La FGR afirma que García Luna creó cuatro grupos de ingeniería financiera para el desvío de más de 5 mil mdp

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Aristegui.- El ex secretario de Seguridad Pública Federal, Genaro García Luna, integró cuatro grupos de ingeniería financiera para el desvío de 5 mil 112 millones de pesos de recursos públicos, contando con la participación de servidores públicos, familiares, personas físicas y una red de empresas fachada para simular 10 contratos otorgados por el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención Readaptación Social, los cuales se usaron para la  obtención de recursos ilícitos, amparados en supuestas relaciones de prestación de servicios, afirma la Fiscalía General de la República (FGR).

En la cuarta orden de aprehensión que enfrenta el ex colaborador del presidente Felipe Calderón en México,  la FGR advirtió que la materialidad de los atribuidos a Nunvav INC., es cuestionable,  ya que una vez que se le entregaron los montos de los recursos que le fueron suministrados por el Estado, estos se transfirieron a “un complejo esquema que opera a través de empresas “fachada” o “pantalla”, que son controladas por los dirigentes de la organización criminal dirigida por García Luna, su familia los empresarios Weinberg.

La nueva orden de aprehensión contra García Luna, se había solicitado desde el pasado 8 de febrero del 2023, pero fue esta semana que un juez federal decidió otorgar la orden de captura contra él y su presunta red de cómplices.

El mandamiento judicial abarca a un total de 61 personas, incluyendo a su esposa, sus hermanas y hermanos y a los empresarios Jonathan Alexis Weinberg Pinto y Mauricio Samuel Weinberg López, señalados como sus prestanombres, así como a Jorge Luis Castilla Aguilar y Rosalba Tapia Alvarado, representantes legales de la compañía Nunvav, Inc. que se usó para la mayoría de las operaciones que la FGR considera ilícitas.

Además, enfrentan el mandamiento de captura al menos 20 ex funcionarios y ex servidores públicos en activo, incluyendo al número 2 en la estructura del Instituto Nacional de Migración, Antonio Molina Díaz, actualmente sujeto a proceso penal por la muerte de 40 migrantes en un centro provisional de detención de Ciudad Juárez, Chihuahua.

Molina Díaz también había sido procesado por la supuesta construcción irregular de ocho penales federales, pero fue absuelto por un juez federal por falta de pruebas.

Esta orden de aprehensión es la misma que Aristegui Noticias dio a conocer el pasado 2 de marzo, pero que un juez se había negado a otorgar por considerar que la solicitud de la Fiscalía carecía de argumentos suficientes y omitía datos de prueba importantes para dar certeza jurídica a su petición.

Posteriormente, la propia FGR se había desistido de la misma para reforzar sus argumentaciones y volver a presentarla, logrando ahora sí la decisión favorable de un juez de control adscrito al Centro de Justicia Penal Federal de Almoloya de Juárez, con residencia en el penal “Altiplano” en el Estado de México.

La orden de aprehensión advierte que se recurrió a dicha medida, ya que la citación o la comparecencia no garantizaban la asistencia de los 61 imputados, a excepción de García Luna que está preso en Estados Unidos, a la audiencia inicial.

Por el contrario, la FGR afirmó que existía “una gran probabilidad de que los imputados se sustraigan de la acción de la justicia”, ya que se les intenta procesar por delitos de alto impacto “que afectan la Estabilidad Económica del País, la Administración de Justicia, la Seguridad Pública Nacional, así como la correcta función del servicio público y el patrimonio del Estado Mexicano”.

La ingeniería criminal de García Luna

Según la FGR, 61 personas se coludieron con el entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, “para saquear los recursos públicos del Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readaptación social (OADPRS)” que administra las cárceles federales.

La fiscalía afirma que los recursos se canalizaron a empresas controladas por García Luna, sus socios y cómplices, tanto del sector público como del privado, a través de diez contratos ilícitos, por la suma de 5 mil 112 millones de pesos, que fueron sustraídos a través de diversas triangulaciones criminales a nivel internacional.   

Por lo anterior, Genaro García Luna y sus 60 coacusados enfrentan cargos por los delitos de peculado, operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, agravados en el caso de servidores públicos involucrados. En todos los casos, se solicita prisión preventiva oficiosa o justificada.

 

La orden de aprehensión contempla a sus familiares más cercanos, excepto a sus hijos:  su esposa Linda Cristina Pereyra Gálvez; sus hermanas Esperanza García Luna, Luz María García Luna, Gloria García Luna y su hermano Humberto García Luna.

Ahora también se confirma que hay orden de captura contra Oswaldo Luna Valderrábano, quien es tío de García Luna, y además se desempeñó como agente en el CISEN, Subdelegado de la PGR y Secretario General de la Policía Federal.

Según la orden de aprehensión, el ex secretario de Seguridad Pública Federal, integró cuatro grupos de ingeniería financiera para el desvío de los recursos públicos, contando con la participación de servidores públicos, familiares, personas físicas y una red de empresas fachada para simular 10 contratos otorgados por el Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención Readaptación Social, los cuales se usaron para la  obtención de recursos ilícitos, amparados en supuestas relaciones de prestación de servicios.

Sin embargo, la FGR advirtió que se cuestiona la materialidad de dichos servicios atribuidos a Nunvav INC., ya que una vez que se le entregaron los montos de los recursos que le fueron suministrados, estos se transfirieron a “un complejo esquema que opera a través de empresas “fachada” o “pantalla”, que son controladas por los dirigentes de la organización criminal dirigida por García Luna, su familia los empresarios Weinberg.

Todo ello con el propósito de tratar de “dotar de apariencia lícita a los recursos que representan ganancias delictivas obtenidas con su actuar previo, empresas que fueron utilizadas para simular operaciones y dotar recursos de la organización criminal, que sirvieron como mecanismo de ocultamiento, para poder dificultar el rastreo de los recursos”.

De igual manera, las personas físicas y empresas que forman parte del esquema criminal utilizado por García Luna fueron utilizadas para fondear recursos dentro del sistema financiero que tienen apariencia de ilicitud, al presentar sus declaraciones fiscales, declararon ingresos con pérdidas fiscales cada uno de los ejercicios 2013 a 2019, utilizando esta estrategia para no enterar a la autoridad fiscal del verdadero monto de sus ingresos y por tanto, enmascarar el verdadero origen de los recursos, pues no coinciden los ingresos declarados a la autoridad fiscal, comportamiento inusual que tienen los sujetos que se dedican a lavar activos.

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