucrania tiene su lugar en Europa, pero más cerca de países como Polonia o Hungría.
“Todos los países de Europa del este, y especialmente los Estados postsoviéticos, se caracterizan por el conservadurismo y la tradición. Ucrania no es ninguna excepción”, apuntó.
Pero, para Dina Ivanova, “esos valores [conservadores] no son los [propios de su país”.
“El odio no tiene nada de tradicional”, insistió.